69 EPISODIOS DE FERROL DE LA ILUSTRACIÓN. EL APOSTOLADO Y LAS VISITAS DEL PADRE SARMIENTO

Cuando el año 1726 el rey Felipe V declaró a Ferrol capital del Departamento Marítimo del Norte, se levantó un astillero y un pequeño arsenal en la villa de A Graña, por Real Orden de 5 de diciembre de 1726. Aunque los primeros buques de este astillero se armaron a partir del año 1730, pronto se vio que no cubrían las crecientes necesidades de la Armada, por lo que se pensó en unas instalaciones más completas en el viia de Ferrol. Por ello, una Real Cédula de 21 de septiembre de 1733 del rey Felipe V otorgaba a Ferrol la condición de villa de realengo, cesando el señorío jurisdiccional de los condes de Andrade y Lemos.

Reinando el primer monarca de la casa de Borbón, el rey Fernando VI, el Marqués de la Ensenada, Secretario de Marina, decidió emplazar unas instalaciones navales en la villa de Ferrol, ejecutándose el Real Astillero de Esteiro   partir de abril de 1749, bajo la dirección de Cosme Álvarez, Comandante General del Departamento. Se trataba de un conjunto de doce gradas de sillería, colocadas con cierta pendiente en la ladera noroeste del monte de Esteiro, además de construirse los necesarios cuarteles, talleres y almacenes.     

 

Arsenal de Ferrol. Año 1756

La construcción de los doce buques del Apostolado

Tras la construcción inicial de varios navíos en las gradas de Esteiro, su momento de mayor esplendor llegó con la puesta en quilla simultánea de doce navíos de línea por orden del Marqués de la Ensenada de julio de 1752. La construcción de estos buques, conocidos popularmente por los Doce Apóstoles o el Apostolado, no por llevar esos nombres bíblicos sino por la coincidencia numérica, generó una amplia actividad industrial y una notable fuente de ingresos para la población, que creció de forma espectacular debido a la llegada masiva de trabajadores de diversos lugares.

La puesta en quilla de los doce buques del Apostolado se verificó entre mayo y noviembre de 1752. Las primeras botaduras fueron las de los navíos Oriente o San Diego de Alcalá y Eolo o San Juan de Dios, en agosto de 1753, a los que siguieron el resto hasta la botadura del último, el Héctor o San Bernardo, en septiembre de 1755. Todos ellos eran navíos, buques de línea de la época, dotados de dos puentes y armados de 68 a 74 cañones. A los buques de la Armada se les adjudicaba un santo patrón que se convertía en el sobrenombre religioso por el que se conocían, un nombre que figuraba en los documentos de época y que a veces era más popular que el nombre oficial.     

Como subraya José M. de Juan en su trabajo sobre el Apostolado, publicado el año 2001 en la revista FerrolAnálisis, los doce navíos se construyeron de acuerdo al proyecto aprobado el año 1752 en Madrid por la Junta de Constructores que dirigía Jorge Juan, basadas en las técnicas de construcción inglesas. La vida media de estos buques fue muy variable, pues mientras el Eolo fue desguazado en Ferrol el año 1760 y el Neptuno fue hundido en la Habana el año 1762, el Vencedor y el Glorioso fueron desguazados en el arsenal de La Carraca el año 1818 y el longevo Guerrero fue dado de baja el año 1850, después de 92 años de actividad, siendo considerado el buque de línea con más años de servicio activo en el mundo.

 Padre Martín Sarmiento Museo de Pontevedra

La primera visita del Padre Sarmiento

Este período de intensa actividad de astilleros, unido a las notables obras de construcción de un moderno Arsenal, en virtud de Real Orden de 14 de enero de 1750, y de una ciudad levantada de nueva planta, originó que desde mediados del siglo XVIII, Ferrol fuese visitado por diversos personajes. Entre estos visitantes destacan varios miembros de la iglesia gallega, representantes de una Ilustración que también alumbraba nuevas luces en el mundo eclesiástico. Uno de ellos fue el fraile benedictino Martín Sarmiento, que visitó Ferrol en dos ocasiones.

