10 FERROL Y SU RELACIÓN CON EL PUERTO DEL SOL

 

 

EL PUERTO DEL SOL Y EL APELLIDO FERROL

Durante el siglo XIX historiadores ferrolanos como Benito Vicetto, Alonso López y Montero Aróstegui recogieron en su obra la tradición de la fundación de Ferrol el siglo V, coincidiendo con la presencia de los suevos en Galicia. Dichos historiadores, sin pruebas documentales, se hicieron eco de la antigua denominación de Ferrol como Puerto del Sol, y citando a autores clásicos, como Herodoto y Pomponio Mela, escribieron sobre la posibilidad de que la ría ferrolana fuera el lugar de asentamiento de la legendaria Ara Solís, dada las excelencias de la misma.

 Con referencia al topónimo Ferrol, cumple señalar que en el campo de la Heráldica el padre Crespo Pozo, en su obra Blasones y Linajes de Galicia (Santiago 1953), escribe sobre las armas del apellido Ferrol: “En Galicia, en azul un sol de oro. Son antiquísimas y de las primeras que se hallaron en recuperar España”. De modo coincidente, en el tomo 12 de la Gran Enciclopedia Gallega (Santiago-Gijón 1984), Seijas Vázquez escribe que Ferrol es un apellido gallego que trae por armas en campo de azur un sol de oro y de esa forma reproduce su escudo de armas. De alguna forma la Heráldica parece relacionar al Sol con el apellido Ferrol.

                                                                        Armas del apellido Ferrol 

LOS ESCRITORES CLÁSICOS Y EL PUERTO DE FERROL

Cabe pensar que el blasón heráldico del viejo apellido Ferrol, donde aparece como motivo principal un radiante sol, fuese el mismo que representa las armas del primitivo escudo de la villa de Ferrol, coincidiendo con lo escrito sobre el puerto ferrolano por el Licenciado Sagrario Molina en los versos, de gran verismo descriptivo en el fondo y de discutible fortuna poética en la forma, de su obra “Descripción del Reino de Galicia y de las cosas notables del”, editada en Mondoñedo el año 1550. 

                                                          Descripción del Reyno de Galicia. Año 1550

 En el Folio XXX. De los puertos de mar, recordando la relación de Ferrol con el astro sol, Sagrario Molina escribe:

Luego tras desto, vereys a Ferrol,

puerto estremado, que a todos ha popa,

pues puede afirmarse que en toda la Europa,

podemos a este pintalle por sol.

 Varios historiadores recogieron la antigua denominación de Ferrol como Puerto del Sol. En la época de la Ilustración insistió en este nombre el Cura de Fruime, Diego de Zernadas y Castro, singular viajero e incansable poeta de la clerecía ilustrada. El año 1754, tras su visita al Astillero de Ferrol, compuso la larga composición titulada “Real de Esteyro. Poema heroyco joco-serio”, dedicado a Josefa Cayetana y Pardo, marquesa de San Saturnino, elogiando las excelencias del puerto ferrolano, así como la construcción de la serie de doce buques conocida como “El Apostolado”.


                                                                    Diego Cernadas. Cura de Fruime

Precisamente en una de las estrofas del poema, Diego Cernadas se refiere a Ferrol como Puerto del Sol:

                                         Por el Puerto del Sol fue conocido

  el seno del Ferrol antiguamente,

  título, que, sin duda, ha merecido

  por ser vuestro palacio transparente.

 

LOS ESCRITORES MODERNOS Y EL SOL DE FERROL

 Un siglo más tarde, Leandro de Saralegui Fernández, conocido historiador local, publicó en el Álbum de la Caridad, editado por mor de los Juegos Florales celebrados el año 1861 en La Coruña, la poesía “Ferrol a su augusta Reina”, dedicada a la visita que hizo la reina Isabel II a Ferrol. En los versos iniciales de este poema aparece también la referencia al sol y su relación con la antigua ciudad:

     ? Veis, Señora, ese monte que faldea

    humilde población de antigua traza,

    tras cuya cima el sol se oculta siempre

    llevando en pos su trono de escarlata ¿

 


                                                                     Los astilleros y el Sol de Ferrol

 El año 1867, Domingo Díaz de Robles, militar y escritor ferrolano perteneciente a la generación de los Precursores, dio a conocer una serie de poemas en lengua gallega. La poesía titulada “Subín ao monte Brión”, recuerda el apelativo de Puerto del Sol que se venía dando desde tiempos antiguos a Ferrol:

                                               Ferrol, gran cunca de prata,

        que brila como un espello,

        sol entre os portos de Europa

        e por tan bon o primeiro.

