EL BUQUE MERCANTE (AÑOS 1896-1922)
El 3 de diciembre de 1896 fue
botado en el astillero Bay Yard de Glasgow un buque velero de 75 metros de
eslora, 2500 toneladas de desplazamiento, casco de acero y aparejo de corbeta
de tres palos. Bautizado con el nombre de Glenlee,
fue encargado por una empresa inglesa que lo destinó al transporte de grano al
océano Pacífico.
En marzo de 1898 el buque fue vendido a otra
empresa inglesa. Con el nombre de Islamount siguió dedicado al transporte
marítimo a diversos puertos de Oceanía. En enero de 1920 fue adquirido por una
naviera genovesa. Dotado de instalación eléctrica y de dos motores Diesel de
450 CV, se utilizó para el transporte de mercancías durante tres años por el
mar Mediterráneo con el nuevo nombre de Claraestella.
Gleenlee
(1896-1898)
Islamount (1898-1919)
LA
COMPRA DEL BUQUE POR LA ARMADA (AÑOS 1922-1925)
En marzo de 1922 la Armada española compró en Italia el buque Claraestella por 650.000 pesetas. Conducido a los astilleros italianos de Montfalcone estuvo sometido a una primera revisión antes de su viaje a España. Tras ello el Claraestella atracó el 14 de diciembre de 1922 en Cartagena, cambiando su nombre a Galatea, en recuerdo de la ninfa marina amada por Polifemo.
Entre los años 1923 y 1925 el
buque fue sometido a varias obras en los astilleros Echevarrieta y en el
Arsenal de Ferrol, siendo transformado en buque escuela de guardiamarinas, con
un coste de un millón de pesetas. Se le reformó el sistema de lastrado, se
añadió una vela cangreja a su aparejo, se instaló un puente de mando a proa del
trinquete, se prolongó la toldilla, se añadieron los botes salvavidas y cuatro
cañones de salvas de ordenanzas, además de dotarlo de alojamientos para los
alumnos.
EL BUQUE ESCUELA GALATEA (AÑOS 1925-1959)
El velero Galatea comenzó el año 1925 sus viajes de instrucción como buque
escuela de guardiamarinas, una vez reformado. Con su casco pintado del color
negro, que le caracterizó hasta la llegada de la República, y tras realizar
diversos cruceros de instrucción fue relevado en su cometido por el recién
construido velero Juan Sebastián Elcano
el año 1928.
Ese año 1928 el velero Galatea sufrió una nueva reforma
sustituyendo sus motores por otros de 800 CV, siendo designado por Real Orden
de 15 de abril buque escuela de los marineros especialistas, futuros
Contramaestres de la Armada. El año 1930 el Comandante del Galatea fue nombrado Director de la Escuela de Marinería, instalada
desde el año 1933 en la Sala de Armas del Arsenal de Ferrol, sirviendo en
ocasiones como buque pontón para alojar la marinería que no cabía en el citado
edificio.
El Galatea con casco negro, año 1928, y pintado de blanco, año 1940
Hasta julio de 1936 el Galatea siguió realizando sus cruceros
de instrucción, basado en Ferrol, realizando un viaje por año. Visitó la
mayoría de puertos nacionales, Ceuta, Melilla, y las islas Baleares y Canarias.
El año 1932 visitó su primer puerto extranjero, Trieste, como buque escuela.
Días antes del inicio de la
Guerra Civil el Galatea salió de San
Fernando con 40 guardiamarinas y 160 alumnos marineros a bordo, entrando en
Tenerife el 22 de Julio. Ordenado su regreso a Ferrol, dejó Tenerife el 16 de
Agosto. Tras intentar sublevarse parte de la dotación, al mando del Capitán de
Fragata Fausto Escrigas consiguió burlar el bloqueo de la flota republicana,
atracando en Ferrol el 28 de Agosto.
Tras la Guerra Civil el Galatea reinició los viajes de
instrucción visitando durante la II Guerra Mundial puertos de España y Portugal,
agregando en su casco blanco como indicativo de neutralidad dos banderas
españolas pintadas. Terminada la Guerra Mundial, el buque siguió sus viajes por
el océano Atlántico y el mar Mediterráneo, aumentando el número de alumnos y la
duración de sus navegaciones. A partir del año 1950 el Galatea cruzó el océano Atlántico, visitando puertos americanos
como Recife, San Juan de Puerto Rico, Savannah y Nueva York.
