La sociedad actual está cada vez más interesada en el conocimiento de la historia local, recuperando su memoria cultural y buscando en el pasado sus señas de identidad. El conocimiento del pasado enriquece el presente y permite que el futuro conozca sus raíces, dando a conocer y poniendo en valor el Patrimonio Cultural e Histórico de una ciudad.
Son numerosas las revistas de estudios locales publicadas en diferentes ciudades y villas de Galicia. Detrás de estas publicaciones suele haber una Biblioteca y un Archivo Municipal. En ocasiones un Centro de Estudios Locales y un Museo de la Ciudad, que complementan y constituyen los instrumentos de apoyo funcional de estas revistas de estudios.
Con referencia a la comarca de Ferrolterra y las comarcas cercanas, el interés por los estudios locales se refleja en la presencia de acreditadas publicaciones, algunas de laga actividad. Citándolas por cierto orden de cercanía geográfica a nuestra ciudad, se trata de la “Revista de Neda”, “Cátedra” de Pontedeume, “Terras do Ortegal” de Ortigueira, “Anuario Brigantino” de Betanzos, “Abrente” (Real Academia de Bellas Artes) y “Nalgures” (Estudios Históricos de Galicia), ambas de A Coruña, “Estudios Mindonienses” de Mondoñedo, “Compostellanum” (Estudios Jacobeos) y “Cuadernos de Estudios Gallegos”, ambas de Santiago, entre otras revistas que dan a conocer variados temas del arte, la cultura y la historia.
Revista “Estudios Mindonienses”
De estas publicaciones de estudios históricos, al menos la revista de “Estudios Mindonienses”, que cubre de forma esencial el territorio comprendido por la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol, acoge a diversos historiadores/as y estudiosos/as de nuestra ciudad tratan en sus páginas diversos temas de interés, muy concretos y determinados, referidos a la historia local de Ferrol.
El caso de la ciudad de Ferrol
En Ferrol, entrado el siglo XXI, aunque se viene editando en la ciudad varias publicaciones de variada índole, no se ha llegado a consolidar una auténtica revista de estudios locales, pese a la tradición ilustrada de la urbe, sus numerosas asociaciones culturales, la secular existencia de la Marina y la presencia de la Universidad hace más de veinticinco años. A mayor abundamiento, ya se ha comentado en ocasiones, Ferrol carece de un Museo de la Ciudad y de un Centro de Estudios Locales, que deberían ser los impulsores de una política cultural de carácter estructural, y que podrían servir de marco a esta revista.
En nuestra ciudad el Club de Prensa lleva editando más de 30 años la revista “FerrolAnálisis”, una publicación de contrastada calidad, pero con una desigual atención a los temas locales; alguien la definió como “distinta y distante”. No llegó a cuajar en su tiempo la revista “Papeis Ártabros”, un loable intento con dedicación a los temas locales. En su momento tuvo cierto interés la revista “Columba”, aunque muy restringida a determinada zona del municipio y de la que llevamos varios años sin tener noticias.
En otro aspecto algunas asociaciones y entidades
culturales publican revistas como “Atenea” (Ateneo Ferrolán), hoy desaparecida,
y “Poesía Galicia” y “Arte Galicia” (Sociedad Artística Ferrolana”, ambas muy
restringidas a los temas que su título indica. Otras entidades como Toxos e
Froles y Ferrol Metrópoli no llegaron a consolidar sus publicaciones, e incluso
las publicaciones “Arimathea” y “Ecce Homo”, de notable interés aunque
restringidas a los temas de la Semana Santa, dejaron de publicarse.
Una lección de historia
Sin embargo, a principios del siglo XX en Ferrol, al contrario de lo que hoy sucede, abundaban las publicaciones de carácter cultural e histórico. Entre ellas destacan dos cabeceras que significaron una notable aportación a la historia de Ferrol y comarca. Fueron el “Anuario Ferrolano” (entre los años 1901 y 1905), dirigido por Nicolás Fort, seguido del “Almanaque de Ferrol” (entre los años 1906 y 1910), dirigido por Leandro de Saralegui, ambas publicaciones editadas en la imprenta de El Correo Gallego.
En ambas publicaciones, además de sus respectivos directores, el primero Intendente del Ejército y el segundo Intendente de la Armada, colaboraron renombrados autores locales y foráneos, desde Díaz de Robles y Aurelio Ribalta a Martínez Salazar, o desde Andrés Comerma y Santiago de la Iglesia a Federico Maciñeira.