 De la misma forma un escritor ferrolano del siglo XX, Ramón Goy de Silva, cultivador de diversos géneros literarios dentro del modernismo, en su poema “Ferrol” recuerda el sol y la lluvia de su ciudad:

                                       Nací en la tierra meiga de Galicia,

en la ciudad marina del Ferrol.

Allí juega la lluvia con el sol

haciendo de su lumbre una delicia.

 El clérigo y escritor de Viveiro, Enrique Chao Espina, reflejaba el tema del sol en un expresivo poema dedicado al escudo de armas ferrolano. En su composición el autor hace un juego de palabras con sol, el castillo y el farol del escudo ferrolano:

                                             Eres un navío anclado y son tus velas pendones,

      tus sirenas dos cañones sobre un cielo plateado.

     Y para sol de tu ría, levantas sobre la mar

     un castillo por altar: ¡Faro de la España mía!

 

EL HIMNO, LAS CANCIONES Y LOS REFRANES DE FERROL

 Resulta también de gran interés recordar el curioso y olvidado “Himno de Ferrol”, compuesto el año 1931 con letra del profesor Manuel Masdías y música de Felix Alonso. A lo largo del mismo también se hace referencia al sol en varias estrofas:

 Ferrol, hermosa ciudad

 de tanta beldad que la envidia el sol ……

 Hermosa ciudad …… Honor a Ferrol …….

 Yo quiero cantar tu gran hermosura

 en un ancho rayo …… un rayo de sol.

 

De principios del siglo XX es una conocida composición de las rondallas de las Pepitas titulada “Ferrol, donde yo nací”. De autor anónimo, su letra, con una referencia al “ardiente sol”, aparece en la publicación “Cantar en Ferrol”, donde Ramón Sánchez Dopico recopiló el año 1992 más de 500 canciones de las rondallas de Ferrol. 


                                                                Cantar en Ferrol. R. Sánchez Dopico

Precisamente la portada de dicha publicación, obra del pintor José González Collado, aparece presidida por ese sol al que alude la letra de la canción popular:  

    Ferrol, Ferrol, Ferrol,

   donde yo nací

   bajo un ardiente sol.

   Valle donde yo aspiré

   el perfume de amores

   de una bella mujer.

No podía quedar ausente la pintura ferrolana en esta muestra sobre la relación del sol con muestra ciudad. El cuadro de Rafael Romero es una excelente muestra artística de la permanente presencia del astro sol en la costa ferrolana.


Rafael Romero. El sol en la costa ártabra

 El astro rey siempre estuvo presente en el imaginario popular ferrolano, en las canciones y refranes del pueblo, así como en las leyendas y tradiciones de la ciudad y comarca de Ferrolterra, apareciendo el topónimo Porta do Sol tanto en Ares como en Valdoviño. En lo que a Ferrol se refiere lleva el nombre de Sol una calle de la zona alta del histórico barrio de la Magdalena.  

 Muchos ferrolanos recuerdan el refrán popular: “Cando chove e fai sol, anda o demo por Ferrol” o aquel inefable eslogan publicitario, hoy en el monte del olvido, “Ferrol tiene playas, marisco y sol”, ganador de un concurso municipal el año 1964. Tenemos también el caso de la vieja copla popular citada por Domingo Díaz de Robles, gran conocedor del folclore local, en el Anuario Ferrolano para 1903:

         En el mar se crían peces,

         en la orilla caracoles,

         y en las calles de Ferrol

                                                 muchachitas como soles.

Para rematar, volviendo al campo histórico, se acompaña la fotografía de una pieza esculpida que se conserva en el cercano monasterio de Santa Catalina de Montefaro de Ares, que aparece decorada con un antiguo y sugestivo disco solar de rayos ondulantes, que se reputa procedente de una construcción anterior. Acaso perteneciente a un Altar del Sol (Ara Solís) ¿.

