La creación en Ferrol el año 1921 de la editorial Céltiga propició la salida a la luz de una reconocida colección de publicaciones en lengua gallega, que jugaron un notable papel en la difusión del idioma y la literatura gallega, dentro del programa cultural propugnado en aquellos momentos por las emergentes Irmandades da Fala.
CONSTITUCIÓN EN FERROL DE IRMANDADES DA FALA
La constitución de las Irmandades da Fala en Ferrol supuso un importante impulso al movimiento nacionalista que se gestaba en las principales ciudades y villas de Galicia. El nacimiento de las Irmandades fue el resultado de la evolución de las ideas provincialistas y regionalistas propias del siglo XIX, comprendiendo a personas de muy variada condición social e ideología política, pero bajo el denominador común del amor a Galicia, la defensa de su cultura y la propagación de la lengua gallega.
Ferrol fue uno de los primeros lugares donde se afincó este movimiento, contando con un importante respaldo social y el apoyo de personas ligadas a entidades como el Coro Toxos e Froles y la rondalla Airiños da Miña Terra. El 11 de Febrero de 1917 una delegación coruñesa de Irmandades da Fala, presidida por Antón Vilar Ponte y Manuel Lugrís, realizó un concurrido mitin en el Salón Amboage.
Placa de aniversario
El siguiente 15 de abril tuvo lugar una reunión en el local social de Airiños, entonces número 32 de la calle Real, creando la sección local de Irmandades. El Consejo Local de Irmandades da Fala quedó formado por el médico coruñés afincado en Ferrol Xaime Quintanilla, como consejero primero, el maestro García Niebla, consejero segundo, el autor teatral Euxenio Charlón Arias, secretario contador, y el médico y poeta Francisco Cabo Pastor, tesorero. Una placa colocada en la calle Real recuerda el centenario de esa reunión.
Las Irmandades da Fala de Ferrol desde diciembre de 1917 publicaron
un boletín titulado Galicia. Boletín Rexionalista.
Entre los miembros y propagandistas de las Irmandades estuvieron personajes del
mundo cultural y social de Ferrol, como Rodrigo Sanz, Seoane Pampín, Emiliano
Balás, Manuel Comellas, Cayetano Vaello, Amor Soto, Camilo Díaz Baliño, García
Pereira y Emilio Bidegaín, varios de ellos ligados al coro Toxos e Froles.
LA EDITORIAL Y LA COLECCIÓN CÉLTIGA
El año 1921, en el seno de Irmandades da Fala, se fundó la Editorial Céltiga, dedicada a la publicación de obras en lengua gallega. Presidida por Xaime Quintanilla, figuraban Manuel Morgado como administrador, Álvarez do Castelo como secretario y Ramón Vilar Ponte, que entonces dirigía en Ferrol El Correo Gallego, como gerente. Xaime Quintanilla desarrolló un extenso trabajo como director, autor dramático y actor, presidiendo el Coro Toxos e Flores y colaborando con numerosas asociaciones culturales de Ferrol.
Como recuerda Guillermo Llorca en Historia da prensa ferrolá, en la corta vida de editorial Céltiga, entre los años 1922 y 1923, cuando llegó la Dictadura de Primo de Rivera, se publicaron 16 títulos, editados en la imprenta y tipografía El Correo Gallego de la calle Real 139-141. La editorial comenzó su trabajo publicando tres obras de teatro: Alén de Xaime Quintanilla, Mal de moitos y Trato a cegas de Charlón e Hermida, y Trebón de Armando Cotarelo. Se trataba de unas publicaciones de pequeño formato, con un tamaño de 19 x 13´5 centímetros.
El primer trabajo editado por Céltiga fue Alén, una comedia dramática de Xaime Quintanilla (1898-1936), calificada de “exótica” en su momento, ilustrada por Álvaro Cebreiro. Se trataba de un original ensayo de teatro poético e intimista que tenía por escenario la ciudad de Nueva York.
A continuación se publicaron Mal de moitos y Trato a
cegas, obras escritas de modo conjunto por Euxenio Charlón Arias
(1889-1930) y Manuel Sánchez Hermida (1888-1940), conocida pareja ferrolana de
escritores y actores. Ambas obras consistían en los llamados “parrafeos”, una
especie de sainetes satíricos con dos personajes en escena que hablaban de modo
festivo y coloquial.
