8 EL ORIGEN DE LA BANDERA DE LA CIUDAD DE FERROL

 


EL ORIGEN MARÍTIMO DE LAS BANDERAS

Aunque las banderas y estandartes usados por los ejércitos existen prácticamente desde el comienzo de la Historia, las banderas que representan a territorios definidos, sean nacionales, regionales o municipales, realmente tomaron cuerpo durante los siglos XVIII y XIX. Muchas de ellas tienen su origen en las banderas o enseñas izadas por los buques en su arboladura, tanto navíos de guerra como barcos mercantes. Este origen naval es precisamente el de las banderas  de España, de la Comunidad de Galicia y de la ciudad de Ferrol.

LA BANDERA NACIONAL DE ESPAÑA

La actual bandera nacional de España fue creada oficialmente el año 1843, reinando Isabel II, teniendo un previo origen naval. En el siglo XVIII, al llegar al trono de España la dinastía de los Borbones en la persona del rey Felipe V, la Marina Española utilizó una bandera oficial, que consistía en un fondo blanco (el propio de la casa de Borbón) con el escudo de armas centrado.

Dada la confusión generada con las banderas marítimas de estados como Francia o Gran Bretaña, que también usaban el fondo blanco, el rey Carlos III mandó utilizar a la Armada el año 1785 una bandera de dos franjas roja y una gualda (incorporando el escudo de España los buques de guerra), que se reconoció como la bandera nacional de España el año 1843, durante el reinado de Isabel II.

Banderas y gallardetes navales de España, año 1785


LA BANDERA DE LA COMUNIDAD DE GALICIA

La mayoría de las versiones sobre la procedencia de la bandera de Galicia apuntan a un origen marítimo. La Real Orden de 30 de Julio de 1845 asignó las banderas y pabellones a las provincias marítimas españolas, adjudicando a los buques de A Coruña una bandera blanca con las aspas en azul de la Cruz de San Andrés. Al tener la Marina Imperial Rusa un pabellón idéntico, la protesta de su gobierno originó que se modificase la bandera coruñesa, suprimiendo uno de los dos brazos azules de la cruz.

 Los abundantes emigrantes gallegos de la época que llegaban embarcados desde el puerto coruñés y los gallegos residentes en La Habana veían esta nueva bandera en los buques matriculados en la provincia de A Coruña. Debido a ello se extendió la creencia de que este pabellón era la bandera de la Comunidad de Galicia, por lo que se hizo oficial esta bandera presidida por el escudo gallego colocado en su centro.



 Bandera marítima de A Coruña y Bandera de Galicia

LA BANDERA DE LA CIUDAD DE FERROL

En el caso de la bandera de la ciudad de Ferrol, como pasa con numerosas ciudades y villas costeras, estamos ante una nueva enseña que tiene un origen marítimo. Los buques matriculados en estas ciudades marítimas debían izar en su tope mayor la bandera o pabellón que indicase su matrícula marítima, de acuerdo con la antes citada Real Orden fechada el 30 de Julio de 1845.

El pabellón marítimo correspondiente a Ferrol quedó establecida en ese año 1845 como una bandera jaquelada o ajedrezada en azur y plata, para lo cual se considera dividida la enseña en cuatro fajas horizontales y cinco verticales, resultando de esa forma veinte cuadrículas que van alternando los colores blanco y azul, de tal forma que este último sea el correspondiente al inicial, considerando como tal el primero alto empezando por la izquierda.


                                                         
Banderas de las provincias marítimas españolas

 

De esta forma, incorporando el escudo de la ciudad a la bandera marítima, quedó instituida la bandera de Ferrol y aunque no se conoce la disposición o el acta de la sesión municipal por la cual esa enseña pasó a convertirse en la bandera de la ciudad, posiblemente lo fue con motivo o a partir del título de ciudad concedido a Ferrol el 13 de octubre del año 1858, tras la visita realizada por la reina Isabel II.