 


                                                                          Disco solar de Montefaro

 Se ha mostrado en estas páginas una serie de referencias geográficas, heráldicas, artísticas, literarias, populares e históricas, como muestra de la permanente relación mantenida por Ferrol con el Astro Rey y el continuo deseo del pueblo ferrolano de que el Sol, fuente de vida, brillase y diese lustra a nuestra ciudad.

En cualquier caso, nos encontramos ante la disyuntiva de una tradición hermosa y deseada de que Ferrol fuera el famoso Puerto del Sol de la antigüedad y una realidad más prosaica que parece negar la verosimilitud de tal posibilidad. Pero, al menos, digamos con nuestros vecinos italianos: “Si non e vero, e ben trovato”. O quizás deberíamos aplicar el refrán español: “Dime de que presumes, y te diré de que careces”.


9 SAN JULIÁN, EL CONFUSO PATRONAZGO DE FERROL DE LA ILUSTRACIÓN

 


PRIMERA CITA DE SAN JULIÁN DE FERROL

La primera mención histórica  de la feligresía de San Julián de Ferrol aparece en un documento perteneciente a la Colección Diplomática del monasterio de San Martín de Jubia, datado el 30 marzo de 1087, tratándose de una escritura de venta de terrenos realizada en las cercanías de Ferrol,

Una copia de dicho documento, realizada el siglo XIII, se encuentra guardada en el Archivo Histórico Nacional y fue dada a conocer por el profesor ferrolano Santiago Montero Díaz en su obra “La Colección Diplomática de San Martín de Jubia”, publicada el año 1935.

Otra copia de ese mismo documento, en este caso datada el siglo XVIII y archivada en la Real Academia de la Historia, había sido reproducida anteriormente por el escritor ferrolano Domingo Díaz Robles en el “Anuario Ferrolano para 1904”. En todo caso se desconoce el lugar donde se encuentra el documento original del año 1087.


                                       Copia del documento del año 1087. Colección Diplomática de Jubia


SAN JULIÁN DE ANTIOQUÍA, PATRÓN DE FERROL

La hagiografía cristiana reconoce hasta treinta y tres advocaciones de San Julián (en gallego Xián/Xiao; en época medieval Giao/Juliano), celebrándose su festividad entre el 7 de enero y el 9 de diciembre. Al igual que en otros muchos lugares de Galicia y España se produce cierta confusión por esta abundancia de advocaciones, no existiendo unanimidad acerca de cual de los santos que llevaron el nombre de Julián puede ser el patrón original de la villa de Ferrol.

Para diversos historiadores en el origen de la iglesia parroquial de Ferrol, de la que hay noticias desde el año 1087, está San Julián de Brioude o de Vienne, militar romano, mártir del siglo IV junto con San Ferreol, representado como soldado romano con espada, un santo ligado a los cultos priscilianistas, que en época medieval dio su nombre a una serie de iglesias y capillas de la cornisa cantábrica, incluida Galicia.   

La nueva iglesia de San Julián, construida en el barrio de la Magdalena, que remplazó a la medieval situada en Ferrol Vello, derribada a causa de las obras del foso del Arsenal, se abrió al culto la víspera del Corpus Christi del año 1772. En el retablo del altar mayor se colocó una efigie de San Julián, vestido de caballero con casaca, calzón corto y sombrero de picos.

Según el historiador Montero Aróstegui, que hizo un exhaustivo estudio de la identidad del posible patrón de Ferrol, durante la visita pastoral que realizó a Ferrol el año 1786, Francisco Cuadrillero, obispo de Mondoñedo, “mandó se vistiese a la romana” (con una larga túnica) a San Julián, para evitar lo que consideraba una fea costumbre de vestir a los santos de forma poco adecuada.

De esta manera, se colocó la imagen de San Julián de Antioquía en el retablo del altar mayor de la Concatedral ferrolana junto la de su esposa Santa Basilisa, vestidos ambos de traje talar. Este hecho, unido a que se trajeron a Ferrol varias reliquias desde el monasterio de San Julián de Samos, oficializó a San Julián de Antioquia como patrón de la iglesia ferrolana.

