80 AGUAS DE FERROLTERRA. EL RÍO BELELLE

  

El río Belelle, nacido en el barranco de la Cernada, parroquia de San Martiño de Goente, cerca de las fragas del Eume, recorre varios concellos de la comarca de Ferrolterra. A lo largo de su recorrido de 30 kilómetros por As Pontes, A Capela, Fene y Neda, hasta su desembocadura en la ría de Ferrol, recorre unas zonas de variada riqueza paisajística y ecológica y dispone de unas aguas de diverso aprovechamiento.

Además del interés de las aguas del río Belelle para la industria molinera y harinera, singularmente para el concello de Neda (“Río de Neda” le llamó el historiador Vázquez Rey) es de gran importancia histórica para Ferrol y su comarca el hecho de que el río Belelle sirvió para suministrar de agua potable a nuestra ciudad así como para proporcionarle la necesaria energía eléctrica. Las mejores aguas de Ferrolterra las llamó Montero Aróstegui.

Los molinos del río Belelle

Desde la Edad Media fueron numerosos los molinos existentes en el río Belelle, especialmente los situados en el concello de Neda desde el salto de la Fervenza hasta su desembocadura, varios de los cuales todavía se encuentran en función e incluso algunos habitados. Son los casos de los molinos del Cubo, de Canido, del Roxal, da Barcia, del Foxo, da Ribera y de Marraxón, entre otros.

Los molinos del río Belelle

Un caso especial de aprovechamiento hidráulico del río Belelle fue la fábrica textil de los hermanos Veiga, que comenzó sus trabajos el año 1844. El edificio donde se ubicaba la fábrica es el actual Pazo de Isabel II, hoy en estado ruinoso y pendiente de restauración; está situado en la localidad del Roxal, concello de Neda.

La actividad de la fábrica se centraba especialmente en la producción de lino, algodón y lona  para fabricación de las velas necesarias para los buques del Arsenal de Ferrol. La maquinaria necesaria para la fábrica era abundante, destacando especialmente tres turbinas hidráulicas que trabajaban en el cauce del río Belelle.

    Pazo de Isabel II

El Pan de Neda

Muy relacionado con las aguas del río Belelle está el conocido pan de Neda. Su tradición se remonta a la Edad Media, cuando comenzaron a construirse los primeros molinos. Como escribe Vázquez Rey en su obra “Crónicas nedenses y otros temas” su historia está unida a la decisión de Felipe II de construir en Neda las Reales Fábricas para fabricar el bizcocho y el pan para la Escuadra del Mar Océano y las escuadras de defensa de la costa gallega, aprovechando tanto la calidad del agua como la molienda de harina por los molinos del río Belelle.

La posterior construcción del Arsenal y astilleros de Ferrol originó que desde el siglo XVII y hasta principios del XIX Neda y Xuvia fuesen conocidas como la capital del trigo y la panadería de Galicia. Incluso se considera que la primera huelga en España se produjo el siglo XVIII (junio del año 1752) en Ferrol cuando a los trabajadores del astillero quisieron cambiarles el pan de Neda por el elaborado en el propio astillero.

La Fiesta del Pan de Neda es un importante evento gastronómico que tiene una concurrida presencia de visitantes. Aparte de degustarse la típica bolla de pan de Neda pueden degustarse otros productos como son el renombrado pan de huevo, los queiques y las cocadas.

                                                            Fiesta del Pan de Neda

Los astilleros de Neda y el escudo municipal

En las orillas del río Belelle, especialmente en la zona cercana a su desembocadura, se puede contemplar el clásico bosque de la zona atlántica, dotado de alisos, abedules y otras especies. En la zona de A Fervenza aparece  la típica fraga gallega, con buenos ejemplares de castaños y robles, dotados de una excelente y abundante madera.

Como recuerda Antonio Vázquez Rey, el historiador de Neda, gracias a esta abundante madera, en Neda hubo un importante astillero donde, entre otras, se construyó la nave de 200 toneladas, símbolo del escudo municipal, que durante la reconquista de Algeciras el año 1344 con su fuerte proa rompió la cadena de hierro que protegía su puerto. 

                                                            Escudo municipal de Neda

El Salto de la Fervenza, el agua potable y la corriente eléctrica de Ferrol

Desde pasados siglos las aguas del río Belelle fueron consideradas como las mejores del país tanto para la salud y la elaboración del pan como para el funcionamiento de molinos, la producción de energía hidroeléctrica, el blanqueo de hilazas y lavado del velamen de los buques, como escribe Montero Aróstegui en su “Historia y descripción de Ferrol” del año 1878.

En su recorrido hacia el mar se encuentra el salto de agua de la Fervenza, una espectacular cascada de unos 45 metros de altura, rodeada de bosques naturales de robles y castaños, con una serie de pozos naturales situados en su entorno.. Acompañada de la clásica leyenda de una gran serpiente, es especialmente visitada en otoño e invierno cuando es mayor la cantidad de agua que lleva.


  Fervenza del río Belelle

El año 1917 se publicó en Ferrol un “Estudio analítico, químico y bacteriológico del agua de Fervenza”, llevado a cabo por el médico Santiago de la Iglesia, director del Laboratorio Municipal de Ferrol, mereciendo las aguas del río Belelle las mejores calificaciones. Como consecuencia de ello se llevó a cabo el año 1920 la importante obra  de la “traída de aguas” desde la Fervenza a Ferrol.

