39 FERNANDO ESQUÍO. UN TROVADOR MEDIVAL DE LA COMARCA DE FERROL

 

La lírica galaico-portuguesa se desarrolló fundamentalmente entre los siglos XII y XIV en una antigua lengua de la que luego se derivaron los actuales idiomas gallego y portugués. Se formaron así unos cancioneros creados por unos trovadores y juglares provenientes de Galicia y del norte de Portugal, conservándose más de 160 composiciones de diferentes autores, entre otros: Alfonso X, Don Denís de Portugal, conde de Barcellos, Payo Gómez Chariño (que introdujo la temática marinera en estos cancioneros), Airas Nunes, Pero da Ponte, Johan Zorro, Bernal de Bonaval, Mendinho, Martín Códax y Fernando Esquío.

EL TROVADOR FERNANDO ESQUÍO

Acerca de Fernando Esquío, como escribe Xosé María Dobarro en la Gran Enciclopedia Gallega, son muy pocas las noticias que se tienen de este trovador galaico portugués, tanto de su condición social como de su lugar de nacimiento e incluso sobre su auténtico nombre. De todas formas Dobarro Paz informa en su trabajo de la existencia de numerosos testimonios documentales, epigráficos y heráldicos de la presencia del apellido y la familia Esquío en lugares cercanos a Ferrol, tales como Neda, Xuvia y Narahío.


                                                
Escudo de los Esquìo. San Nicolás de Neda

Si bien la mayoría de estudiosos de este trovador se inclinan en fijar su nombre como Fernando Esquío (o Fernand´Esquyo en la grafía medieval), otros autores, caso de Carballo Calero, escriben que pudo apellidarse, o utilizar de sobrenombre, Esguío (nombre gallego de la ardilla), siguiendo así la norma de figurar los nombres de animales (Zorro, Coelho, Cabalo) como apellidos de varios trovadores medievales. Particularmente en la tumba de Diego Esquío de la iglesia de San Nicolás de Neda aparece el escudo de los Esquío con dos ardillas rampantes en un árbol, lo que apoya la tesis de Carballo Calero sobre este apellido gallego.

Tumba de Diego Esquío. San Nicolás de Neda

Dentro de las conjeturas sobre la fecha del nacimiento de Fernando Esquío, se supone que pudo haber vivido a caballo entre los siglos XIII y XIV. Precisamente la ubicación de sus cantigas dentro de los cancioneros de la época delata una actividad poética relativamente tardía, que puede datarse en las décadas finales del siglo XIII. Se considera desconocida la localidad exacta de su origen, incluso algunos autores lo hacen nacido en Lugo o Santiago, debido a ciertas alusiones en sus textos poéticos que lo vinculan con dichas ciudades, aunque no dejan establecida una cronología precisa para esta posible relación con ambas localidades.

Sin embargo, estudiosos como Carballo Calero consideran que el trovador galaico pudo haber pertenecido a la antigua familia Esquío, con miembros y propiedades en la comarca de Ferrol, un linaje que estuvo emparentado más tarde con la Casa de Mandiá. Miembros de esta familia desempeñaron diversos cargos al servicio de la Casa de Andrade y fueron priores del monasterio de San Martiño de Xuvia. 

Bastante concluyente con respecto al lugar de nacimiento de Fernando de Esquio se muestra Leandro de Saralegui, que escribió una larga monografía en el Almanaque de Ferrol para el año 1907 titulada “Un trovador ferrolano de la segunda mitad del siglo XIII”. Escribe en su trabajo que el apellido Esquío aparece en varias inscripciones tumulares de las iglesias parroquiales de San Nicolas y Santa María de Neda, en las actas capitulares del Priorato de Xuvia y en numerosas escrituras de venta, foro o donación de la zona. Todo ello le parecen a Saralegui indicios claros y evidentes en apoyo de la posibilidad de que el trovador Fernando Esquío fuese realmente oriundo de Ferrol o de su comarca.

LAS CANTIGAS DE FERNANDO ESQUÍO

 Para los estudiosos de su obra poética, el hecho  de que este trovador utilizase unos recursos métricos y estróficos muy elaborados e incluso innovadores, le sitúan entre el grupo de los últimos poetas cultos gallego-portugueses. Fernando Esquío está en posesión de un cancionero relativamente reducido de ocho cantigas, aunque variado en cuanto a los temas y las formas poéticas, compuesto de dos “cantigas de amor”, cinco “cantigas de amigo” y tres “cantigas de escarnio y maldicer”, cantigas en las que según Leandro de Saralegui campean las formas poéticas más cultas y los rasgos más señalados y propios de esta escuela medieval de trovadores.

La poesía galaico-portuguesa llegó hasta nuestros días principalmente a través de cuatro cancioneros recopilados a partir del siglo XIII: Cancionero de la Biblioteca Vaticana, Cancionero Colocci-Brancutti (llamado de la Biblioteca Nacional de Lisboa), Cancionero de Ajuda (del Palacio portugués de ese nombre) y Colección de Cantigas de Alfonso XIII. Las cantigas conocidas de Fernando Esquío se reparten precisamente entre los dos primeros cancioneros.


                                                           
Cancionero Colocci-Brancutti

Como ejemplo de una cantiga de amor de Fernando Esquío tenemos la conocida “Que me queres, amor ¿”, considerada por los críticos como una de las mejores cantigas medievales de amor.

Amor, a ti me venh´ora queixar

de mía senhor, que te faz enviar;

pois m´ela nom quer ver nem falar,

que me queres, amor ¿

 Como cantiga de amigo está “Vaiamos, irmana”· En la cantiga una moza invita a su hermana a la orilla de un lago donde se encuentra su amigo. Para algunos de trata del lago de A Frouxeira, para otros de la laguna de Doniños; en todo caso se trata del canto a un atractivo espacio natural de la comarca ferrolana.

Vaiamos, irmana, vaiamos dormir

nas ribas do lago, hu eu andar ví

a las aves, meu amigo.

Eu nas ribas do lago, hu eu andar vi

seu arco na máo a las aves ferir,

a  las aves, meu amigo.    


                                                         Cancionero Biblioteca Vaticana

 Por último, como llamativo ejemplo de las cantigas de escarnio y maldicer de Fernando Esquío, se puede citar “Para Vós Dona abadessa”:

Para Vós Dona abadessa

eu, o D. Fernando Esquío,

estas prendas vos envío,

porque sei que esta remessa

vós, dona, a mereceréis:

quatro caralhos franceses,

sendo dous para a prioresa.

Debe resaltarse la ironía del poeta medieval, que informa a la abadesa del convento haberle enviado cuatro “caralhos franceses” (realmente consoladores), siendo dos de ellos para la prioresa. Es de notar también en la cantiga el uso de Don delante del nombre del poeta, lo que parece confirmar la tesis de una procedencia nobiliaria del propio Fernando Esquío.


Cantiga de escarnio. “Para Vós Dona abadessa”

 

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