El diseño del escudo incorporado en el centro de la bandera aparece rodeado de una orla vegetal y timbrado con una inadecuada corona marquesal, elementos ambos que no aparecían en la definición original del escudo llevada a cabo en la sesión municipal del 22 de Junio de 1778. Sin embargo, esta versión del blasón de la ciudad es la que centra desde hace años los colores de la bandera de Ferrol que aparece colocada en diversos edificios oficiales y lugares públicos de la ciudad, caso del balcón del edificio del Concello de la plaza de Armas,  donde está colocada junto con las banderas de Galicia, España y Europa.

    Bandera y escudo de la ciudad de Ferrol


                                                                   Edificio del  Ayuntamiento de Ferrol


ESCUDOS DEL TERCIO DEL NORTE Y DEL  RACING CLUB DE FERROL

La bandera de Ferrol aparece colocada en la parte alta de los escudos del Tercio Norte de Infantería de Marina y del equipo de fútbol de la ciudad. Las fuerzas del Tercio Norte se encuentran ubicadas desde el año 1771 en el Cuartel de Nuestra Señora de Dolores, más conocido como Cuartel de Batallones. En la parte alta de su escudo, debajo de la corona real, aparecen la bandera de la ciudad y un ancla.

El Racing Club de Ferrol fue fundado el año 1919. Su escudo lleva en su parte superior la bandera de Ferrol, incorporando desde el año 1939 la Cruz de Santiago, con motivo de haberse proclamado campeón de Galicia. El escudo del Real Club Celta de Vigo y el del equipo ferrolano son los únicos de la Comunidad Galega que incorporan la Cruz de Santiago.

Escudos del Tercio Norte y Racing Club de Ferrol

 


7 FERROL. LA CONCESIÓN DEL TÍTULO DE CIUDAD

 



LA ESTANCIA DE ISABEL II EN FERROL. VISITA AL ARSENAL Y A LA CIUDAD

Prevista la visita de la reina Isabel II al Arsenal Militar, la Armada de encargó de decorar las dependencias militares, colocando una arcada adornada con varios juegos de anclas en el interior de la Puerta del Dique y levantando varios pabellones dotados de palcos en el Arsenal y Astillero, mientras preparaba la exposición de diversas piezas elaboradas en los talleres ferrolanos.

El día 2 de septiembre, segundo día de estancia en Ferrol, la familia real embarcó en la Falúa Real para presenciar en las gradas del Apostolado la botadura de la goleta “Diana”, visitando a continuación las instalaciones del Astillero y comiendo en el interior de la amplia Sala de Gálibos, para regresar seguidamente a su alojamiento de Capitanía General.

Interior de la Sala de Gálibos. Siglo XIX


Por la tarde, los Reyes de España, rompiendo el protocolo, recorrieron en calesa las calles y plazas de la ciudad, parándose en diferentes lugares, siempre rodeados de una numerosa concurrencia de vecinos. Por la noche, una vez encendida la iluminación de gala en Capitanía General, tuvieron que salir a saludar desde el balcón en varias ocasiones.

LAS ÚLTIMAS JORNADAS  DE LA FAMILIA REAL

El día 3 de septiembre la familia real realizó una nueva visita al Arsenal del Dique, visitando los talleres de maestranza y la factoría de máquinas de vapor, asistiendo a la botadura de la corbeta de propulsión mixta “Narváez”.  Por la noche asistieron a un concurrido espectáculo que incluía un simulacro de combate naval y una suelta de globos aerostáticos.

El siguiente día 4 los representantes del consistorio municipal fueron recibidos por la reina Isabel II, solicitando para Ferrol la concesión para Ferrol del título de ciudad. En su exposición, que reproduce Montero Aróstegui en su Historia de Ferrol, se apoyan en la importancia de sus instalaciones navales, la larga historia de la urbe y el hecho de ser una de las principales poblaciones de Galicia. El  5 de septiembre, tras asistir a una función religiosa en la iglesia de San Julián, la comitiva real se trasladó a La Coruña a bordo de la fragata “Petronila”.  