Poco tiempo antes, el año 1902, un estudio del ingeniero Andrés A. Comerma, publicado en el Anuario Ferrolano de ese año con el título de Transmisión de Energía Eléctrica de la Fervenza a Ferrol, incidiendo en el aprovechamiento del salto de agua sobre el río Belelle para llevar la corriente eléctrica a Ferrol, que se materializó en la construcción de una central hidroeléctrica en el monte Marraxón..

El río Belelle visto por los pintores de Ferrol

El río Belelle fue un tema profusamente tratado por numerosos pintores ferrolanos. Dotados de sus pinceles y utensilios de pintura los diferentes artistas recorrieron el río, sus presas y cascadas, sus caminos, su vegetación y sus árboles, sus puentes y molinos, motivos que luego reflejaron en sus óleos y acuarelas.

  
    Leyra Domínguez                                          Ricardo Pena

                            González Collado                                             Castro Estévez


Historias locales. El Cine Galicia. Cine de la Zuecas

En plena carretera de Castilla, situado a medio camino entre el cruce de Fajardo y la carretera de San Juan, entre los años 1947 y 1973 estuvo funcionando el cine Galicia, conocido popularmente en Ferrol como el Cine de las Zuecas.

Dos son las teorías sobre el nombre popular que recibía. La primera era que al tratarse de un cine de fuera de puertas de Ferrol, dentro de una zona ruralizada, era frecuentado por mujeres que habitualmente llevaban zuecas como calzado. La segunda, sino más verosímil si más simpática, se debía a que en una película de “vaqueros” los indios perseguían al “chico”; para evitar que fuese atrapado, una señora del público le arrojó una zueca a los “indios”, produciendo la consiguiente rotura de la pantalla y posterior suspensión de la película. 

El Cine Galicia. Carretera de Castilla


Exposición sobre la imprenta Paramés

Emilio Paramés González nacido en Pontevedra el año 1879, emigró joven a Cuba regresando primero a Madrid y luego a Ferrol, donde ejerció sus dotes de dibujante y escritor. El año 1921, hace ahora 100 años, Emilio Paramés inauguró en el número 106 de la calle Real de Ferrol la imprenta de su nombre, falleciendo el año 1936.

Una exposición, recién inaugurada en el Centro Cultural Municipal de la calle del Hospital, muestra las obras y trabajos de la imprenta Paramés, incluyendo varias de las publicaciones editadas durante estos años. Siguiendo la tónica de la inoperante gestión cultural del Concello, la exposición no dispone del oportuno catálogo para el visitante.

                                                              Exposición de la imprenta Paramés

79 FERROL Y LAS REVISTAS DE ESTUDIOS LOCALES. HOMENAJE A ALFREDO ERIAS


La sociedad actual está cada vez más interesada en el conocimiento de la historia local, recuperando su memoria cultural y buscando en el pasado sus señas de identidad. El conocimiento del pasado enriquece el presente y permite que el futuro conozca sus raíces, dando a conocer y poniendo en valor el Patrimonio Cultural e Histórico de una ciudad.

Son numerosas las revistas de estudios locales publicadas en diferentes ciudades y villas de Galicia. Detrás de estas publicaciones suele haber una Biblioteca y un Archivo Municipal. En ocasiones un Centro de Estudios Locales y un Museo de la Ciudad, que complementan y constituyen los instrumentos de apoyo funcional de estas revistas de estudios.

Con referencia a la comarca de Ferrolterra y las comarcas cercanas, el interés por los estudios locales se refleja en la presencia de acreditadas publicaciones, algunas de laga actividad. Citándolas por cierto orden de cercanía geográfica a nuestra ciudad, se trata de la “Revista de Neda”, “Cátedra” de Pontedeume, “Terras do Ortegal” de Ortigueira, “Anuario Brigantino” de Betanzos, “Abrente” (Real Academia de Bellas Artes) y “Nalgures” (Estudios Históricos de Galicia), ambas de A Coruña, “Estudios Mindonienses” de Mondoñedo, “Compostellanum” (Estudios Jacobeos) y “Cuadernos de Estudios Gallegos”, ambas de Santiago, entre otras revistas que dan a conocer variados temas del arte, la cultura y la historia.


                                                       Revista “Estudios Mindonienses”

De estas publicaciones de estudios históricos, al menos la revista de “Estudios Mindonienses”, que cubre de forma esencial el territorio comprendido por la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol, acoge a diversos historiadores/as y estudiosos/as de nuestra ciudad tratan en sus páginas diversos temas de interés, muy concretos y determinados, referidos a la historia local de Ferrol.

El caso de la ciudad de Ferrol

En Ferrol, entrado el siglo XXI, aunque se viene editando en la ciudad varias publicaciones de variada índole, no se ha llegado a consolidar una auténtica revista de estudios locales, pese a la tradición ilustrada de la urbe, sus numerosas asociaciones culturales, la secular existencia de la Marina y la presencia de la Universidad hace más de veinticinco años. A mayor abundamiento, ya se ha comentado en ocasiones, Ferrol carece de un Museo de la Ciudad y de un Centro de Estudios Locales, que deberían ser los impulsores de una política cultural de carácter estructural, y que podrían servir de marco a esta revista. 

En nuestra ciudad el Club de Prensa lleva editando más de 30 años  la revista “FerrolAnálisis”, una publicación de contrastada calidad, pero con una desigual atención a los temas locales; alguien la definió como “distinta y distante”. No llegó a cuajar en su tiempo la revista “Papeis Ártabros”, un loable intento con dedicación a los temas locales. En su momento tuvo cierto interés la revista “Columba”, aunque muy restringida a determinada zona del municipio y de la que llevamos varios años sin tener noticias.