En los años siguientes aumentó el
mal estado de los fondos del buque, debido al exceso de lastre de las cajonadas
de cemento. De esta forma, en diciembre del año 1959 realizó su última
navegación, al mando del Capitán de Fragata Arévalo Pelluz, amarrando en el
Arsenal Militar de Ferrol el 15 de diciembre de ese año, después de realizar
unas 4.000 singladuras.
EL BUQUE GALATEA, PONTÓN ESCUELA DE MANIOBRA (AÑOS 1959-1982)
Tras su último viaje el buque
escuela Galatea pasó a primera
situación por Orden Ministerial del 26 de diciembre de 1959, quedando como escuela
de maniobra, amarrado en el Arsenal de Ferrol frente al edificio del Cuartel de
Instrucción y Escuela de Marinería. En septiembre de 1970 fue trasladado a la
Estación Naval de la Graña, donde quedó atracado en su función de pontón
escuela de formación de Contramaestres de la Armada.

En julio de 1981 el velero entró
en el dique Reina Victoria. Dado su mal estado fue retirado del servicio, quedando
sin dotación y sufriendo un importante deterioro tras la desaparición de
diversas piezas y material de a bordo. El Galatea
fue dado de baja definitiva por Orden Ministerial de 28 de octubre de 1982,
después de 85 años de vida activa, 60 de ellos al servicio de la Armada
española.
Durante los sesenta años del velero
Galatea al servicio de la Armada,
desempeñando diferentes funciones, fueron varios los centenares de marinos que
embarcaron, se formaron y adiestraron en el buque, adquiriendo sus
conocimientos en especial en la navegación a vela, la maniobra de los palos y
el largado y aferrado de los aparejos del velamen del buque.
LOS ÚLTIMOS AÑOS DEL GALATEA EN ESPAÑA (AÑOS 1983-1993)
Tras su largo período de
inactividad, en julio de 1983 el Galatea fue
sometido a una reparación en los astilleros ferrolanos de la Empresa Bazán.
Diversas ciudades españolas como Sevilla, Barcelona, Palma de Mallorca y
Santander mostraron su interés por el velero Galatea, incluso el lago de la Casa de Campo de Madrid, además de
un tímido intento de convertirlo en un museo flotante en la propia ciudad de
Ferrol.
Al final se optó por la idea de
adaptarlo como Centro de Comunicaciones de la Expo 92 de Sevilla, siendo
remolcado en octubre del año 1985 a la capital sevillana y atracado junto a la
Torre del Oro en el río Guadalquivir, con la intención de convertirlo
posteriormente en un complemento del Museo Naval de la Torre del Oro. El velero
Galatea permaneció en el puerto de
Sevilla sin vigilancia, sirviendo de refugio de mendigos y lugar de expolio de
chatarreros, sufriendo dos incendios y una
inundación, que causaron su hundimiento.
Lo que pudo ser ayer. El Galatea y el museo de la Torre del Oro de Sevilla
Reflotado por la Armada, el buque
quedó amarrado en el muelle de Astilleros Españoles, a la espera de su desguace. El año 1991 se decidió
su venta en pública subasta siendo adquirido el Galatea el 30 de junio de 1992 por el precio de ocho millones de pesetas por el Clyde Maritime Trust de la ciudad
de Glasgow, comprado por suscripción popular en nombre de su ciudad de origen y
del astillero que lo construyó.
El Galatea en el muelle de Astilleros Españoles
Remata de esta manera la historia
en España del buque escuela de la Armada, el Galatea, un veterano velero nacido a fines del siglo XIX, que hizo
el viaje de circunnavegación en cuatro ocasiones y que dobló el cabo de Hornos
un total de dieciséis veces. Fueron muchas las asociaciones culturales y personas
particulares que lucharon, sin conseguirlo, por conservar el velero Galatea en Ferrol, atracado en el puerto
como museo marítimo. No se puede decir lo
mismo de la Armada, Concello de Ferrol, Autoridad Portuaria y/o entidades
oficiales.
LOS RECUERDOS DEL BUQUE ESCUELA GALATEA EN FERROL
Entre los recuerdos más
destacables que ha dejado el velero
Galatea en Ferrol se encuentra el mascarón de proa original del buque,
expuesto en la Base Naval de A Graña, al igual que uno de sus pescantes de
botes.
Mascarón original del Galatea
En las salas del Museo Naval de
Ferrol se guardan diversos elementos que formaron parte del buque escuela de la
Armada. Entre otros se conservan la mesa y las sillas del comedor de oficiales,
la bomba real de achique y la rueda del timón.