Vista de la ciudad y puerto de Ferrol. Siglo XIX


LOS POETAS DE FERROL Y LA VISITA REAL

Fueron numerosos los poetas ferrolanos que saludaron con sus versos en gallego y castellano la presencia de la reina Isabel II en Ferrol. Este fue el caso de las composiciones de Víctor Marín (A S.M. la Reina), Romualdo Casal (Norabóa), Quintín García y Calvo (Sonetos a S.M. la Reina y a S.A.R. Dª María Isabel Francisca), Francisco Jesús Calvo (A Sus Majestades en Ferrol), Joaquín Guerrero (El pueblo ferrolano), Jesús Gayoso (A la visita de la Reina Isabel II) y Leandro de Saralegui (Ferrol a su augusta Reina).

Una de las composiciones más conocidas, obra de Santiago Montenegro editada por la imprenta Taxonera, fue la titulada “A la entrada de S.M. la Reina Doña Isabel II en Ferrol”:


Estos versos de bienvenida a la Reina y la Familia Real  por parte de los poetas ferrolanos fueron posteriormente publicados en el Album de Caridad, editado con motivo de los Juegos Florales celebrados el año 1861 en La Coruña.




EL RECUERDO DE LA VISITA DE ISABEL II

Como recuerdo de la visita realizada por la reina Isabel II se colocó una placa en la parte alta de la Puerta del Parque del Arsenal de Ferrol, situada debajo del escudo con las armas reales de Felipe V, procedente de la portada del antiguo Arsenal de la Graña, desde donde vino trasladada. La placa muestra una leyenda que indica que durante los primaros cinco días de septiembre de 1858 visitó Ferrol y su arsenal la reina Doña Isabel y la real familia.

Placa de la visita de la reina Isabel II


LA CONCESIÓN A FERROL DEL TÍTULO DE CIUDAD

La Reina concedió su beneplácito y acogió con interés la petición de concesión del título de ciudad para Ferrol, prometiendo apoyarla en lo que fuese posible. Así lo hizo y pronto se materializó esta petición. El 13 de octubre del mismo año 1858 Isabel II firmó un Real Decreto concediendo a Ferrol el título de Ciudad y el tratamiento de Señoría Ilustrísima a su Ayuntamiento. El siguiente 19 de octubre un Bando Municipal, firmado por el alcalde Ramón de Ocampo, informaba a la ciudadanía de esta concesión.

Bando de la Alcaldía de Ferrol


EL COMPORTAMIENTO POSTERIOR DE LA CIUDAD DE FERROL

Aunque la visita real significó un reconocimiento histórico de la urbe y la concesión del título de ciudad, con el correspondiente despegue económico de la población, los acontecimientos políticos posteriores en los que tomó parte Ferrol significaron un deterioro evidente de la imagen de la Corona en la ciudad.

La rebelión de Pozas. Arsenal de Ferrol


Este fue el caso de la participación de Ferrol en la sublevación militar de septiembre de 1868, la conocida como la Revolución Gloriosa, que destronó y condenó al exilio a Isabel II, siendo precisamente Ferrol una de las primeras ciudades que se unió a esta rebelión.

Posteriormente, en octubre de 1872, el Arsenal de Ferrol fue el lugar donde se llevó a cabo un levantamiento republicano, que resultó fallido, dirigido por el brigadier catalán Bartolomé Pozas, que fue abortado por las tropas enviadas por el entonces Capitán General de Galicia Sánchez Bregua.

 

6 FERROL Y LA VISITA DE LA REINA ISABEL II

 

                                                                    

EL SIGLO XIX EN FERROL

Como resultado  de la pérdida del imperio colonial y de las guerras napoleónicas, la primera mitad del siglo XIX significó un período crítico y de declive en la historia de Ferrol. Sin embargo, siendo reina Isabel II, el desarrollo del plan naval auspiciado por Mariano Roca de Togores, marqués de Molíns, a partir del año 1847 y su posterior visita como ministro de Marina el año 1853 trajo consigo la recuperación de la Armada y de la actividad industrial de la ciudad.

La reina Isabel II de Borbón


LA LLEGADA DE LA REINA ISABEL II

En este contexto se produjo la visita de la Reina Isabel II a Ferrol, acompañada de su esposo, su primo el infante Francisco de Asís, y de su hijo,  el infante Alfonso, futuro rey Alfonso XII. La familia real II llegó por mar a Ferrol, primera etapa de su viaje a Galicia, en la mañana del 1 de septiembre de 1858 a bordo del vapor “Isabel la Católica”, procedente de Gijón.