 

                                                                                            Revista “FerrolAnálisis”

 Por su parte la Universidad de Ferrol, que lleva 20 años en funcionamiento en la ciudad, no ha sido capaz de crear una revista de estudios locales, aunque durante algún tiempo la publicación periódica “Aulas no Camiño”, dedicada de forma específica al estudio del Camino de Santiago, llevó a cabo una serie de interesantes trabajos.

En otro aspecto algunas asociaciones y entidades culturales publican revistas como “Atenea” (Ateneo Ferrolán), hoy desaparecida, y “Poesía Galicia” y “Arte Galicia” (Sociedad Artística Ferrolana”, ambas muy restringidas a los temas que su título indica. Otras entidades como Toxos e Froles y Ferrol Metrópoli no llegaron a consolidar sus publicaciones, e incluso las publicaciones “Arimathea” y “Ecce Homo”, de notable interés aunque restringidas a los temas de la Semana Santa, dejaron de publicarse.

Una lección de historia

Sin embargo, a principios del siglo XX en Ferrol, al contrario de lo que hoy sucede, abundaban las publicaciones de carácter cultural e histórico. Entre ellas destacan dos cabeceras que significaron una notable aportación a la historia de Ferrol y comarca. Fueron el “Anuario Ferrolano” (entre los años 1901 y 1905), dirigido por Nicolás Fort, seguido del “Almanaque de Ferrol” (entre los años 1906 y 1910), dirigido por Leandro de Saralegui, ambas publicaciones editadas en la imprenta de El Correo Gallego.

En ambas publicaciones, además de sus respectivos directores, el primero Intendente del Ejército y el segundo Intendente de la Armada, colaboraron renombrados autores locales y foráneos, desde Díaz de Robles y Aurelio Ribalta a Martínez Salazar, o desde Andrés Comerma y Santiago de la Iglesia a Federico Maciñeira.

 

Anuario Ferrolano y Almanaque de Ferrol

Sus páginas trataron temas variados relativos a Ferrol y su comarca: los fueros y privilegios de la ciudad, el arsenal y las fortificaciones, la arqueología comarcal, la etimología de Ferrol, el monasterio de Xuvia, el castillo de Moeche, el santuario de Chamorro, el voto de Chanteiro, los orígenes de A Graña y Serantes, la invasión francesa o la expulsión de los jesuitas.  De esta forma se pone de manifiesto la lamentable y vergonzosa carencia actual de una revista de estudios locales en la Ciudad Ensimismada de Ferrol.

La revista “Anuario Brigantino”

Entre las ya citadas revistas locales de estudios de Galicia destaca el “Anuario Brigantino”, una publicación de la ciudad de Betanzos, que inició su andadura el año 1948 de la mano de Francisco Vales Villamarín. Se trata de una revista de investigación histórica, artistica y antropológica, especialmente dedicada a la comarca de Betanzos, pero también tratando temas de interés gallego, siendo uno de ellos en especial el Camino de Santiago.

 


                                                         Revista “Anuario Brigantino” 

El “Anuario Brigantino” ha estado dirigido desde el año 1983 por Alfredo Erias Martínez, director de la Biblioteca Municipal de Betanzos y del prestigioso Museo das Mariñas. La publicación ha tenido una especial atención con los miembros de este Foro de Amigos de Ferrol, publicando en sus páginas trabajos relativos al Camino Inglés y a los cruceros comarcales y a la historia de Ferrol.

Su director, Alfredo Erias Martínez, va a recibir un merecido homenaje en el Pazo de Santa Cruz de Mondoi este mes de septiembre de 2021, al jubilarse de la dirección de la revista tras 38 años ininterrumpidos al frente de la misma. Nacido en Abegondo, Erias Martínez se licenció en Geografía e Historia por la Universidad de Santiago, trabajando desde el año 1983 en el Archivo y Museo das Mariñas de Betanzos.

 

Alfredo Erias Martínez

 Alfredo Erias fue pintor, grabador y dibujante, siendo conocido por sus detallados dibujos  sobre diversos aspectos del arte y la historia de Galicia: desde capiteles y laudas a cruceros e imágenes medievales. Igualmente el artista brigantino es un reconocido pintor de coloristas escenas costumbristas.  Enhorabuena a Alfredo Erias.

 

Láminas de dibujos de cruceros. Alfredo Erias


Los verdaderos dueños y señores de Ferrol

Se viene repitiendo por los historiadores (as) y estudiosos (as) ferrolanos que desde los tiempos medievales la villa de Ferrol y su territorio circundante eran de la propiedad de los Andrade, los Lemos, los marqueses  de San Sadurniño, los Froilaz-Traba y otras familias nobiliarias de la comarca.

Sin embargo, durante el siglo XVIII el arsenal de A Graña fue construido en terrenos pertenecientes al monasterio de Santa María de Sobrado, el astillero de Esteiro fue levantado en terrenos que eran propiedad del monasterio de Pedroso y las viviendas construidas en el barrio de la Magdalena fueron edificadas en terrenos propiedad del monasterio de San Martín de Jubia.

En el plano que se reproduce del año 1785, conservado en el Archivo de la Catedral de Mondoñedo, se puede ver como el astillero de Esteiro y varias instalaciones del barrio se construyeron en terrenos propiedad del monasterio de Pedroso, como señala Enrique Cal Pardo en su publicación “El monasterio de San Salvador de Pedroso”.