La tercera de estas publicaciones fue Trebón, obra de Armando Cotarelo Valledor (1879-1950), miembro de la Real Academia de Historia. Se trataba de una farsa dramática de tema labriego, ambientada en una aldea montañesa, que narra con lenguaje coloquial el final feliz de unos amores azarosos.
Desde marzo de 1922 hasta enero de 1923 las publicaciones incorporan el subtítulo de “Novela mensual ilustrada”, editándose una serie de 13 pequeños libros de atractiva presentación y de formato ligeramente inferior al anterior, con un número variable de páginas, desde 24 a 66, y un precio de 30 céntimos, que llegaba a 50 céntimos los números extraordinarios.
Alfonso R. Castelao.
Xaime Quintanilla
El segundo ciclo se inicia con los relatos Un ollo de vidrio de Alfonso R. Castelao y Saudade de Xaime Quintanilla. El primero, subtitulado Memorias dun esquelete, constituye la primera aportación a la literatura gallega del polifacético ensayista Rodríguez Castelao (1886-1950), siendo la cubierta y las ilustraciones obras del propio autor. El relato Saudade fue la única novela publicada por Xaime Quintanilla (1898-1936). Con una portada de Imeldo Corral, está escrita en una prosa poética de numerosos modismos dialectales.
La colección continuó con O novo xuez de López Abente y A i-alma de Mingos de Francisca Herrera. La primera era una obra costumbrista del escritor de Muxía, Gonzalo López Abente (1878-1963), miembro de Irmandades da Fala y apasionado cantor de la Costa da Morte. La segunda era una novela corta de la escritora coruñesa Francisca Herrera Garrido (1869-1950), primera mujer que entró en la Real Academia Galega, dentro del movimiento romántico iniciado en Galicia por Rosalía de Castro.
Siguen las obras de dos escritores ferrolanos y un tercero afincado en la ciudad: A custureira de García Pereira, Semprenoiva de Cabo Pastor e A Santa Compaña de Nóvoa Santos. El relato titulado A custureira, ilustrada por Carmelo González, fue publicado por Nicolás García Pereira (1900-1934), escritor natural de San Xoán de Filgueira, novelista y autor teatral de corta vida perteneciente a la generación del veinticinco, con una obra poética dentro de la escuela de Ramón Cabanillas.
García Pereira. Nóvoa Santos. Cabo Pastor
La publicación A Santa Compaña, con portada de Bello Piñeiro, es un interesante relato escrito por Roberto Nóvoa Santos (1885-1933), médico coruñés que estuvo muy vinculado a Ferrol por su profesión. La obra expresa de forma literaria las creencias y sentimientos de un médico humanista ante la muerte, precisamente escritas por una persona como el autor que murió joven.
Como contraste con los anteriores, vivió más de cien años el longevo médico y poeta ferrolano Francisco Cabo Pastor (1872-1973), autor de la novela costumbrista Semprenoiva. La obra, escrita en prosa intercalada de varios poemas, narra la historia amorosa de Hermosinda, moza abandonada por su novio, a la que el autor compara con la flor llamada semprenoiva, que florece todo el año. La original portada que reproduce el tradicional escudo de Galicia, centrado por la representación del Santo Grial, fue obra de su hija María Cabo, pintora y diseñadora.
Siguió un conjunto de cuentos que se publicaron con el título de O vello mariñeiro toma o sol e outros contos, obra del escritor orensano Euxenio Montes Domínguez (1897-1982), siendo autor de la portada Fernández Mazas. Los cuentos tienen a un ciego como personaje central y son un ejemplo de la introducción del posmodernismo en la literatura gallega.
Otra serie de cuentos eran la obra del escritor lugués Evaristo Correa Calderón (1899-1986), director de la revista Ronsel, y se publicaron bajo el título genérico de Luar (Contos galaicos), con una portada del pintor y dibujante Álvaro Cebreiro. Los cuentos, dentro del modernismo de su época, están inspirados en la vida campesina.
La siguiente publicación fue la conocida leyenda irlandesa Os catro cisnes brancos, obra de Chisholm Louey, traducida al gallego por el lucense, afincado en Ferrol, Manuel Fernández Barreiro (1885-1957). La obra llevaba una nota editorial que defendía la recuperación de las raíces celtas y una bonita portada ilustrada por Alfonso Castelao.
E Montes. F Barreiro. E. Correa
La colección continuó con la obra de teatro Almas mortas de Antón Vilar Ponte (1881-1936), natural de Viveiro y activo promotor de la cultura gallega y de las Irmandades da Fala. La publicación fue ilustrada por el ferrolano Camilo Díaz Baliño, siendo considerada una obra más de carácter ideológico e intención social que de contenidos puramente dramáticos.