El buque que conducía a la Reina y su séquito entró en la ría de Ferrol acogido por las salvas de bienvenida de los castillos y las baterías defensivas, siendo saludado por las dotaciones de los buques de la escuadra, que le esperaban engalanados y fondeados en aguas de la ría, mientras acompañaban al vapor que llevaba a la familia real numerosos botes y falúas.

Llegada a Ferrol de Isabel II. Portada del diario “El Miño”


EL RECIBIMIENTO DE LA CIUDAD

Una vez que la Reina Isabel II desembarcó en los muelles del Arsenal Militar, donde fue recibida de forma entusiasta por las personas que allí la esperaban, la familia real se trasladó en un carruaje a la Puerta del Dique donde se había levantado un elegante pabellón en el que se encontraban las autoridades del Reino de Galicia, provinciales y locales.

La Reina fue recibida por el estruendo de los cañones de la batería del parque, el fragor de los  fuegos de artificio, el repique general de las campanas y los sonidos de las bandas de música. Tras las honras militares  y los discursos de bienvenida, el gobernador militar le hizo entrega a Isabel II de las llaves de la plaza.

Las tropas de la guarnición de Ferrol cubrían la carrera desde la Puerta del Dique hasta la iglesia de San Julián, en cuya entrada el Obispo de la Diócesis aguardaba a la familia real. El templo se encontraba lujosamente adornado, los suelos cubiertos con alfombras, los púlpitos con adornos dorados, las naves decoradas con lucernas y un lujoso dosel  colocado en el presbiterio.

Una vez llegada a San Julián la familia real y su comitiva la Reina Isabel II penetró bajo palio en el interior del templo hasta situarse bajo el dosel, donde asistió a los oficios religiosos que remataron con un tradicional Te Deum de acción de gracias. A continuación la familia real se dirigió a su alojamiento en el Palacio de Capitanía General, entre las ovaciones de los ferrolanos a su paso. Después de recibir en el Salón del Trono a las Autoridades y a los representantes de los Ayuntamientos de la comarca de Ferrol, salieron al balcón para presenciar un desfile militar antes de retirarse a descansar.


ALOJAMIENTO EN EL PALACIO DE CAPITANÍA GENERAL

Cuando la Reina Isabel II visitó Ferrol el año 1858, el sobrio edificio clasicista de Capitanía General, construido el año 1750, se había transformado en una lujosa residencia real, a lo que había contribuido la sociedad ferrolana de la época aportando modernos muebles y alfombras, mientras que varias estancias del Palacio se prepararon para convertirlas en cuartos privados de la familia real

Capitanía General. Salón del Trono

Durante la visita real se acondicionaron diversas salas y dependencias del edificio de Capitanía General, como fue el caso del elegante Salón del Trono utilizado para las recepciones públicas. De la misma forma se acondicionó el espléndido Comedor de Gala para el séquito real y los numerosos invitados, caso de las autoridades civiles, militares y de la zona, mientras la fachada del Palacio de Capitanía se adornaba de numerosas banderas y se dotaba de una llamativa iluminación nocturna.


EL ARCO DE TRIUNFO DE LA CASA CONSISTORIAL

La visita de Isabel II tuvo también una importante repercusión dentro de la propia urbe. Como recuerdo de la visita real se levantó por el Ayuntamiento de Ferrol un llamativo Arco de Triunfo en un lugar contiguo a la Casa Consistorial. En el citado Arco de Triunfo se colocaron unas placas presididas por el escudo nacional y las armas de Ferrol.

Las placas llevaban una serie inscripciones que incidían en los hechos relevantes para la ciudad, llevados a cabo en tiempos de Isabel II, y sendas poesías dedicadas a  la Reina y al Príncipe de Asturias, además de una relación de nombres de personajes históricos que trabajaron por Ferrol.

