47 LA VIRGEN DE CHAMORRO. PATRONA DE LOS MARES Y VALLES DE FERROL

 


Chamorro y los montes sagrados en Galicia

El próximo Lunes de Pascua se celebra la festividad de la Virgen de Chamorro. Desde tiempos inmemoriales en Galicia las alturas, y los montes en particular, fueron considerados lugares sacros, marcados por la presencia de viejos cultos, construyéndose ermitas y santuarios para la cristianización del territorio. Entre estos espacios sacros ocupa un sitio destacado el monte de la Virgen de Chamorro en Serantes, un lugar de antiguos ritos de culto a la piedra.

Refuerzan la sacralidad del lugar, además del propio templo, un camino penitencial o de romería, un crucero y un Vía Crucis, una fuente de aguas sanadoras y una cueva de una aparición milagrosa, en una mezcla de las creencias populares y de las devociones religiosas, manifestadas en forma de leyendas, costumbres y ritos, entre profanos e sagrados, todo ello sacralizado por la Iglesia.

 

Ermita de la Virgen de Chamorro

La piedra es un símbolo intemporal e inmutable, a diferencia de los elementos naturales sujetos a cambios. Fue motivo de adoración y culto, tanto por su morfología como por las características que le otorgan su sacralidad. En una tierra donde abunda el granito, entre las diversas piedras de culto tenemos las piedras grabadas o insculturadas y las piedras adivinadoras, conocidas como “penas de embade” o “abaladoiras”. Este tipo de piedras se encuentran en diversos lugares del monte donde se alza la ermita de la Virgen de Chamorro.

El monte y la ermita de Chamorro

El monte de Chamorro, formado por rocas graníticas, está situado al noroeste de Ferrol, siendo un lugar de escasa vegetación arbórea, salpicado de tojos y monte bajo. Desde sus 174 metros de altitud se contempla la panorámica del valle de Serantes y la ría de Ferrol. En su ladera meridional se levanta la ermita de Nosa Señora do Nordés, así llamada por los marineros dado el viento propicio de esa dirección. Su advocación de Virgen Patrona de los Mares y Valles de Ferrol, tiene gran veneración en el ámbito marinero y campesino de la comarca, siendo muchos los exvotos de la ermita que testimonian esta devoción.

Hay varias versiones del origen del nombre de Chamorro. El siglo XVIII el padre Martín Sarmiento escribió que derivaba del latín “clamor-clamoris”, conjunto de rogativas pidiendo una gracia. Para algunos historiadores como Leandro de Saralegui y Rodrigo Sanz, Chamorro significa montículo pelado de rocas redondeadas, unión de “cha”, pelado o poco frondoso, y “morro”, montículo redondo. Una versión popular apoya la poco creíble teoría de que un náufrago en la ría gritó “xa morro” (ya muero), siendo auxiliado por la Virgen.

El santuario de Chamorro, como templos similares, nació de un proceso de cristianización de viejos cultos relacionados con la piedra. La ermita se levanta sobre un conjunto de rocas de granito, una de ellas, según la tradición, una "pedra de abalar" o roca oscilante, integrada dentro de la ermita. Una serie de rocas cercanas muestran unas desgastadas inscripciones rupestres o petroglifos, lo que añade una contrastada antigüedad a los viejos cultos.

 

La ermita sobre las piedras oscilantes

Los historiadores afirman la existencia de una capilla entre los siglos X y VII, aunque el templo actual es de fines del siglo XV o comienzos del XVI. Consta de una nave rectangular de cubierta de madera; una capilla mayor con arco triunfal apuntado, bóveda gótica de crucería y un retablo barroco de decoración vegetal. Detrás incorpora el camarín de la Virgen, decorado de madera dorada, una sacristía lateral y un coro alto, rematando con una espadaña incompleta.

 Interior del santuario de Chamorro

 Aunque la cabecera del templo se orienta al Este, de forma tradicional, a finales del siglo XVII se añadió un recinto transversal con pórtico cubierto, a modo de vestíbulo, donde está la puerta de entrada lateral, integrando en el recinto la roca oscilante, donde aparece bastamente esculpida una imagen de la Virgen. Una lápida colocada en la puerta de entrada informa que el pórtico y el recinto se construyeron entre los años 1687 y 1692.