 

Construcción del astillero de Esteiro (Archivo Museo de Mondoñedo)

La publicación “Arriendos, aforos y títulos de propiedades en El Ferrol”, conservada en el Archivo Histórico Nacional, registra las numerosas propiedades que poseía en Ferrol el  Priorato de San Martín de Jubia. Eran un total de 140 los inmuebles aforados en la ciudad: la mayoría en el barrio de la Magdalena, especialmente en las calles de la Iglesia, Magdalena, Real y Tierra, y el resto en Esteiro y Canido.

 

Dintel de Ferrol con la grabación del Foro de Jubia

Para que el monasterio de Jubia controlase sus propiedades, se grabaron las iniciales F.D.J. (Foro de Jubia) en los dinteles de las puertas de las casas obligadas a pagar ese foro. En el barrio ferrolano de la Magdalena todavía hoy se conservan visibles varios de esos dinteles de granito con la inscripción F.D.J.

En época medieval la comarca de Tierra y Mar de Ferrol tuvo una intensa actividad monacal, siendo el lugar de influencia de diversos monasterios, unos asentados en la propia comarca: San Martín de Jubia, San Salvador de Pedroso y Santa Catalina de Montefaro, otros en la comarca del Eume: San Juán de Caaveiro y Santa María de Monfero y, ya más alejado, en Tierra de Melide, el de Santa María de Sobrado de los Monjes, además del propio convento de San Francisco dentro de la villa de Ferrol.

 En base a lo expuesto hay que decir que hasta que Ferrol fue designada villa real, el verdadero dueño del territorio ferrolano, como cabe suponer, era la Iglesia.

 

 

78 FERROLTERRA. LAS CRUCES DE MALTA, DEL TEMPLE Y DE SAN ANDRÉS. LOS JUDÍOS EN LA COMARCA DE FERROL

La cruz posiblemente sea el símbolo más universal y de uso más generalizado, apareciendo representada de variadas formas en muchas culturas y religiones, especialmente en el cristianismo. En esencia es una figura geométrica que consiste en dos líneas o barras cruzadas en ángulo recto, admitiendo diferentes modificaciones en su forma y diversos remates.

Además de su uso religioso la cruz tiene una abundante utilización en la Heráldica y forma parte de escudos de países y de banderas de territorios, incluso con un claro significado político. En el caso del escudo de Galicia siete cruces de plata, representando las siete antiguas provincias gallegas, rodean al Santo Grial.

 


                                                                             Escudo de Galicia

Las cruces de la orden de Malta

La Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén tuvo su origen en  la ciudad italiana de Amalfi, cuando el siglo XI edificó la iglesia y hospital de San Juan de Jerusalén para el cuidado de enfermos. El siglo XII, unió a su objetivo inicial la defensa de los Santos Lugares y la protección de los peregrinos que allí viajaban. A partir del siglo XIV se extendió por Europa, especialmente por el el mar Mediterráneo, concediéndole el papa Clemente VII el año 1530 su feudo en las islas de Malta, regresando, como actividad principal de la Orden, a su original y tradicional misión de asistencia hospitalaria.

La Orden de San Juan de Jerusalén inició su presencia en España durante la Reconquista a partir del siglo XII, dejando patente su presencia en batallas como la de Las Navas de Tolosa. Tuvo una notable implantación en Galicia a lo largo del Camino de Santiago, especializándose en la ayuda y acogida de los peregrinos. El patrimonio territorial de la Orden en Galicia se configuró dentro de cuatro bailías o encomiendas mayores: Portomarín, Quiroga, Beade y Pazos de Arenteiro.

Las cruces de Malta en la comarca de Ferrol

La presencia de las cruces de Malta en la comarca de Ferrol fue objeto de un estudio de Carlos de Aracil y Juan J, Burgoa en la revista mindoniense Rudesindus del año 2007. En el trabajo se escribe que fue precisamente la encomienda sanjuanista de Portomarín, vinculada al paso de los peregrinos del Camino de Santiago, la que tuvo una mayor relación  con la comarca de Ferrol, en especial con la parroquia cedeiresa de Santa María de Régoa y con el santuario de San Andrés de Teixido, que dependía de aquella parroquia.

Con el paso del tiempo la jurisdicción de la encomienda sanjuanista sobre la parroquia de Santa María de Régoa se iría extendiendo más tarde a otros lugares cercanos como San Xiao de Trebo en Cariño, San Xiao dos Osos en Moeche o la Capela da Fame de Liñeiro en  Vilarrube.


                                       
Cruz de Malta. Retablo de San Andrés de Teixido

La existencia del Priorato sanjuanista en la parroquia de Régoa parece justificar la presencia de cruces de Malta en el santuario de Teixido (una en el escudo de armas de los Andrade colocado en una pared de la nave y otra coronando el retablo barroco del altar principal), iglesia de Santa María de Régoa (colocada en la parte alta del presbiterio), y Capela da Fame en Liñeiro (dos de ellas en la fachada principal y la tercera en la parte trasera).

La presencia de posibles ejemplares de la cruz de Malta en otros lugares del ancestral camino de San Andrés de Teixido, como son la capilla de Santa Margarita de O Val en Narón, incluida una cruz en el frontis de la fuente, y la de O Bo Xesús en Meirás en Valdoviño, parece más discutible y menos justificada documentalmente. En ciertas ocasiones las cruces patadas pudieran ser meramente cruces indicativas de “consagración eclesiástica” y no de pertenencia a la Orden de Malta.