San Julián y Santa Basilisa. Retablo de la Concatedral de Ferrol

Estas imágenes son tallas de estilo barroco clasicista, de formas dinámicas, vestidas de largas túnicas de pliegues, con la palma del martirio en la mano izquierda y una cruz en la mano derecha. Con esta actuación el obispo actuó en contra del sentir popular, que consideraba como patrón ferrolano a San Julián de Brioude, compañero de San Ferreol.  El hecho originó cierta conmoción y el rechazo de los fieles de Ferrol, dado que significaba el cambio de un santo que estaba arraigado en el pueblo ferrolano como el antiguo patrón de la vieja iglesia de San Julián de Ferrol Vello.

En varios lugares del nuevo templo se colocaron distintos emblemas de San Julián de Antioquía mostrando sus atributos (cruz, corona radiante, palma y sable o espada como símbolo del martirio), que tienden a reforzar este nombramiento de patrón de Ferrol. Es el caso de dos tallas policromadas originales del siglo XVIII, una de ellas colocada sobre el tornavoz del púlpito de la iglesia y la otra situada en el frontal de la mesa del altar mayor de la iglesia.

Símbolos de la Concatedral de San Julián de Ferrol


OTRAS IMÁGENES DE SAN JULIÁN

Contribuyendo a esta ceremonia de la confusión, en la concatedral ferrolana se conservan una imagen tallada y un retrato pintado de otras dos advocaciones del posible titular del templo. Una talla de madera, obra del escultor ferrolano Guillermo Feal en los años 1950, lo representa como militar romano, tratándose posiblemente de San Julián de Brioude. Por su parte un cuadro pintado al óleo, una obra del siglo XIX, de corte clásico y elegante, representa a San Julián vestido de una túnica blanca, pudiendo ser en este caso San Julián de Toledo.

Retratos de San Julián. Concatedral de Ferrol

Cumple recordar que en el año 1901 el historiador Leandro de Saralegui escribió que realmente fue San Julián de Toledo el patrón original de la iglesia parroquial de Ferrol, abonando la tesis su condición de mártir y el hecho de celebrar su festividad el 7 de enero, coincidente con la fecha en que se celebraba desde tiempo atrás el patrón de la ciudad.


LA CELEBRACIÓN DEL PATRÓN DE FERROL

El nombramiento oficial de San Julián como patrón de Ferrol tuvo lugar el mismo año 1786. Como registra el correspondiente Libro de Actas del Concello ferrolano, el 5 de enero de ese año el entonces Alcalde Mayor Álvarez Caballero estableció de forma oficial que el día 7 de enero “se celebrase anualmente la Función del Voto de San Julián como patrón de la villa”, sin especificar de que advocación de San Julián se trataba. De esta manera se empezó a celebrar esta festividad religiosa por el Ayuntamiento, que  incluía la iluminación de la fachada de San Julián y fuegos de artificio.

También a principios del siglo XIX se estableció la costumbre, sin motivación conocida, de la degustación de arroz con leche el día 7 de enero, iniciativa atribuida al canónigo ilustrado ferrolano  Manuel Fernández Varela, miembro de la Real Academia de la Historia y Hermano Mayor del Hospital General de Ferrol.

Retrato del canónigo Manuel Fernández Varela

Esta celebración del patronazgo de San Julián fue decayendo en el tiempo como festividad de arraigo ciudadano en Ferrol, siendo sustituida por los festejos laicos organizados desde el año 1896 en la semana alrededor del 31 de agosto, día de San Ramón, patronímico del Marqués de Amboage, ilustre personaje nacido en la urbe y creador de una Fundación Benéfica. Hoy en día, mientras tratan de mantenerse los beneficios económicos de la Fundación de Amboage, los festejos veraniegos de su nombre han perdido prácticamente su entidad.

Actualmente en Galicia hasta 122 parroquias están bajo la advocación de San Julián, de ellas 27 pertenecientes a la diócesis de Mondoñedo-Ferrol. Mientras en Ferrol no existe un acuerdo unánime sobre el patronazgo de la ciudad, una gran parte de las parroquias gallegas reconocen como titular a San Julián el Hospitalario, normalmente representado como cazador, incluso con una escopeta, estando considerado el patrón de los caminantes, aunque para algunos se trata de un personaje más legendario que real.