    

  Imágenes antigua y actual de la Virgen de Chamorro

La efigie de madera de la Virgen, sedente y frontal, de formas estáticas e inexpresivas, pertenece a las llamadas imágenes de vestir, llevando al Niño sentado frontalmente en sus rodillas. Se reputa de época románica, tallada plana en la parte posterior, para estar adosada en el retablo primitivo. Hoy aparece la imagen artificiosamente colocada, afeada con unos ampulosos y recargados ropajes, que casi no permiten contemplar el rostro de la Virgen y la cara apenas asomada del Hijo. También de época posterior son la antiestética peluca postiza, la amplia corona de plata y la peana barroca que lleva angelotes alados a modo de atlantes.

Como otros lugares gallegos, Chamorro tiene una leyenda de aparición milagrosa de la Virgen, en este caso a dos hermanos dedicados al pastoreo de cabras en el monte. Durante una fuerte tormenta los hermanos se refugiaron en las rocas de la ermita, donde se apareció la Virgen, quedando su imagen grabada en la piedra oscilante. La leyenda continuó con el hallazgo de la imagen de la Virgen con el Niño que luego de ser llevada a la cercana iglesia parroquial de Serantes, regresó a las rocas del monte, de forma similar a otras leyendas de Galicia.

 

Cueva de aparición de la Virgen

 Aunque acuden numerosos devotos en varias festividades del año, el día grande de Nosa Señora del Nordés, el Lunes de Pascua, tras la misa principal se celebra una procesión que preside la imagen de la Virgen. Ese día la romería celebrada desde primeras horas alrededor de la ermita, congrega a cientos de personas de la comarca, que suben al santuario tanto por la carretera asfaltada como por el empinado camino penitencial del monte.

La propiedad de la ermita

Un tema polémico y poco ejemplar en estos tiempos es la propiedad privada de la ermita de Chamorro y de los terrenos donde se levanta desde años atrás, incluso llegando a administrar sus dueños parte de las limosnas recibidas al tempo que fijan los horarios de apertura del templo, sin que parezca existir un control directo por parte de la Iglesia, la verdadera responsable del culto religioso de la capilla. Este tradicional desencuentro entre la familia propietaria y las autoridades eclesiásticas viene denunciado desde tiempo atrás por clérigos como Cardeso Liñares y Santos Cristóbal. 

                 

                                                                Ferrol y Serantes desde Chamorro

Además el hecho de conseguir la titularidad pública de los terrenos donde se levanta la ermita permitiría la mejor puesta en valor del monte de Chamorro por parte del Concello de Ferrol, construyendo el adecuado mirador panorámico en las proximidades del templo, dadas las espectaculares vistas del valle de Serantes y de la ría de Ferrol.

 

El crucero y el Víacrucis de Chamorro

La sacralización del espacio religioso de la ermita de Chamorro se refuerza por la presencia de un crucero, una de las obras de mayor interés de la comarca. Es un ejemplar sólido de formas clasicistas, datado a finales del siglo XVII, resaltando su antigüedad abundantes líquenes.  El crucero se levanta sobre cinco gradas cuadradas y un corto pedestal prismático. Su varal es grueso, de aristas ochavadas, con señales de haber llevado un farol de aceite en la parte alta.

El capitel se adorna de hojas de acanto y volutas y la cruz griega remata de semiesferas. Lleva un Cristo de formas clásicas, cabeza coronada de espinas y caída a la derecha, amplio paño de pureza y las manos cerradas. La Virgen de la Piedad, vestida de mnto y túnica, muestra apariencia serena y está colocada sedente con el Hijo de pequeño tamaño en el regazo.

El crucero remata las catorce estaciones del Vía Crucis penitencial, que se levantan en la carretera que sube a la ermita. Las estaciones consisten en esbeltos pedestales de cantería, coronados por cruces latinas de remates apuntados y carentes de imágenes. Por el camino penitencial que sube por la ladera Sur desde Serantes se levanta otro Vía Crucis, hoy incompleto. Sus estaciones llevan anchos pedestales de mampostería encintada, rematados de pequeñas cruces griegas, también desnudas de imágenes.

Las publicaciones sobre la Virgen de Chamorro

Numerosas publicaciones tratan de la Virgen de Chamorro y su santuario, tanto de manera específica como incluyéndola entre los más conocidos santuarios gallegos. Muy interesante y poco conocida es una publicación del Centro de Estudios Apologetikon, editada el año 1946, en la que se trata de la imagen de la Virgen y la ermita, su historia, las leyendas y las devociones que le acompañan.