          Capela da Fame. Liñeiro       Fuente de Santa Margarita. Narón

Los símbolos del Camino a San Andrés de Teixido

Dadas las diferencias de criterio que existen respecto a la presencia de la Cruz de Malta en el Camino a San Andrés de Teixido, no se llegó a un pleno acuerdo para el reconocimiento de dicha cruz de Malta como símbolo de la ruta de peregrinación a Teixido, tal como pretendían varias asociaciones.

Debido a ello, algunas asociaciones relacionadas con el Camino de Teixido, se han inclinado por el uso de la figura de un Pez, alegoría utilizada por los antiguos cristianos, como símbolo y señal de identificación de este ancestral camino, un símbolo que, para muchos, no parece el más adecuado para señalar el camino, mientras que en otros lugares de la ruta, dentro del Concello de Cedeira, aparecen varios marcos de señalización de la ruta con la imagen de la Cruz en aspa de San Andrés.


Diferentes marcos de la ruta a Teixido

    La Cruz de San Andrés

Las cruces de la orden del Temple en la comarca de Ferrol

Como contraste con lo expuesto sobre la asistencia hospitalaria cumplido por la Orden de Malta en el Camino de Teixido, refiriéndonos ahora al Camino Inglés de peregrinación a Compostela, no hay constancia de levantarse hospitales de la citada orden sanjuanista en esta ruta.

En cambio, según el investigador Andrés López Calvo, se documenta la presencia de cuatro hospitales del Camino Inglés (en Ferrol, Neda, Pontedeume y Betanzos), que llevan el nombre del Espíritu Santo, aunque no está demostrado que perteneciesen a la orden hospitalaria del Sancti Spíritu, congregación religiosa fundada por Guido de Montpellier a finales del siglo XII. Hoy prácticamente desaparecidos, no hay constancia de la presencia de cruces específicas en estos hospitales.


Cruces templarias. Portulano de la Ría de Ferrol. Año 1498

Por su parte, siguiendo a lo que escriben los historiadores Juan A. Carneiro y Miguel A. Rodríguez en su Historia de Mugardos (año 2009), un portulano del año 1498, obra del veneciano Andrea Corso, sitúa tres cruces templarias en el plano, pertenecientes a establecimientos templarios de la ría de Ferrol: Santeirum (Chanteiro), França (Franza) y Feroli (Ferrol), un plano que muestra la temprana presencia de Recimil.


                                            Una colección de cincuenta cruces diferentes

 

En el cuadro que se acompaña como ilustración puede verse la variedad de cruces de diferente formato y origen histórico, tanto desnudas como figuradas, que se muestran en la colección particular de un colaborador de este Foro de Amigos de Ferrol.

Los judíos en la comarca de Ferrol

Otro símbolo de uso generalizado, en este caso por la religión y la cultura judía, es la Estrella de David o de Judá. Aunque se conoce que fue poco numerosa, no hay un estudio completo sobre la presencia de la comunidad de religión judía en la comarca de Ferrol. El siglo XV la localidad de Ares sirvió de refugio a una comunidad sefardí, dedicada especialmente al comercio de la sal. En su barrio portuario una vivienda muestra los vestigios de una Estrella de David que indicaba el uso del edificio como sinagoga.      


                                               
Restos de la Estrella de David. Ares

Por su parte en el libro de actas del congreso “Xenética e historia no noroeste peninsular”, celebrado en Santiago el año 2002, se informa de la existencia de una sinagoga y una comunidad judía desde el siglo XIII en Esmelle, cuyo nombre se hace derivar precisamente de Ismael. En lo que se refiere a la villa de Ferrol, sin datos concretos, para algunos la existencia de una calle con el nombre de la Estrella en el barrio de Canido pudiera apuntar a una posible presencia de judíos en la localidad.

 

 

77 MAL USO, ABUSO Y DESUSO DE LOS EDIFICIOS PÚBLICOS DE FERROL. EL ANTIGUO HOSPICIO MUNICIPAL


El maleficio del estropicio del edificio del Hospicio

El conocido hoy en día como edificio del Hospicio Municipal se construyó en la década de los años 1790, siendo de origen una amplia vivienda de corte neoclásico que fue conocida como Mesón de Valentín, levantada en un solar de casi 500 m2. Se trataba de  una construcción compuesta de bajo, dos plantas y altillo, dotada  de un patio interior, de la que solamente se remató una de sus cuatro alas, la fachada norte orientada a la calle del Sol.

El año 1860 la parte del edificio que daba a la plaza de Amboage fue ocupado por la sociedad La Tertulia de la Confianza, que sería el germen del futuro Casino Ferrolano. Llegado el año 1875 el Ayuntamiento de Ferrol compró el edificio, que destinó a Hospicio Municipal, institución que hasta entonces estaba instalada en el antiguo Hospital de Caridad, mientras que se acometían diversas obras de rehabilitación en el edificio y el arquitecto Manuel de la Riva construía el pabellón de niños que daba a la calle María.

Al fondo el Hospicio Municipal. Año 1900

El año 1904 sufrió un importante incendio, siendo sometido a una amplia reforma que condujo al edificio actual. El año 1908 el edificio dejó de ser el Hospicio Municipal para convertirse en el colegio Santa Teresa, que estuvo funcionando hasta los años 1980. Hasta su reciente rehabilitación, albergó luego, entre otros, el Museo de la Sociedad Gallega de Historia Natural y una Escuela de Danza, y fue un lugar de depósito de los pasos e imágenes de la Cofradía de Dolores.