8 EL ORIGEN DE LA BANDERA DE LA CIUDAD DE FERROL

 


EL ORIGEN MARÍTIMO DE LAS BANDERAS

Aunque las banderas y estandartes usados por los ejércitos existen prácticamente desde el comienzo de la Historia, las banderas que representan a territorios definidos, sean nacionales, regionales o municipales, realmente tomaron cuerpo durante los siglos XVIII y XIX. Muchas de ellas tienen su origen en las banderas o enseñas izadas por los buques en su arboladura, tanto navíos de guerra como barcos mercantes. Este origen naval es precisamente el de las banderas  de España, de la Comunidad de Galicia y de la ciudad de Ferrol.

LA BANDERA NACIONAL DE ESPAÑA

La actual bandera nacional de España fue creada oficialmente el año 1843, reinando Isabel II, teniendo un previo origen naval. En el siglo XVIII, al llegar al trono de España la dinastía de los Borbones en la persona del rey Felipe V, la Marina Española utilizó una bandera oficial, que consistía en un fondo blanco (el propio de la casa de Borbón) con el escudo de armas centrado.

Dada la confusión generada con las banderas marítimas de estados como Francia o Gran Bretaña, que también usaban el fondo blanco, el rey Carlos III mandó utilizar a la Armada el año 1785 una bandera de dos franjas roja y una gualda (incorporando el escudo de España los buques de guerra), que se reconoció como la bandera nacional de España el año 1843, durante el reinado de Isabel II.

Banderas y gallardetes navales de España, año 1785


LA BANDERA DE LA COMUNIDAD DE GALICIA

La mayoría de las versiones sobre la procedencia de la bandera de Galicia apuntan a un origen marítimo. La Real Orden de 30 de Julio de 1845 asignó las banderas y pabellones a las provincias marítimas españolas, adjudicando a los buques de A Coruña una bandera blanca con las aspas en azul de la Cruz de San Andrés. Al tener la Marina Imperial Rusa un pabellón idéntico, la protesta de su gobierno originó que se modificase la bandera coruñesa, suprimiendo uno de los dos brazos azules de la cruz.

 Los abundantes emigrantes gallegos de la época que llegaban embarcados desde el puerto coruñés y los gallegos residentes en La Habana veían esta nueva bandera en los buques matriculados en la provincia de A Coruña. Debido a ello se extendió la creencia de que este pabellón era la bandera de la Comunidad de Galicia, por lo que se hizo oficial esta bandera presidida por el escudo gallego colocado en su centro.



 Bandera marítima de A Coruña y Bandera de Galicia

LA BANDERA DE LA CIUDAD DE FERROL

En el caso de la bandera de la ciudad de Ferrol, como pasa con numerosas ciudades y villas costeras, estamos ante una nueva enseña que tiene un origen marítimo. Los buques matriculados en estas ciudades marítimas debían izar en su tope mayor la bandera o pabellón que indicase su matrícula marítima, de acuerdo con la antes citada Real Orden fechada el 30 de Julio de 1845.

El pabellón marítimo correspondiente a Ferrol quedó establecida en ese año 1845 como una bandera jaquelada o ajedrezada en azur y plata, para lo cual se considera dividida la enseña en cuatro fajas horizontales y cinco verticales, resultando de esa forma veinte cuadrículas que van alternando los colores blanco y azul, de tal forma que este último sea el correspondiente al inicial, considerando como tal el primero alto empezando por la izquierda.


                                                         
Banderas de las provincias marítimas españolas

 

De esta forma, incorporando el escudo de la ciudad a la bandera marítima, quedó instituida la bandera de Ferrol y aunque no se conoce la disposición o el acta de la sesión municipal por la cual esa enseña pasó a convertirse en la bandera de la ciudad, posiblemente lo fue con motivo o a partir del título de ciudad concedido a Ferrol el 13 de octubre del año 1858, tras la visita realizada por la reina Isabel II.