Arco de Triunfo en honor de Isabel II


Inscripciones y versos del Arco de Triunfo

 

5 DISCUTIBLES VARIANTES DEL ESCUDO DE FERROL DE LA ILUSTRACIÓN

 

ESCUDOS EN EDIFICIOS Y MONUMENTOS

En diversos lugares de Ferrol se conservan diferentes representaciones del blasón municipal. Un ejemplar de elegante diseño es el tallado en piedra el siglo XVIII en la Fuente de la Fama, colocada hoy en la entrada de la Puerta del Parque, una obra costeada por el Concello. De hermosa factura neoclásica es el ejemplar en bronce que adorna una de las caras del pedestal del monumento a Jorge Juan en los Jardines de Herrera.

                                         

                                                      Fuente de la Fama  y Monumento de Jorge Juan

Se ha perdido para el Patrimonio Cultural de Ferrol el escudo que estuvo colocado en la antigua cárcel del partido judicial, situada cerca de Caranza. La obra, rodeada de una cadena a modo de orla,se encuentra hoy depositada en una propiedad particular. Otro ejemplar de formas tradicionales y dediseño ajustadoes el elaborado de madera que se encuentra tallado en uno de los terminales de la sillería de coro de  la Concatedral de San Julián


Antigua Cárcel y Catedral de San Julián

Un escudo diferente adorna el frontón del nuevo edificio del Ayuntamiento de Ferrol, siendo una obra heterodoxa, de formas originales y con grandes licencias en su concepción. Sobre un campo jaquelado que recuerda la bandera de Ferrol, el escudo es soportado por dos sirenas aladas a modo de tenantes. Por el contrario, de formas ortodoxas y de concepción sencilla es el escudo de Ferrol colocado sobre la puerta principal del edificio de la Cruz Roja de la calle del Sol, ejemplar deteriorado y hoy malamente pintado de un blanco monocromático. 

 

Edificio del Concello y Edificio de la Cruz Roja

Un curioso ejemplar combinando los blasones de Ferrol y Mondoñedo, tallado en piedra con ciertas libertades formales de ejecución, es el situado en el frontón de la fachada lateral derecho del edificio de la Domus Ecclesiae, en el barrio de Canido.  En el antiguo Banco de la Coruña en la calle Real, hoy establecimiento de hostelería, el escudo de Ferrol de su fachada lateral, un bajorrelieve de cuerpo hexagonal muestra los elementos clásicos del blasón. Rodeado de un marco de rocalla con adornos vegetales y florones, carece de corona de remate.

 

Edificio de la Domus Ecclesiae y Antiguo Banco de La Coruña

ESCUDOS EN VIDRIERAS Y PLACAS

Otras dos representaciones del escudo municipal son las que aparecen colocadas en las vidrieras del edificio del Concello y del Palacio de Justicia, careciendo ambos blasones de timbre de remate. La primera de ellas muestra el nombre de Ferrol siendo, de clásica factura ovalada y rodeada de un marco vegetal, apareciendo la torre con anclas y cañones, y el farol colocado en la parte derecha de la pértiga. La segunda, de factura rectangular y rodeada de un marco tipo pergamino, muestra la torre desnuda, con el farol a la izquierda de la pértiga, careciendo del nombre de Ferrol.             

 

Vidrieras del Concello y Palacio de Justicia

De las placas metálicas de señalización de las calles, alamedas y plazas de la ciudad, que se colocaron durante los años 1940, apenas quedan hoy unas pocas de ellas, habiendo sido recuperada últimamente la perteneciente a la remodelada Plaza de Armas. Estas placas muestran en su parte superior el escudo de la ciudad, en una sencilla representación de forma ovalada con guirnalda vegetal y remate de corona marquesal.

        

                                                       Placas de calle, plazas y alamedas

 REPRESENTACIONES IMPRESAS Y DECORATIVAS

Entre las representaciones impresas del blasón de la ciudad destaca por su diseño elegante e interés artístico el escudo que aparece en la portada de la inconclusa Historia de Ferrol, obra de Victorino Novo del año 1883. Con una tradicional forma de pergamino se remata con una espectacular corona mural de tres torreones, más representación de una plaza fuerte que símbolo de una república. Como contraste con la representación anterior, una sencilla y de lo más escueta representación del escudo de Ferrol, mostrando simplemente la torre almenada con su farol, careciendo de los atributos propios del blasón, aparece en la Enciclopedia Espasa como símbolo de la ciudad.