Fray Martín Sarmiento, fue un sabio estudioso e investigador tenaz, considerado como un verdadero precursor del movimiento ilustrado. En el mundo Pedro José García de Seraxe Balboa, nació de padres pontevedreses en Villafranca del Bierzo el año 1695, regresando a Pontevedra a los pocos meses de nacer. Con su carrera eclesiástica finalizada, a partir del año 1727 se instaló en Madrid, de donde salió solamente para realizar sus conocidos viajes a Galicia los años 1745 y 1754, ambos de especial interés por las visitas que hizo a Ferrol y sus referencias descriptivas de la ciudad, arsenal y buques de la Armada.

En el primer viaje llegó el 7 de agosto de 1745 al monasterio benedictino de San Martín de Jubía. El domingo día 9 se trasladó a Ferrol pasando por las feligresías de Santa Cecilia, San Juan, Santa Marina y San Salvador de Serantes. Se desplazó luego a San Román de Doniños, informando que tiene un lago de un cuarto de legua de circunferencia y la tradición de una ciudad sumergida llamada Valverde, y a Santa María de Brión, lugar del que escribe: “Aquí está La Cabana, priorato de bernardos, y las casas de provisiones de boca para la marina”.

  Navío Guerrero. Museo Naval de Madrid                   

Narra luego su visita a la villa de La Graña y su puerto, visitando la instalación del Bispón “donde está la pólvora” y el castillo de San Felipe “que no está acabado y tenía montadas 117 piezas”, informando de la existencia de las baterías de este tramo de costa: San Cristóbal, Cariño, Canelas y Pieiro. Describe la costa sur de la ría de Ferrol con el cabo Segaño, el monte Faro, los castillos de San Martín y de La Palma, la ensenada del Baño y por último “Mugardos, villa, ensenada y puerto para pasar a La Graña o al Ferrol”.     

Después de considerar que las villas de Mugardos, La Graña y Ferrol forman un triángulo casi perfecto y de describir los diversos lugares de la península de Bezoucos, narra que volvió a La Graña. Visitó el arsenal “y sobre todo los tres navíos de línea y de flota: el Glorioso, la Castilla y la Europa, y uno nuevo, el San Felipe, y otros navíos menores”. De su visita al navío Glorioso o San Ignacio, escribe que era todo de cedro por haberse construido en el arsenal de La Habana el año 1738, empleándose en su construcción maderas coloniales.

Llegado a la villa de Ferrol, de cuyo centro urbano no hace referencia por no haber empezado las obras del nuevo barrio, informa de su pasó por Recimil, Caranza, punta del Montón, Lóngaras, Domirón y Faísca hasta llegar al Priorato de Jubia, a una legua de Ferrol, pasando la noche en el monasterio benedictino, regido por un conocido personaje ilustrado: el fraile pontevedrés Felipe Colmenero. Así terminó esta primera e intensa visita de un día a la ría de Ferrol.

  Viaje a Galicia. Fray Martín Sarmiento

La segunda visita del Padre Sarmiento

Diez años más tarde, junio de 1755, fray Martín Sarmiento realizó una nueva visita a Ferrol, en un amplio viaje que realizó a Galicia. Salió de Pontevedra el 9 de Junio “a ver las obras de Ferrol”, alojándose de nuevo en el Monasterio de San Martín de Jubia. Desde allí realizó un recorrido por el Camiño Vello de San Andrés de Teixido, que reflejó minuciosamente en su obra.

El 16 de junio se trasladó a Ferrol, pasando por Caranza, Esteiro, Recimil y la Magdalena, permaneciendo hasta el 23 de Junio alojado en el convento de San Francisco. Con su peculiar estilo telegráfico narra los lugares que recorrió dentro del municipio, donde visitó la ermita de la Virgen de Chamorro (“Chamorro, si de clamore ¿”), Doniños (“Dízese que aquí hubo una ciudad y se anegó. El lago era dulce y que tenía fondo”), Prioiro (“Allí cogí las camariñas con frutilla, hay muchas matas”), Cobas (“Hermita de Santa Comba en una isleta”), San Cristóbal, Monte Faro, San Xurxo, Pietro, Viñas y Cariño (“Estoy que viene de Carina, que se toma por nave”).