Con fondos del Plan Urban el edificio fue rehabilitado en su parte central y en la zona norte que mira a la calle del Sol entre los años 2011 y 2014, con una inversión superior a un millón de euros de dinero público. Como consecuencia de ello, en los casi mil metros cuadrados de superficie útil del edificio, se dispone hoy de abundantes espacios, prácticamente sin el adecuado uso desde entonces.

En el bajo se instaló un amplio salón de actos con capacidad para más de cien personas, el primer piso disponía de tres zonas independientes y el segundo consistía en un espacio diáfano preparado como biblioteca, dotado de los oportunos estantes, mientras que el altillo o buhardilla se concebía como archivo. En el patio interior un ascensor, últimamente fuera de uso, de alguna forma rompía la estética del entorno.

Edificio del Hospicio Municipal. Vista reciente

No llegó a realizarse la absurda reforma prevista para la fachada sur que da a la plaza de Amboage y se desistió de la peregrina idea de instalar en la primera planta una escuela de hostelería, y a pesar de estar prácticamente vacío todo el edificio, el año 2014 se destinó la buhardilla para archivo del Centro de Documentación del Patrimonio, malamente gestionado durante meses por una organización empresarial ferrolana. Dicho Centro había nacido con el frustrado propósito de ofrecer un servicio de consultas a los investigadores de Ferrol de la Ilustración.

El lugar asignado al Centro era realmente un espacio de difícil acceso para la  consulta de la importante documentación histórica, estando su ubicación en contra de las normas de seguridad exigidas para su custodia. Hoy, los más de 3.000 importantes registros de planos y documentos relativos a Ferrol y la petición de Patrimonio Mundial siguen inaccesibles a su estudio y consulta, sin conocer realmente lo que ha hecho con esa notable documentación el inepto Concello ferrolano.

Han sido varios los intentos posteriores de uso de este edificio: Centro Cívico, Casa de la Juventud, sede de determinadas asociaciones culturales y vecinales. Lo cierto es que como un ejemplo más de la evidente disfunción municipal de las diferentes Corporaciones, el edificio se encuentra normalmente cerrado, sin el necesario personal que lo atienda y sin un claro conocimiento de sus pretendidos usos.  

El desuso, el mal uso y el abuso de edificios públicos

Además del antiguo edificio del Hospicio, Ferrol dispone de una serie de edificios e instalaciones malamente utilizados, bien propiedad del Gobierno de la nación, de la Xunta de Galicia o del propio Concello. Paseando por la ciudad podemos contemplar más de una docena de edificios, sobre los que cabe preguntarse sobre su falta de uso, el mal uso e incluso el abuso que se está a hacer de los mismos.

En la plaza de la Puerta de Canido se encuentra el edificio que fue la antigua Residencia de Suboficiales. Se trata de un amplio edificio de impecable estilo racionalista, prácticamente sin uso hoy en día. Por su situación y sus características debería ser reformado para convertirlo en esa Residencia de Mayores que necesita la ciudad.

Residencia de Suboficiales. Plaza de la Puerta de Canido

Presenta unas buenas características de edificio de baja altura para ser habitado por la gente mayor, prácticamente está ya dividido en habitaciones, situado en un lugar de magníficas características ambientales (recordemos “Brisas de Canido”), céntrico y cómodo para la visita de familiares y que debería ser cedido sin gasto por el Ministerio de Defensa, por lo barato que le salió al no pagar IBI durante tantos años.

Sin salir del barrio alto de la ciudad se podría citar el Chalé de Canido, calle Alegre, notable edificación modernista de Rodolfo Ucha, pendiente de rehabilitación por la empresa compradora. Además, una serie de construcciones tradicionales del barrio se encuentran en mal estado por su falta de atención: la Casa del Pobre en la calle Alegre y el conjunto del Corral de Chapón.

En el barrio de la Magdalena se encuentra la antigua sede de Hacienda, un amplio edificio oficial de la calle Magdalena, que lleva varios años sin uso en sus diferentes plantas. En su día se habló de que podría albergar el Archivo Municipal del cercano edificio del Concello, hoy prácticamente carente de espacio, tanto para el propio archivo como para el trabajo de los investigadores, 

Otros edificios sin uso son la antigua sede de la Compañía Telefónica, calle María, y el cuidado edificio de la antigua Cámara de Comercio, cercano al anterior. No se conoce el uso previsto para el edificio de Intendencia de Marina, esquina Tierra y Magdalena, o de lo que se tiene previsto hacer con el desaparecido cine Avenida o con los restos del antiguo Teatro Rena.

Cámara de Comercio

En el barrio de Ferrol Vello se encuentran varios edificios de buena presencia, sin uso y sin rehabilitar desde hace varios años. Es el caso de dos edificios situados en el Paseo Marítimo, la antigua Comandancia Naval, propiedad de la Autoridad Portuaria, y la antigua  Aduana, propiedad de la Administración Central. 

Un caso especial es el de la Casa del Mar, levantado en la Carretera Alta del Puerto. Edificio moderno, amplio y bien dotado de instalaciones logísticas que, en un ejemplo de infrautilización, perdió su función original. Es de esperar que tras del vergonzoso uso por la ineptas Autoridades Portuarias, las anunciadas gestiones de la Xunta de Galicia sean capaces de transformar este edificio en ese necesario Albergue para unas 60 plazas del Camino Inglés, del que, de forma vergonzosa, carece Ferrol, inicio de la importante ruta de peregrinación.

Casa del Mar de Ferrol

Todo lo anterior constituye una lista no exhaustiva de instalaciones en desuso o con una mala utilización. Se  podría seguir con una serie de edificios y construcciones repartidos por la ciudad. Como caso especial se deben citar las instalaciones del antiguo cuartel Sánchez de Aguilera.