La Virgen de Chamorro tiene una un gran arraigo en la comarca ferrolana. Aunque en otros casos se ha hecho, no se ha producido ningún nombramiento oficial, sea de índole municipal o religiosa, ya que el pueblo, que es el que realmente importa en estos casos, la considera su patrona y protectora. Y así lo vemos en los múltiples cantares y poesías que se le dedican.

Los poetas cantan a Chamorro

El historiador ferrolano Domingo Díaz de Robles, recopilador y autor de numerosos romances y cancións alusivas a Ferrol, publicó el año 1865 el poema “Subín ao monte Brión”, un canto a la belleza de Ferrol visto desde los montes que rodean la ciudad.

 

  Subín ao monte Brión,

  subín ao monte Consello,

  subín ao monte Chamorro,

  subín ao monte Campelo.

  Ao monte Ancos que aguanta

  sobre os seus hombros o ceo

  e tamén dos Coroados

  foi chamado en outro tempo.

La citada obra La Virgen de Chamorro. Su imagen, su ermita y su devoción, publicada el año 1946 por el Centro de Estudios Apologetikon, reproduce un romance donde narra la aparición de Nosa Señora do Nordés a una pareja de jóvenes pastores en el monte de Chamorro:

La nuestra Reina del Cielo,

sobre las nubes sentada,

bajó tejiendo sonrisas

hasta tocar en el suelo

pelado de una montaña.

En sus manos de princesa

el Niño Dios se quejaba

por el frío de las gotas

de lluvia que lo mojaban.

La Madre, Nuestra Señora,

lo cobijó entre sus faldas.

 

                                                            Velas y exvotos en Chamorro

Seguimos con los versos de Xosémaría Pérez Parallé, el segrel de Canido. En una de las cantigas galegas que publicó el año 1963 en Cartafol da saudade hace un apasionado canto a la Virgen del Nordés. Entresacamos dos estrofas de la cantiga:

             Miña Virxe do Nordés,                                     

             Santa Virxe pequeneira.                                   

             Te quero porque Ti és                                       

             a Virxe máis mariñeira                                      

             dend-á cabeza hastra os pes ¡                         

             Meiga Virxe ventureira,                                      

             miña Virxe do Nordés. 

             Virxenciña do Nordés,

             tan xeitosa e piquiniña,

             na túa casa me tés

             de xionllos, Virxenciña,

             para que ás feridas lle dés

             auga santa da fontiña,  

             Virxenciña do Nordés ¡ 

 


Ermita y crucero de Chamorro. Rafael Romero

 También las composiciones de las rondallas de la Noche de las Pepitas incluyen una canción dedicada a la Patrona de los Mares y Valles de Ferrol. La canción “Virxenciña de Chamorro”, compuesta el año 1984 con letra de Manuel Calvo y música de Juan Hernández, dice:

                                                           Virxenciña de Chamorro,                                 

                aló enriba dun penedo                                     

                hai una virxen pequeña                                     

                que é a raiña dos mariñeiros.                          

                Virxenciña do nordeste,                                    

                tes una fonte ó teu lado                                 

                que auga crariña verte                                    

                para o romeiriño cansado.

 

                Miña virxen pequerrecha,                               

                miña virxen feiticeira,                                     

                reina da nosa comarca,                                    

                miña virxe mariñeira.                                       .

 

La poesía popular desde siempre se inspiró y cantó a la Virgen de Chamorro. Así lo hace el clérigo mindoniense Santos San Cristóbal que publicó el año 2001 un poema donde se hace eco de la leyenda popular y de la devoción profesada por un pueblo campesino y marinero:

 

    Desde tal solio de amor

    mar y tierra avizoras

   contemplando a todas horas

   al pueblo trabajador,

   marinero y labrador,

   que vive y pena a tus pies

   junto a su barca o su mies.

   ¡ No les niegues tu socorro,

   Virgencita de Chamorro,

   Madre Nuestra del Nordés ¡

 

Para terminar y como hecho curioso queremos recordar que ningún barco de la Armada ha llevado el nombre de Virgen de Chamorro, y sin embargo así lo ha hecho un hidroavión del Servicio Marítimo.

 


Hidroavión Virgen de Chamorro

 

 

 

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