                              Historia de Ferrol. V. Novo. Enciclopedia Espasa 

A continuación se muestran dos representaciones gráficas del escudo de Ferrol, muy separadas en el tiempo. La primera es un sello del año 1812 que conmemora la proclamación de la Constitución, mostrando una disposición tradicional de los elementos del escudo. La segunda, un logotipo de época reciente, año 1987, trata de respetar el criterio de sencillez, pero realmente adolece de falta de gracilidad, además de haber eliminado las piezas artilleras y de timbrarlo con una esbozada corona.

 

 

Sello constitucional y Logotipo actual

Por  último, se reproduce una ilustración de la metopa del remolcador de altura de la Armada “Ferrol”, botado el año 1964, donde aparece un escudo de la ciudad de formas tradicionales, en esta ocasión rematado de una corona real cerrada. Como contraste, se muestra una artística visión del blasón ferrolano, carente de timbre, en una reciente pieza de cerámica de la fábrica de Sargadelos.

                                                 

                                                Metopa del remolcador “Ferrol” y Cerámica de Sargadelos

 

4 EL ESCUDO DE FERROL DE LA ILUSTRACIÓN. UNA COMPLEJA EVOLUCIÓN

 

ORIGEN DEL ESCUDO DE FERROL

Según informa Montero Aróstegui en su Historia de Ferrol, durante la sesión municipal celebrada el 22 de Junio de 1778, el Concello de Ferrol, presidido por el alcalde Pedro Bayón acordó abrir el timbre heráldico de la villa, declarando que su escudo de armas o blasón municipal consistía en una torre almenada, colocada sobre una restinga marítima y rematada de un farol, llevando un cañón y un ancla a cada lado.  

 Dentro de la simbología de los elementos heráldicos, la torre con farol representa la ciudad portuaria, las piezas artilleras son el símbolo de la plaza fuerte o ciudad militar y las anclas recuerdan a la ciudad naval. El escudo más antiguo, bien conservado y que está considerado el más genuino, ajustado y representativo de las armas de la ciudad de Ferrol, es el que aparece en el frontal de la antigua Fuente de San Roque, tallado el año 1784.

          

 

Fuente de San Roque 

EL ABANDONO DEL ANTIGUO ESCUDO MUNICIPAL

El año 1787 Dionisio Sánchez de Aguilera construyó en el Paseo de las Delicias, hoy Cantón de Molíns, el amplio edificio clasicista de la Escuela de Gramática, que más tarde se convertiría en la Casa Consistorial de Ferrol, coronándose su frontis con el escudo de la ciudad, timbrado de corona marquesal y rodeado de una guirnalda vegetal. 

Al ser derribado este edificio en los años 1970, el antiguo escudo municipal sufrió diversas vicisitudes y traslados, incluso estuvo varios años abandonado en los jardines del Centro Cultural Municipal de la calle del Hospital. Posteriormente el  antiguo blasón municipal fue colocado de forma negligente, a modo de florero de adorno, sin realce alguno como pudiera ser una adecuada peana, a la entrada del Centro Cultural.         

                                           

 Antiguo Concello de Ferrol y su correspondiente escudo municipal

Al escudo municipal se le desposeyó de forma poco cuidadosa de su remate de corona de marqués, picando la piedra y dejando el blasón municipal sin timbre, siendo varias las sucesivas corporaciones municipales que han consentido la vergüenza cultural de su descuidada exposición pública en el lugar en que todavía hoy sigue colocado.      

Tras la amplia reforma realizada en la Plaza de Armas, fuentes del Concello insinuaron la posibilidad de colocar el antiguo escudo del siglo XVIII a la vista pública en algún lugar de la plaza. En todo caso su sitio adecuado, protegido y visible, debería ser dentro del edificio del Concello, al inicio de la escalinata principal, colocado sobre la adecuada peana. 