Los diferentes edificios y el amplio espacio que hoy ocupan las instalaciones en mal estado del antiguo cuartel de Infantería permitirían articular de forma práctica la necesaria conexión entre los barrios de Canido, Catabois e Inferniño. Además se podrían llevar a cabo varios proyectos allí previstos: un amplio aparcamiento público, la construcción de viviendas, una residencia universitaria, la construcción de alguna plaza pública y la dotación de zonas verdes, incluso una zona comercial y suelo de uso industrial, todo ello dentro de una adecuada y lógica planificación.

 

Un presunto Museo del Juguete. La Casa del Patín

Ferrol carece de un Museo de la Ciudad, incluso de un Museo de Pintura, verdaderas necesidades de la urbe. Con independencia de la existencia en Ferrol de museos específicos: Museo Naval, Museo de la Construcción Naval y Museo de la Naturaleza, y del precipitado Museo de la Semana Santa, en una nueva ocurrencia del Concello de Ferrol se habla de un Museo del Juguete.


                               
Casa del Patín. Grabado de J. Ferrín. Estado actual

Para su instalación se ha pensado en la destartalada Casa del Patín de la calle Atocha en Canido. En esta histórica vivienda habitó Pimborete, el conocido cazador de gatos, y durante los años finales del siglo XX las hermanas conocidas como las Gatas Fieras. La vivienda, dotada del tradicional patín de la casa gallega, arrastra estos últimos años su visible mal estado en una concurrida calle del barrio.  

 

Foto histórica. Si las miradas hablasen ……..


Año 2005. Nombramiento de Pérez Touriño como Presidente de la Xunta de Galicia. La postura y actitud de Salvador Fernández Moreda dirigiendo su atención a un sentado Manuel Fraga exime de cualquier comentario.

 

76 UN EPISODIO DE FERROL DE LA ILUSTRACIÓN. LA VISITA DEL CURA DE FRUIME

 

Uno de los clérigos ilustrados que visitó Ferrol fue Diego Cernadas y Castro, conocido como el Cura de Fruime, nacido en Santiago de Compostela el año 1702. El Cura de Fruime fue un ingenioso erudito, un desigual literato y un incansable versificador en lenguas castellana y gallega. Gran amante de Galicia y todo lo que representaba, escribió tratados históricos, no siempre del debido rigor, obras teatrales y poesía, normalmente de género satírico y jocoso, siempre manteniendo la defensa de los intereses de su tierra. Polemizó con numerosos personajes, siendo de gran interés sus controversias sobre temas históricos con los padres Mariana y Flórez.

Tras el viaje realizado a Ferrol, el año 1754 publicó en la librería de Joseph García Laura de Madrid un opúsculo poético que tituló “Real de Esteyro. Poema heroyco joco-serio a los doce navíos que se están construyendo de orden de su Real Magestad”, utilizando como seudónimo el anagrama de Jacobo Sandacer y Torcás, natural de Galicia, Clérigo de Menores. Muerto su autor, el poema se reprodujo en el tomo I de las “Obras en prosa y verso del Cura de Fruime”, editadas en siete tomos en la imprenta de Joachin Ibarra de Madrid el año 1778. 


                                                          El Cura de Fruime. Museo de Pontevedra

Apenas hay referencias ni constancia exacta de la fecha de la visita realizada a Ferrol por el Cura de Fruime pero se sabe que fue durante la construcción de los buques del Apostolado, en todo caso antes del año 1754, año en que publicó el citado opúsculo. Diego Cernadas durante cuarenta y siete años ejerció de cura párroco de San Martín de Fruime, en el municipio de Lousame, siendo una persona poco aficionada a viajar y que nunca se trasladó fuera de Galicia.

Su viaje a Ferrol se debió a su curiosidad de conocer las grandes obras que se llevaban a cabo. Durante su estancia en Ferrol departió con Mauro Valladares, párroco de San Julián, y los frailes dominicos del convento de San Sadurniño. Pero sobre todo se dedicó a conocer los intensos trabajos realizados en el arsenal y el astillero, que luego reflejó en su obra.

La larga composición dedicada al Real de Esteiro se inicia con un Romance seguido de un Canto que el autor divide en dos Mediaciones con cincuenta octavas reales cada una. Se trata de un amplio poema descriptivo, de versos entusiastas y grandilocuentes, no siempre depurados, a veces serios y otros burlescos, en una línea a medio camino entre Quevedo y Góngora, en los que utiliza la comparación festiva y los juegos de palabras.

Las doce gradas del Apostolado (Siglo XVIII)

La composición poética está dedicada a la “Muy Ilustre Señora Doña Josefa Cayetana Pardo, Marquesa de San Saturnino y Señora de Baltar”, con la intención de ejerciese de mecenas de la obra y pagase su edición, propósito que no consiguió. A lo largo de las cuarenta y siete cuartetas del Romance inicial, que dirige a la citada marquesa, hace un versallesco y adulador panegírico de la noble ferrolana:

                       Mil cosas buenas he visto                     De las musas de Galicia

                      en Ferrol; pero en conciencia,              sois la madre en acogerlas

                       pues a vos no os ví, es mentira             y por eso en vos la mía

                       decir que ví cosa buena.                        busca su madre Gallega.


