80 AGUAS DE FERROLTERRA. EL RÍO BELELLE

  

El río Belelle, nacido en el barranco de la Cernada, parroquia de San Martiño de Goente, cerca de las fragas del Eume, recorre varios concellos de la comarca de Ferrolterra. A lo largo de su recorrido de 30 kilómetros por As Pontes, A Capela, Fene y Neda, hasta su desembocadura en la ría de Ferrol, recorre unas zonas de variada riqueza paisajística y ecológica y dispone de unas aguas de diverso aprovechamiento.

Además del interés de las aguas del río Belelle para la industria molinera y harinera, singularmente para el concello de Neda (“Río de Neda” le llamó el historiador Vázquez Rey) es de gran importancia histórica para Ferrol y su comarca el hecho de que el río Belelle sirvió para suministrar de agua potable a nuestra ciudad así como para proporcionarle la necesaria energía eléctrica. Las mejores aguas de Ferrolterra las llamó Montero Aróstegui.

Los molinos del río Belelle

Desde la Edad Media fueron numerosos los molinos existentes en el río Belelle, especialmente los situados en el concello de Neda desde el salto de la Fervenza hasta su desembocadura, varios de los cuales todavía se encuentran en función e incluso algunos habitados. Son los casos de los molinos del Cubo, de Canido, del Roxal, da Barcia, del Foxo, da Ribera y de Marraxón, entre otros.

Los molinos del río Belelle

Un caso especial de aprovechamiento hidráulico del río Belelle fue la fábrica textil de los hermanos Veiga, que comenzó sus trabajos el año 1844. El edificio donde se ubicaba la fábrica es el actual Pazo de Isabel II, hoy en estado ruinoso y pendiente de restauración; está situado en la localidad del Roxal, concello de Neda.

La actividad de la fábrica se centraba especialmente en la producción de lino, algodón y lona  para fabricación de las velas necesarias para los buques del Arsenal de Ferrol. La maquinaria necesaria para la fábrica era abundante, destacando especialmente tres turbinas hidráulicas que trabajaban en el cauce del río Belelle.

    Pazo de Isabel II

El Pan de Neda

Muy relacionado con las aguas del río Belelle está el conocido pan de Neda. Su tradición se remonta a la Edad Media, cuando comenzaron a construirse los primeros molinos. Como escribe Vázquez Rey en su obra “Crónicas nedenses y otros temas” su historia está unida a la decisión de Felipe II de construir en Neda las Reales Fábricas para fabricar el bizcocho y el pan para la Escuadra del Mar Océano y las escuadras de defensa de la costa gallega, aprovechando tanto la calidad del agua como la molienda de harina por los molinos del río Belelle.

La posterior construcción del Arsenal y astilleros de Ferrol originó que desde el siglo XVII y hasta principios del XIX Neda y Xuvia fuesen conocidas como la capital del trigo y la panadería de Galicia. Incluso se considera que la primera huelga en España se produjo el siglo XVIII (junio del año 1752) en Ferrol cuando a los trabajadores del astillero quisieron cambiarles el pan de Neda por el elaborado en el propio astillero.

La Fiesta del Pan de Neda es un importante evento gastronómico que tiene una concurrida presencia de visitantes. Aparte de degustarse la típica bolla de pan de Neda pueden degustarse otros productos como son el renombrado pan de huevo, los queiques y las cocadas.

                                                            Fiesta del Pan de Neda

Los astilleros de Neda y el escudo municipal

En las orillas del río Belelle, especialmente en la zona cercana a su desembocadura, se puede contemplar el clásico bosque de la zona atlántica, dotado de alisos, abedules y otras especies. En la zona de A Fervenza aparece  la típica fraga gallega, con buenos ejemplares de castaños y robles, dotados de una excelente y abundante madera.

Como recuerda Antonio Vázquez Rey, el historiador de Neda, gracias a esta abundante madera, en Neda hubo un importante astillero donde, entre otras, se construyó la nave de 200 toneladas, símbolo del escudo municipal, que durante la reconquista de Algeciras el año 1344 con su fuerte proa rompió la cadena de hierro que protegía su puerto. 