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL ESCUDO DE FERROL 

El escudo de Ferrol de la Ilustración, de tradicional forma ovalada, a partir del siglo XIX fue rodeado de una guirnalda vegetal y se le añadieron las banderas de España y de la ciudad, duplicadas en sendos mástiles a cada lado de la torre. La bandera de Ferrol, ajedrezada en blanco y azul, se adoptó a partir del año 1845, siendo de origen la bandera que izaban los buques de la provincia marítima de Ferrol.

                              

Escudo con corona, guirnalda y banderas

A pesar que desde el 21 de Septiembre de 1733 Ferrol era villa de realengo, su escudo de armas se había diseñado sin timbre alguno de remate. Posteriormente se le colocó de forma inadecuada una corona marquesal, herencia del señorío de la Casa de Andrade, así como una guirnalda vegetal, y desde entonces, en un absurdo mimetismo, apareció así en muchos lugares. Se pueden ver ejemplos de este remate erróneo e inadecuado en diversos blasones, desde las vidrieras del  edificio del Concello a las placas de varias calles de la ciudad.

      

                     

    Escudos con corona marquesal. Vidriera del Concello y calle Dolores

No se conoce si la Comisión de Heráldica de la Xunta de Galicia ha llegado a diseñar un escudo oficial de la ciudad. Mientras tanto se puede ver otro repetido error en el escudo de Ferrol, al aparecer muchas veces rematado con el timbre de una corona real cerrada, que tampoco le correspondía en el momento de su adopción. Ejemplos de ello se ven tanto en alguna publicación no siempre bien documentada, caso de la Gran Enciclopedia Gallega, como en las placas de algunas plazas de la ciudad.          

Escudos con corona real. Enciclopedia Gallega y Plaza de la Paz

También la segunda República alteró el escudo de Ferrol, como puede verse en la fachada del edificio de Correos, levantado  el año 1935 en la plaza de Galicia. Se trata de un blasón de piedra con un marco vegetal, completo y de buena factura, que lleva como remate una inapropiada corona mural republicana, aunque es de agradecer y digno de reseñar la conservación histórica de este escudo en una urbe de abundantes iconoclastas.                

                                                                 

Escudo con corona mural.  Edificio de Correos

Como ya se ha indicado, al paso del tiempo diferentes representaciones fueron deturpando el diseño original del escudo, siendo un error el hecho de rematarlo con una corona marquesal, un símbolo del poco estimado señorío de Andrade, que quedó extinguido al ser Ferrol nombrada villa de realengo el año 1733. De la misma forma tampoco hay razón documental para timbrarlo con una corona real, ni rodearlo de un marco vegetal. Lo que debe quedar claro es que el auténtico escudo de la ciudad se diseñó con su característica forma ovalada, sin guirnalda, ni remate de corona o timbre alguno.

 

 

 

 

3 ASÍ NACIÓ FERROL. UNA LECCIÓN DE HISTORIA


LA INCORPORACIÓN DE FERROL A LA CORONA

Cuando se iniciaron las obras del Arsenal y de la nueva población de Ferrol, mediado el siglo XVIII, estaba vigente en la Galicia del Antiguo Régimen la figura legal del Foro, un sistema de propiedad al que estaban sometidos la mayoría de terrenos situados en la Magdalena y Esteiro, lugares en donde se preveía efectuar estas obras. Los principales propietarios de los terrenos eran el conde de Lemos, la familia Bermúdez de Mandiá y el priorato de San Martín de Jubia, así como  el Cabildo de Mondoñedo, que era dueño del monte de Esteiro.

El Teniente General de la Armada Francisco Cornejo fue el primer Comandante General del Departamento de Ferrol, ejerciendo el cargo entre los años 1732 y 1737. Su mandato tuvo una gran importancia en la historia de Ferrol dado que, gracias a su decisión e iniciativa, el año 1733  tuvo lugar la incorporación a la Corona de las villas de Ferrol y A Graña.