                                                                       Poema Real de Esteyro

La Mediación primera empieza con una barroca invocación a personajes mitológicos como las Nereidas, Ninfas y Driadas, alabando la belleza del puerto ferrolano, al que se dirige con el poético nombre de Puerto del Sol, como era conocido por los antiguos historiadores, describiendo la intensa actividad constructiva del astillero de Esteiro y la labor de los operarios llegados de diferentes lugares hasta completar los quince mil hombres que llegaron a trabajar en las obras del arsenal y astilleros:

Por el Puerto del Sol fue conocido      A poco trecho, para más adorno,

                                        el seno del Ferrol antiguamente,         el Real de Esteyro, población hermosa,

                                         título que, sin duda, ha merecido,       extendiéndose va por el contorno

                                         por ser vuestro palacio transparente. en mucha inmensa fábrica costosa.

En otro momento, Diego Cernadas glosa en sus versos la construcción simultánea de los doce buques del Apostolado, indicando sus nombres oficiales y el orden de puesta en quilla,  explicando luego sus sobrenombres de carácter religioso, todo ello con su florido vocabulario y su fácil y peculiar manera de versificar:

Allí se están á un tiempo construyendo         Vencedor es el nombre del primero;

doce naves de tan bella estructura,               al segundo le llamaron el Glorioso;

aunque á verlas por gradas va subiendo       al tercero le pusieron el Guerrero;

la admiración, no alcanza su hermosura.      al cuarto el Soberano, nombre honroso.

 

Eolo al quinto; Oriente al que numero      El nombre del undécimo es Brillante,

sexto; Aquilón al séptimo furioso;             Héctor el del duodécimo; mas viendo

al octavo Neptuno; y al noveno                 que el primor es en todos semejante,

Magnánimo; y Gallardo es deceno.           si es que a su perfección hermosa atiendo.


                                                            Vista del astillero de Ferrol

En la segunda Mediación hace un cántico del tamaño y la amplia capacidad de carga de los buques, describiendo con precisión los diferentes elementos utilizados en la construcción naval. Este hábil manejo del vocabulario pudo deberse a los conocimientos adquiridos por el clérigo ilustrado en los contactos previos que tuvo con marineros y carpinteros de ribera del puerto pesquero de Noia, villa cercana a la feligresía de Fruime donde Diego Cernadas ejercía de párroco:

                                        ¿Quién sabrá ponderar las prevenciones

de grímpolas, bonetas, gallardetes,

gumenas, andorinas y motones,

pinzotes, masteleros, giumbaletes,

cureñas (en que están por sus muñones

fixas las piezas, o los morteretes),

los guardafuegos, los guardacartuchos,

polipastos, garruchas y garruchos¿

A lo largo de la segunda Mediación, Diego Cernadas combina en su versos de  gran riqueza de vocabulario las andanzas de los personajes clásicos de la Mitología, los doce signos del Zodíaco que el autor hace corresponder a los doce buques del Apostolado, las siete maravillas del mundo y la coruñesa Torre de Hércules, finalizando con una serie de elogios al rey Fernando VI y al Marqués de la Ensenada por las extraordinarias obras llevadas a cabo en Ferrol:

     Quiera Dios, gran FERNANDO, que tu gloria,  Quiera Dios, marqués, que esta armada

     y la de la Fe tanto se adelante,                        las naves en las playas más remotas,

     que sea dada nave otra victoria,                     celebrando el favor de la ENSENADA,

     que un giro a todo el mundo dé triunfante.    vuelvan de honor cargadas, y de flotas.

Es de gran interés el soneto que dedicado “a las obras de Ferrol”, publicado en el tomo IV de sus citadas obras. En el soneto hace un nuevo canto al moderno astillero del Real de Esteiro, haciendo una expresiva descripción de la intensa actividad fabril desarrollada por los miles de trabajadores de todas las procedencias empleados en estas obras, citando de forma expresa la presencia de vizcaínos y bretones:

     De Ultonia, Hibernia y Flandes los Soldados      Vense bosques de troncos empinados

     se ven en Oficiales convertidos;                         entre selvas de robles abatidos,

     Vizcaya da maestros escogidos,                         confuso el Arsenal a los zumbidos

     Bretaña constructores realzados.                       de enxambres de peones afanados.

Al pasar los años se volvería diferente la situación de Ferrol y su  Arsenal. A principios del siglo XX, durante uno de los cíclicos períodos de crisis de Ferrol a lo largo de su historia, el 30 de enero de 1904 el periódico Diario Ferrolano publicaba la poesía “Doña Soledad Marina” firmada con el seudónimo de B.Iga. El autor fue el periodista, autor teatral y poeta Wenceslao Veiga y Gadea, director del semanario satírico El Otro. En sus versos se lamenta de la ausencia de la Escuadra del puerto ferrolano, por diversos motivos, con la consiguiente repercusión negativa en la vida ciudadana.  

      Da pena bajar al muelle,                        No hay buque disponible

      y contemplar la bahía,                           en donde arbolar su insignia,

      sin una nave que ostente                       y no le queda otro mástil ….

      el pabellón de Castilla.                           ¡que el mástil de la machina¡


Rodofo Ucha Piñeiro. Hijo adoptivo de Ferrol

Según se puede leer en la prensa, en un acto escenificado en el Auditorio de Caranza, el arquitecto nacido en Vigo, Rodolfo Ucha Piñeiro, tras la petición de numerosos ciudadanos y entidades de Ferrol, finalmente ha sido nombrado Hijo Predilecto de la ciudad donde ejerció de arquitecto municipal y dejo un abundante testimonio de su obra modernista repartida por las calles de la urbe. En la ilustración aparece al volante de su emblemático automóvil descapotable Renault.