El diseño del escudo incorporado en el centro de la bandera aparece rodeado de una orla vegetal y timbrado con una inadecuada corona marquesal, elementos ambos que no aparecían en la definición original del escudo llevada a cabo en la sesión municipal del 22 de Junio de 1778. Sin embargo, esta versión del blasón de la ciudad es la que centra desde hace años los colores de la bandera de Ferrol que aparece colocada en diversos edificios oficiales y lugares públicos de la ciudad, caso del balcón del edificio del Concello de la plaza de Armas,  donde está colocada junto con las banderas de Galicia, España y Europa.

    Bandera y escudo de la ciudad de Ferrol


                                                                   Edificio del  Ayuntamiento de Ferrol


ESCUDOS DEL TERCIO DEL NORTE Y DEL  RACING CLUB DE FERROL

La bandera de Ferrol aparece colocada en la parte alta de los escudos del Tercio Norte de Infantería de Marina y del equipo de fútbol de la ciudad. Las fuerzas del Tercio Norte se encuentran ubicadas desde el año 1771 en el Cuartel de Nuestra Señora de Dolores, más conocido como Cuartel de Batallones. En la parte alta de su escudo, debajo de la corona real, aparecen la bandera de la ciudad y un ancla.

El Racing Club de Ferrol fue fundado el año 1919. Su escudo lleva en su parte superior la bandera de Ferrol, incorporando desde el año 1939 la Cruz de Santiago, con motivo de haberse proclamado campeón de Galicia. El escudo del Real Club Celta de Vigo y el del equipo ferrolano son los únicos de la Comunidad Galega que incorporan la Cruz de Santiago.

Escudos del Tercio Norte y Racing Club de Ferrol

 


7 FERROL. LA CONCESIÓN DEL TÍTULO DE CIUDAD

 



LA ESTANCIA DE ISABEL II EN FERROL. VISITA AL ARSENAL Y A LA CIUDAD

Prevista la visita de la reina Isabel II al Arsenal Militar, la Armada de encargó de decorar las dependencias militares, colocando una arcada adornada con varios juegos de anclas en el interior de la Puerta del Dique y levantando varios pabellones dotados de palcos en el Arsenal y Astillero, mientras preparaba la exposición de diversas piezas elaboradas en los talleres ferrolanos.

El día 2 de septiembre, segundo día de estancia en Ferrol, la familia real embarcó en la Falúa Real para presenciar en las gradas del Apostolado la botadura de la goleta “Diana”, visitando a continuación las instalaciones del Astillero y comiendo en el interior de la amplia Sala de Gálibos, para regresar seguidamente a su alojamiento de Capitanía General.

Interior de la Sala de Gálibos. Siglo XIX


Por la tarde, los Reyes de España, rompiendo el protocolo, recorrieron en calesa las calles y plazas de la ciudad, parándose en diferentes lugares, siempre rodeados de una numerosa concurrencia de vecinos. Por la noche, una vez encendida la iluminación de gala en Capitanía General, tuvieron que salir a saludar desde el balcón en varias ocasiones.

LAS ÚLTIMAS JORNADAS  DE LA FAMILIA REAL

El día 3 de septiembre la familia real realizó una nueva visita al Arsenal del Dique, visitando los talleres de maestranza y la factoría de máquinas de vapor, asistiendo a la botadura de la corbeta de propulsión mixta “Narváez”.  Por la noche asistieron a un concurrido espectáculo que incluía un simulacro de combate naval y una suelta de globos aerostáticos.

El siguiente día 4 los representantes del consistorio municipal fueron recibidos por la reina Isabel II, solicitando para Ferrol la concesión para Ferrol del título de ciudad. En su exposición, que reproduce Montero Aróstegui en su Historia de Ferrol, se apoyan en la importancia de sus instalaciones navales, la larga historia de la urbe y el hecho de ser una de las principales poblaciones de Galicia. El  5 de septiembre, tras asistir a una función religiosa en la iglesia de San Julián, la comitiva real se trasladó a La Coruña a bordo de la fragata “Petronila”.  