La siguiente fue una obra de los ya citados Euxenio
Charlón Arias y Manuel Sánchez Hermida, autores teatrales y colaboradores
culturales del Real Coro Toxos e Froles, que publicaron los “parrafeos” Axúdate .... y O menciñeiro, ambas piezas teatrales de un acto, con la portada
dibujada por Álvaro Cebreiro. La primera incide en el abandono sufrido por la lengua
gallega mientras narra las vicisitudes de dos soldados que hacen el servicio
militar en Ferrol, mientras que en la segunda recogen las aventuras y las desventuras
de tío Minixildo, que trabaja de zapatero y ejerce de curandero.
La pareja de autores y actores teatrales de Charlón Arias y Sánchez Hermida tuvo un importante protagonismo en el mundo literario y musical de Ferrol. Charlón Arias nació el año 1887 en Santa Cecilia de Trasancos y Sánchez Hermida en Ferrol el año 1888, compartiendo su profesión de ebanistas y su formación en la Escola Dramática Galega. Ambos fueron prolíficos autores de sainetes satíricos y piezas teatrales, que componían juntos y que interpretaban ellos mismos. Utilizaron en sus trabajos un gallego coloquial y festivo, no exento de cultismos, siendo varias de sus obras conocidas como “parrafeos”.
La obra de Charlón Arias y Sánchez Hermida
La única obra en verso publicada en Céltiga fue la última de la colección: una serie de poemas con el título de Raza e terra, obra del orensano Eladio Rodríguez González (1864-1949), entonces secretario da Real Academia Galega. Con la portada ilustrada por Núñez Carnicer, incluía doce composiciones de versos descriptivos de requintado léxico e inspiración campesina.
Una importante característica de las publicaciones de Céltiga consistió en que los autores de las ilustraciones de las portadas fueron conocidos pintores y dibujantes del mundo cultural gallego, como Alfonso Castelao, Fernández Mazas (Fer-Mazas), Álvaro Cebreiro, Farruco Lamas y los ferrolanos Camilo Díaz Baliño, Bello Piñeiro, Valentín Castro, María Cabo, Carmelo González e Imeldo Corral.
Contribuyó a la difusión de sus obras la creación de una extensa
lista de activas corresponsalías a lo largo de Galicia, con nombres como los de Antón
Vilar Ponte en A Coruña, Alfonso Castelao en Pontevedra, Alfonso Monxardín en
Ourense, Antonio Santiago en Viveiro, Miguel López Torre en Pontedeume y David
Foxo en Ortigueira, además de Lois Cortón en Madrid, Ramiro Isla Couto en Buenos
Aires y Xulio Pravío en La Habana.
Se estableció una completa red de puntos de venta en el propio Ferrol, donde además de la imprenta El Correo Gallego se incluían las librerías y establecimientos de Paramés y Bruquetas y los kioscos de Bueno y de Comadira. De la misma forma se aseguraba el apoyo económico de firmas del comercio local publicando sus anuncios en idioma gallego como Rafael e Vicente, Xulio F. Couto, Vda e Fillos de Pedro Fernández, y Romero Irmáns. Hoy en día la mayoría de estas obras se pueden consultar en la Biblioteca Municipal de Ferrol-
La publicidad de Céltiga
LAS COLECCIONES POSTERIORES
En la misma línea de biblioteca popular en lengua gallega otras colecciones como Alborada, Lar, Libredón y Galaxia siguieron el camino iniciado por la colección Céltiga. Tanto la colección Alborada, que comenzó a publicarse el mismo año 1922 en Pontevedra, promovida por Alfonso Castelao e Losada Diéguez, como la colección Libredón, dirigida por Xavier Pardo en Santiago, y la colección Galaxia, dirigida por Augusto M. Casas en Ourense, tuvieron una corta vida.
Mayor incidencia y duración temporal tuvo la colección Lar que inició su andadura en A Coruña el año 1924, bajo la dirección de Leandro Carré Aldao, editando treinta y siete números hasta el año 1928. En la colección se publicaron obras narrativas, teatrales y poéticas de escritores gallegos de la época: Otero Pedrayo, Bouza Brey, Vicente Risco, Alfonso Castelao, Wenceslao Fernández Flórez, Álvaro de las Casas, Filgueira Valverde, Francisca Herrera, Ramón Cabanillas y el propio Leandro Carré.
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