                                                            Escudo municipal de Neda

El Salto de la Fervenza, el agua potable y la corriente eléctrica de Ferrol

Desde pasados siglos las aguas del río Belelle fueron consideradas como las mejores del país tanto para la salud y la elaboración del pan como para el funcionamiento de molinos, la producción de energía hidroeléctrica, el blanqueo de hilazas y lavado del velamen de los buques, como escribe Montero Aróstegui en su “Historia y descripción de Ferrol” del año 1878.

En su recorrido hacia el mar se encuentra el salto de agua de la Fervenza, una espectacular cascada de unos 45 metros de altura, rodeada de bosques naturales de robles y castaños, con una serie de pozos naturales situados en su entorno.. Acompañada de la clásica leyenda de una gran serpiente, es especialmente visitada en otoño e invierno cuando es mayor la cantidad de agua que lleva.


  Fervenza del río Belelle

El año 1917 se publicó en Ferrol un “Estudio analítico, químico y bacteriológico del agua de Fervenza”, llevado a cabo por el médico Santiago de la Iglesia, director del Laboratorio Municipal de Ferrol, mereciendo las aguas del río Belelle las mejores calificaciones. Como consecuencia de ello se llevó a cabo el año 1920 la importante obra  de la “traída de aguas” desde la Fervenza a Ferrol.

Poco tiempo antes, el año 1902, un estudio del ingeniero Andrés A. Comerma, publicado en el Anuario Ferrolano de ese año con el título de Transmisión de Energía Eléctrica de la Fervenza a Ferrol, incidiendo en el aprovechamiento del salto de agua sobre el río Belelle para llevar la corriente eléctrica a Ferrol, que se materializó en la construcción de una central hidroeléctrica en el monte Marraxón..

El río Belelle visto por los pintores de Ferrol

El río Belelle fue un tema profusamente tratado por numerosos pintores ferrolanos. Dotados de sus pinceles y utensilios de pintura los diferentes artistas recorrieron el río, sus presas y cascadas, sus caminos, su vegetación y sus árboles, sus puentes y molinos, motivos que luego reflejaron en sus óleos y acuarelas.

  
    Leyra Domínguez                                          Ricardo Pena

                            González Collado                                             Castro Estévez


Historias locales. El Cine Galicia. Cine de la Zuecas

En plena carretera de Castilla, situado a medio camino entre el cruce de Fajardo y la carretera de San Juan, entre los años 1947 y 1973 estuvo funcionando el cine Galicia, conocido popularmente en Ferrol como el Cine de las Zuecas.

Dos son las teorías sobre el nombre popular que recibía. La primera era que al tratarse de un cine de fuera de puertas de Ferrol, dentro de una zona ruralizada, era frecuentado por mujeres que habitualmente llevaban zuecas como calzado. La segunda, sino más verosímil si más simpática, se debía a que en una película de “vaqueros” los indios perseguían al “chico”; para evitar que fuese atrapado, una señora del público le arrojó una zueca a los “indios”, produciendo la consiguiente rotura de la pantalla y posterior suspensión de la película. 

El Cine Galicia. Carretera de Castilla


Exposición sobre la imprenta Paramés

Emilio Paramés González nacido en Pontevedra el año 1879, emigró joven a Cuba regresando primero a Madrid y luego a Ferrol, donde ejerció sus dotes de dibujante y escritor. El año 1921, hace ahora 100 años, Emilio Paramés inauguró en el número 106 de la calle Real de Ferrol la imprenta de su nombre, falleciendo el año 1936.

Una exposición, recién inaugurada en el Centro Cultural Municipal de la calle del Hospital, muestra las obras y trabajos de la imprenta Paramés, incluyendo varias de las publicaciones editadas durante estos años. Siguiendo la tónica de la inoperante gestión cultural del Concello, la exposición no dispone del oportuno catálogo para el visitante.

                                                              Exposición de la imprenta Paramés

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