Vista de la ciudad y puerto de Ferrol. Siglo XIX


LOS POETAS DE FERROL Y LA VISITA REAL

Fueron numerosos los poetas ferrolanos que saludaron con sus versos en gallego y castellano la presencia de la reina Isabel II en Ferrol. Este fue el caso de las composiciones de Víctor Marín (A S.M. la Reina), Romualdo Casal (Norabóa), Quintín García y Calvo (Sonetos a S.M. la Reina y a S.A.R. Dª María Isabel Francisca), Francisco Jesús Calvo (A Sus Majestades en Ferrol), Joaquín Guerrero (El pueblo ferrolano), Jesús Gayoso (A la visita de la Reina Isabel II) y Leandro de Saralegui (Ferrol a su augusta Reina).

Una de las composiciones más conocidas, obra de Santiago Montenegro editada por la imprenta Taxonera, fue la titulada “A la entrada de S.M. la Reina Doña Isabel II en Ferrol”:


Estos versos de bienvenida a la Reina y la Familia Real  por parte de los poetas ferrolanos fueron posteriormente publicados en el Album de Caridad, editado con motivo de los Juegos Florales celebrados el año 1861 en La Coruña.




EL RECUERDO DE LA VISITA DE ISABEL II

Como recuerdo de la visita realizada por la reina Isabel II se colocó una placa en la parte alta de la Puerta del Parque del Arsenal de Ferrol, situada debajo del escudo con las armas reales de Felipe V, procedente de la portada del antiguo Arsenal de la Graña, desde donde vino trasladada. La placa muestra una leyenda que indica que durante los primaros cinco días de septiembre de 1858 visitó Ferrol y su arsenal la reina Doña Isabel y la real familia.

Placa de la visita de la reina Isabel II


LA CONCESIÓN A FERROL DEL TÍTULO DE CIUDAD

La Reina concedió su beneplácito y acogió con interés la petición de concesión del título de ciudad para Ferrol, prometiendo apoyarla en lo que fuese posible. Así lo hizo y pronto se materializó esta petición. El 13 de octubre del mismo año 1858 Isabel II firmó un Real Decreto concediendo a Ferrol el título de Ciudad y el tratamiento de Señoría Ilustrísima a su Ayuntamiento. El siguiente 19 de octubre un Bando Municipal, firmado por el alcalde Ramón de Ocampo, informaba a la ciudadanía de esta concesión.

Bando de la Alcaldía de Ferrol


EL COMPORTAMIENTO POSTERIOR DE LA CIUDAD DE FERROL

Aunque la visita real significó un reconocimiento histórico de la urbe y la concesión del título de ciudad, con el correspondiente despegue económico de la población, los acontecimientos políticos posteriores en los que tomó parte Ferrol significaron un deterioro evidente de la imagen de la Corona en la ciudad.

La rebelión de Pozas. Arsenal de Ferrol


Este fue el caso de la participación de Ferrol en la sublevación militar de septiembre de 1868, la conocida como la Revolución Gloriosa, que destronó y condenó al exilio a Isabel II, siendo precisamente Ferrol una de las primeras ciudades que se unió a esta rebelión.

Posteriormente, en octubre de 1872, el Arsenal de Ferrol fue el lugar donde se llevó a cabo un levantamiento republicano, que resultó fallido, dirigido por el brigadier catalán Bartolomé Pozas, que fue abortado por las tropas enviadas por el entonces Capitán General de Galicia Sánchez Bregua.

 

6 FERROL Y LA VISITA DE LA REINA ISABEL II

 

                                                                    

EL SIGLO XIX EN FERROL

Como resultado  de la pérdida del imperio colonial y de las guerras napoleónicas, la primera mitad del siglo XIX significó un período crítico y de declive en la historia de Ferrol. Sin embargo, siendo reina Isabel II, el desarrollo del plan naval auspiciado por Mariano Roca de Togores, marqués de Molíns, a partir del año 1847 y su posterior visita como ministro de Marina el año 1853 trajo consigo la recuperación de la Armada y de la actividad industrial de la ciudad.