 

Real Decreto de 21 de Septiembre de 1733

Incorporación de las villas de Ferrol y la Graña a la Corona

 

Viendo que la dependencia señorial que Ferrol tenía de la Casa de Lemos era un importante obstáculo para las obras del Arsenal y de la nueva ciudad, Francisco Cornejo logró que el 21 de Septiembre de 1733, el rey Felipe V firmase en San Ildefonso-La Granja un Real Decreto, conservado en el Archivo General de Simancas, ordenando la incorporación a la Corona de las villas de Ferrol y A Graña, hasta entonces de propiedad señorial, mediante el pago de una indemnización de 33.000 reales de vellón al Conde de Lemos.  De esa forma Ferrol iniciaba sin obstáculos su nacimiento como ciudad ilustrada.


BARRIO DE LA MAGDALENA. EL FORO DE JUBIA

Una vez que se incorporaron a la Corona las villas de Ferrol y La Graña por su compra al Conde de Lemos, las Autoridades de Marina obligaron a los propietarios de los terrenos considerados urbanos a su venta, caso de que ellos no estuviesen interesados en construir directamente en dichos terrenos. Sería una Real Orden promulgada el año 1751 la que aprobó el plan general de edificación a llevar a cabo en Ferrol.

Para que los administradores de San Martín de Jubia, uno de los propietarios de terrenos interesados en la construcción, pudiesen controlar sus propiedades, se mandó grabar las iniciales F.D.J. (Foro de Jubia) en los dinteles de las puertas de las nuevas casas que estaban obligadas a pagar dicho foro. Hoy quedan en las calles del barrio ferrolano de la Magdalena escasamente media docena de dinteles de piedras que conservan grabada la inscripción del Foro de Jubia (F.D.J.)

 

 

Antigua inscripción del Foro de Jubia (F.D.J.)

Calle del Carmen. Ferrol

 

La documentación relativa a las propiedades que poseía el Priorato de Jubia en Ferrol se conserva en 45 libros del Archivo Histórico Nacional, bajo el enunciado de Clero Regular. Benedictinos. San Martín de Jubia. El Libro de signatura 3158, titulado “Arriendos, aforos y títulos de hacienda y propiedades en El Ferrol”, registra la lista de los inmuebles aforados el año 1781 en Ferrol: un total de hasta 140 casas, las mayoría en el barrio de la Magdalena, especialmente en las calles de la Iglesia, Magdalena, Real y Tierra, y el resto en los barrios de Esteiro y Canido.


EL ASTILLERO DE ESTEIRO

Por otra parte, el antiguo Monasterio de Pedroso era el propietario desde época medieval de una amplia zona de Esteiro, lugar donde se tenía previsto instalar los Reales Arsenales, el Cuadro y el barrio de Esteiro. Estos bienes pasaron el año 1534 a ser propiedad del Cabildo de la Catedral de Mondoñedo. A mediados del siglo XVIII estos terrenos fueron donados a la Corona por el citado Cabildo mindoniense para la construcción del Astillero Real y el barrio de Esteiro, como muestra en su leyenda un plano del año 1785 de las obras de Esteiro, que se guarda en el Archivo de la Catedral de Mondoñedo.

De esta forma, la existencia de un objetivo único como era la planificación y construcción de un arsenal militar y una ciudad moderna, así como las ideas claras y la  unidad de dirección llevada a cabo por el entonces Comandante General del Departamento Marítimo de Ferrol, el  santanderino Francisco Cornejo, fueron la clara demostración de cómo conseguir plenamente ese objetivo. 

 

Plano del Barrio y Astillero de Esteiro. Año 1785.

Archivo de la Catedral de Mondoñedo

 

Como contraste con estos casos ejemplares de Ferrol dieciochesco, hoy contemplamos a donde puede llevar la existencia de una pluralidad de administraciones (Estado, Autonomías, Diputaciones, Municipios), entre ellas mal avenidas y peor coordinadas. Cumple recordar que la ciudad de Ferrol se creó en pleno Antiguo Régimen gracias a una decidida acción de los poderes públicos con unidad de criterio, lo que constituye una lección del pasado de la que deberían tomar nota los actuales políticos. Ya lo dijo alguien que conoce bien Ferrol: “quien olvida de donde viene, no sabe a dónde va”.