De La Graña, Sarmiento escribe que disponía de magníficos almacenes y que había doce navíos de línea, “unos acabados y otros no”. Con respecto a Ferrol, donde visitó a Antonio Perea, intendente de Marina, y a Josefa Cayetana Pardo, marquesa de San Saturnino, escribe que en Esteiro vio un navío botado el 12 de junio, refiriéndose al Vencedor,  y contempló la salida de puerto del Dragón y el Eolo, que tuvieron que fondear en la ensenada de Cariño por la falta de viento.

Empezó su visita de Ferrol por la punta de Caranza “donde está la ensenada para maderas” y siguió por el astillero de Esteiro viendo los buques del Apostolado, con “sus doce quillas, y entre ellas seis con navíos”. Visitó el Héctor del que dice: “entré en él y ví y paseé sus tres puentes. Tiene 70 cañones y creo 160 pies de largo”. Llama su atención la disposición de las quillas, de forma tal que los navíos se botan al mar de popa, “al contrario de los navíos de construcción española”.  

El fraile benedictino siguió su recorrido por el “Monte Real del Esteyro” y la “ensenadilla de Caranza”, siguiendo por la “gran plaza, habitaciones del Intendente y cuarteles para tropa de tierra”, refiriéndose al Cuadro de Esteiro y al Cuartel de Dolores. Contempla luego “la excavación para el dique, donde se han de carenar los navíos en seco”, visita luego la amplia dársena del Arsenal recorriendo “el muelle y puerto en construcción”, de donde “salen dos paredones inmensos al mar, y en su ancho ha de aver almacenes de pertrechos de mar y de artillería”.


                                                         
Armas Reales de Felipe V

Por último, informa de las obras del “grande canal o foso asta el astillero, capaz de barcas y comunicación”, que separará el Arsenal y la nueva ciudad de Ferrol que “se hará cogiendo la ladera del Norte”. El 23 de junio parte para el monasterio de Jubia, citando los lugares de “San Roque; Madalena; a la izquierda San Amaro; Recimil; puente y río de Esteyro; Caranza y río Areosio; Gándaras do Couto; Colmentes a la izquierda; Domirón: Lóngaras; río, ensenada y punta; Vilar y Juvia”. Remata la descripción de su viaje escribiendo que “todas las obras Reales quedan a la derecha sobre el mar; y a la izquierda la futura ciudad”.

De esta manera remata la visita a Ferrol de Fray Martín Samiento que visitó con detalle el arsenal de A Graña y el astillero de Esteiro, pero que apenas conoció el arsenal de Ferrol. Precisamente el artístico escudo con las Armas Reales de Felipe V perteneciente a la base de A Graña, escudo que conoció el ilustrado clérigo gallego, se colocaría posteriormente en la Puerta de Parque del arsenal de Ferrol.

Las señas de identidad de Ferrol


   

En la primera fotografía (real) vemos juntas cuatro muestras de las posibles señas de identidad de Ferrol. La Fuente de San Roque representa la Ilustración, el Chalet de Antón recuerda el Modernismo, el marco del kilómetro 112 evoca el Camino Inglés y las señales de tráfico quieren representar el Plan de Movilidad, la última ocurrencia genial que tuvo el Concello de Ferrol.

La segunda ilustración (realmente un montaje) muestra como le gustaría al Foro de Amigos de Ferrol que fuese realmente la imagen anterior, quitando de la fotografía el inoportuno y antiestético aderezo de la señal de tráfico y a su vez, y sobre todo, haciendo desaparecer de la realidad ciudadana ese horrible tormento y ocurrencia del Plan de Movilidad que ha elaborado el Concello, con lo que quedarían sólo en pie las tres verdaderas señas de identidad de la ciudad.

 

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