La reina Isabel II de Borbón


LA LLEGADA DE LA REINA ISABEL II

En este contexto se produjo la visita de la Reina Isabel II a Ferrol, acompañada de su esposo, su primo el infante Francisco de Asís, y de su hijo,  el infante Alfonso, futuro rey Alfonso XII. La familia real II llegó por mar a Ferrol, primera etapa de su viaje a Galicia, en la mañana del 1 de septiembre de 1858 a bordo del vapor “Isabel la Católica”, procedente de Gijón.

El buque que conducía a la Reina y su séquito entró en la ría de Ferrol acogido por las salvas de bienvenida de los castillos y las baterías defensivas, siendo saludado por las dotaciones de los buques de la escuadra, que le esperaban engalanados y fondeados en aguas de la ría, mientras acompañaban al vapor que llevaba a la familia real numerosos botes y falúas.

Llegada a Ferrol de Isabel II. Portada del diario “El Miño”


EL RECIBIMIENTO DE LA CIUDAD

Una vez que la Reina Isabel II desembarcó en los muelles del Arsenal Militar, donde fue recibida de forma entusiasta por las personas que allí la esperaban, la familia real se trasladó en un carruaje a la Puerta del Dique donde se había levantado un elegante pabellón en el que se encontraban las autoridades del Reino de Galicia, provinciales y locales.

La Reina fue recibida por el estruendo de los cañones de la batería del parque, el fragor de los  fuegos de artificio, el repique general de las campanas y los sonidos de las bandas de música. Tras las honras militares  y los discursos de bienvenida, el gobernador militar le hizo entrega a Isabel II de las llaves de la plaza.

Las tropas de la guarnición de Ferrol cubrían la carrera desde la Puerta del Dique hasta la iglesia de San Julián, en cuya entrada el Obispo de la Diócesis aguardaba a la familia real. El templo se encontraba lujosamente adornado, los suelos cubiertos con alfombras, los púlpitos con adornos dorados, las naves decoradas con lucernas y un lujoso dosel  colocado en el presbiterio.

Una vez llegada a San Julián la familia real y su comitiva la Reina Isabel II penetró bajo palio en el interior del templo hasta situarse bajo el dosel, donde asistió a los oficios religiosos que remataron con un tradicional Te Deum de acción de gracias. A continuación la familia real se dirigió a su alojamiento en el Palacio de Capitanía General, entre las ovaciones de los ferrolanos a su paso. Después de recibir en el Salón del Trono a las Autoridades y a los representantes de los Ayuntamientos de la comarca de Ferrol, salieron al balcón para presenciar un desfile militar antes de retirarse a descansar.


ALOJAMIENTO EN EL PALACIO DE CAPITANÍA GENERAL

Cuando la Reina Isabel II visitó Ferrol el año 1858, el sobrio edificio clasicista de Capitanía General, construido el año 1750, se había transformado en una lujosa residencia real, a lo que había contribuido la sociedad ferrolana de la época aportando modernos muebles y alfombras, mientras que varias estancias del Palacio se prepararon para convertirlas en cuartos privados de la familia real

Capitanía General. Salón del Trono

Durante la visita real se acondicionaron diversas salas y dependencias del edificio de Capitanía General, como fue el caso del elegante Salón del Trono utilizado para las recepciones públicas. De la misma forma se acondicionó el espléndido Comedor de Gala para el séquito real y los numerosos invitados, caso de las autoridades civiles, militares y de la zona, mientras la fachada del Palacio de Capitanía se adornaba de numerosas banderas y se dotaba de una llamativa iluminación nocturna.


EL ARCO DE TRIUNFO DE LA CASA CONSISTORIAL

La visita de Isabel II tuvo también una importante repercusión dentro de la propia urbe. Como recuerdo de la visita real se levantó por el Ayuntamiento de Ferrol un llamativo Arco de Triunfo en un lugar contiguo a la Casa Consistorial. En el citado Arco de Triunfo se colocaron unas placas presididas por el escudo nacional y las armas de Ferrol.

Las placas llevaban una serie inscripciones que incidían en los hechos relevantes para la ciudad, llevados a cabo en tiempos de Isabel II, y sendas poesías dedicadas a  la Reina y al Príncipe de Asturias, además de una relación de nombres de personajes históricos que trabajaron por Ferrol.

Arco de Triunfo en honor de Isabel II


Inscripciones y versos del Arco de Triunfo