Comedor de oficiales del Galatea
DE GALATEA A GLENLEE. EL REGRESO A GLASGOW
Tras de llevar a cabo los
necesarios trabajos de reparación y una inspección de seguridad, el buque se
remolcó a Glasgow entre los días 1 y 9 de junio de 1993, con una reducida
tripulación a bordo. Para rehabilitar la zona de antiguos astilleros de la
ciudad, se había creado en Glasgow el Clyde Maritime Trust, siendo una de sus
primeras acciones la compra del velero con la ayuda de fondos europeos, para
convertir el lugar en un centro de interés turístico.
Después de varado el buque para
limpieza y pintado del casco, fue remolcado hasta el muelle de Glasgow, donde
fue rebautizado con su nombre original de Glenlee
el 6 de julio de 1993, en presencia del alcalde de Glasgow y del cónsul de
España. Con un nuevo mascarón de proa, dado que España comunicó que el original
no sería entregado “hasta que los ingleses devolviesen Gibraltar”, e instalada
una nueva cubierta de madera, el año 1997 se envió desde el Arsenal de la
Carraca el juego de vergas y mástiles originales para su montaje en el buque.
El buque sufrió una amplia
transformación para recuperar la estructura original que tenía en los años
finales del siglo XIX, cuando era usado
como buque de carga, tratando de eliminar los recuerdos de su paso como buque
escuela de la Marina Española. Pintado de llamativos colores, el buque quedó
atracado en el muelle del río Clyde de Glasgow, junto al antiguo Museo del
Transporte. A partir del año 1999 el que fue llamado Tall Ship Glenlee, buque de altura, fue abierto al público, convirtiéndose
en ese espectacular y visitado museo flotante de la ciudad de Glasgow, lo que
no se logró en Ferrol.
Hoy en Glasgow. El Glenlee y el Museo Riverside
En junio de 2011 se inauguró el
Museo Riverside, un moderno edificio situado en el puerto de Glasgow,
sustituyendo al antiguo Museo del Transporte. El nuevo museo tiene forma de una
llamativa ola en movimiento, disponiendo de un interior elegante y funcional,
muy adecuado para realizar diferentes exposiciones. El velero Glenlee se trasladó a continuación al
muelle anexo al moderno Museo Riverside, que hoy acoge en su interior diversos
objetos procedentes del antiguo velero.
EL GALATEA Y
LA MÚSICA POPULAR FERROLANA
La presencia durante sesenta años
en Ferrol del buque escuela Galatea, acogiendo a muchos marinos ferrolanos,
dejó una impronta en la ciudad, manifestada en diversas poesías y canciones. Varias de ellas están
recogidas en la publicación “El buque escuela Galatea; un guiño al pasado”,
obra de Arminio Sánchez Mora.
Quizás la canción más conocida es
la titulada “! Oh, Galatea ¡” o “Canción del velero Galatea”, cantado por los
miembros de su dotación, con la música de la polka checa “El Barril de
Cerveza”.
Bella fiesta de alegría Disfrutamos navegando
donde reina la cerveza, con la vela y el timón
hay pasión en la mirada y con todos sus marinos,
y en las piernas hay firmeza. lo mejor de lo mejor.
¡Oh
Galatea! Tú eres el barco mejor,
tú te cimbreas desde la roda al timón,
las
olas te agitan desde babor a estribor,
y
tus marineros cantan esta canción de amor.
Otra canción muy conocida y que
fue difundida con profusión es el “Himno del buque escuela Galatea”, con música
y letra de Bartolomé Alonso.
Soy valiente y leal marinero, Todos juntos
como una familia,
soy cristiano y noble español, muy contentos
esperamos aquí
que la sangre que corre en mis venas que nos llegue la hora de
partida
la doy por defender la nación. para conseguir
vencer o morir.
Muchos marinos que navegaron
en el viejo velero, reflejaron en sus poemas sus emociones y sentimientos,
cargados de recuerdos de cielo, viento, sol y mar. Así lo expresan las letras
de diferentes canciones, caso de estos dos ejemplos.
Buque escuela Galatea,
Henchida, la
blanca lona platea
tú fuiste el barco velero rompiendo montes de
espuma,
donde me embarqué primero vuelo entre compacta bruma
con la ilusión de ver tierra. como velero Galatea.
EL GALATEA VISTO POR MARINOS PINTORES
FERROLANOS
Marcelino González Pipo Romero
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