Anuario Ferrolano y Almanaque de Ferrol
Sus páginas trataron temas variados relativos a Ferrol y su comarca: los fueros y privilegios de la ciudad, el arsenal y las fortificaciones, la arqueología comarcal, la etimología de Ferrol, el monasterio de Xuvia, el castillo de Moeche, el santuario de Chamorro, el voto de Chanteiro, los orígenes de A Graña y Serantes, la invasión francesa o la expulsión de los jesuitas. De esta forma se pone de manifiesto la lamentable y vergonzosa carencia actual de una revista de estudios locales en la Ciudad Ensimismada de Ferrol.
La revista “Anuario Brigantino”
Entre las ya citadas revistas locales de estudios de Galicia destaca el “Anuario Brigantino”, una publicación de la ciudad de Betanzos, que inició su andadura el año 1948 de la mano de Francisco Vales Villamarín. Se trata de una revista de investigación histórica, artistica y antropológica, especialmente dedicada a la comarca de Betanzos, pero también tratando temas de interés gallego, siendo uno de ellos en especial el Camino de Santiago.
Revista “Anuario Brigantino”
El “Anuario Brigantino” ha estado dirigido desde el año
1983 por Alfredo Erias Martínez, director de la Biblioteca Municipal de
Betanzos y del prestigioso Museo das Mariñas. La publicación ha tenido una
especial atención con los miembros de este Foro de Amigos de Ferrol, publicando
en sus páginas trabajos relativos al Camino Inglés y a los cruceros comarcales
y a la historia de Ferrol.
Su director, Alfredo Erias Martínez, va a recibir un merecido homenaje en el Pazo de Santa Cruz de Mondoi este mes de septiembre de 2021, al jubilarse de la dirección de la revista tras 38 años ininterrumpidos al frente de la misma. Nacido en Abegondo, Erias Martínez se licenció en Geografía e Historia por la Universidad de Santiago, trabajando desde el año 1983 en el Archivo y Museo das Mariñas de Betanzos.
Alfredo Erias Martínez
Láminas de dibujos de cruceros. Alfredo Erias
Los verdaderos dueños y señores de Ferrol
Se viene repitiendo por los historiadores (as) y estudiosos (as) ferrolanos que desde los tiempos medievales la villa de Ferrol y su territorio circundante eran de la propiedad de los Andrade, los Lemos, los marqueses de San Sadurniño, los Froilaz-Traba y otras familias nobiliarias de la comarca.
Sin embargo, durante el siglo XVIII el arsenal de A Graña fue construido en terrenos pertenecientes al monasterio de Santa María de Sobrado, el astillero de Esteiro fue levantado en terrenos que eran propiedad del monasterio de Pedroso y las viviendas construidas en el barrio de la Magdalena fueron edificadas en terrenos propiedad del monasterio de San Martín de Jubia.
En el plano que se reproduce del año 1785, conservado en
el Archivo de la Catedral de Mondoñedo, se puede ver como el astillero de
Esteiro y varias instalaciones del barrio se construyeron en terrenos propiedad
del monasterio de Pedroso, como señala Enrique Cal Pardo en su publicación “El
monasterio de San Salvador de Pedroso”.
Construcción del astillero de Esteiro (Archivo Museo de Mondoñedo)
La publicación “Arriendos, aforos y títulos de propiedades en El Ferrol”, conservada en el Archivo Histórico Nacional, registra las numerosas propiedades que poseía en Ferrol el Priorato de San Martín de Jubia. Eran un total de 140 los inmuebles aforados en la ciudad: la mayoría en el barrio de la Magdalena, especialmente en las calles de la Iglesia, Magdalena, Real y Tierra, y el resto en Esteiro y Canido.
Dintel de Ferrol con la grabación del Foro de Jubia
Para que el monasterio de Jubia controlase sus
propiedades, se grabaron las iniciales F.D.J. (Foro de Jubia) en los dinteles
de las puertas de las casas obligadas a pagar ese foro. En el barrio ferrolano de la Magdalena todavía hoy se
conservan visibles varios de esos dinteles de granito con la inscripción
F.D.J.
En época medieval la comarca de Tierra y Mar de
Ferrol tuvo una intensa actividad monacal, siendo el lugar de influencia de
diversos monasterios, unos asentados en la propia comarca: San Martín de Jubia,
San Salvador de Pedroso y Santa Catalina de Montefaro, otros en la comarca del
Eume: San Juán de Caaveiro y Santa María de Monfero y, ya más alejado, en
Tierra de Melide, el de Santa María de Sobrado de los Monjes, además del propio
convento de San Francisco dentro de la villa de Ferrol.
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