Como se ha visto, el nombre de
Ferrol se escribe y aparece como tal los siglos XI, XII y XIII en diversos
documentos de varios monasterios como los de San Martín de Jubia, San Salvador
de Pedroso y Santa María de Sobrado, que se asentaron y tuvieron gran
influencia en la comarca desde época medieval. De la misma forma ese nombre de
Ferrol aparece escrito en diversas cartas náuticas y portulanos desde
principios del siglo XVII.
Sin embargo, no está clara la
procedencia del topónimo Ferrol, siendo numerosos los investigadores que estudiaron
el tema. Entre ellos hay que citar en primer lugar a Domingo Díaz de Robles que
en su completo trabajo “Etimologías históricas”, publicado el año 1864 en “Galicia.
Revista universal de este reino”, estudió las diversas teorías e hipótesis sobre
el origen del nombre de Ferrol, desde su antiguo Faro o el Farol que aparece en
el escudo heráldico de la ciudad hasta su relación con el metal Hierro (Ferro
en gallego) o con Aferradoiro, como lugar de amarre de buques, pasando por la
presencia del mártir San Ferreol en época medieval.
Etimologías históricas. Domingo
Díaz de Robles
LA PRESENCIA DE SAN FERREOL EN LA
VILLA FERROLANA
Diversos estudiosos como Moscoso
de Altamira, Casimiro Torres y Camacho Lliteras consideran como origen del actual
topónimo Ferrol el nombre del santo francés San Ferreol, que en época
medieval, junto con San Julián, recorrió diversos lugares del norte de España, incluida
Galicia. Al llegar al lugar donde nació la villa ferrolana fundaron un templo
llamado de “San Julián y San Ferreol”, que con el tiempo derivó a “San Julián
de Ferreol”, quedando finalmente este último nombre de Ferreol como topónimo de la urbe.
San Ferreol o San Ferriol, soldado
romano, mártir y santo que vivió en Normandía durante el siglo IV, compañero en
sus viajes de San Julián de Brioude o de Vienne, según variadas leyendas de
carácter priscilianista y legendarias crónicas como la de Santiago de la
Vorágine, está reconocido, igual que el citado San Julián, como el fundador de una
serie de iglesias en diversos lugares, primero en Francia y luego en España,
desde Cataluña hasta Galicia.
San Ferreol y/o San Ferriol, soldado romano y mártir
En esta línea, que ya había
tratado con anterioridad Domingo Díaz de Robles, incide el investigador Fernando
Cabeza, autor de la obra “Toponimia de Galicia”, apuntando luego como una
segunda posibilidad que el nombre actual de la urbe realmente derivase de un
propietario de terrenos así llamado (domini Ferreoli). Esta
segunda teoría fue seguida más tarde por otros investigadores, caso de Comellas
Coimbra, Chao Espina, Souto Vizoso y Porto Dapena, incluso este nombre de Ferreol fue citado por escritores como
Álvaro Cunqueiro y Xohana Torres.
LA HIPÓTESIS DEL FARO Y DEL FAROL
Durante la sesión municipal celebrada el 22 de
Junio de 1778, el Concello de Ferrol, presidido por el alcalde Pedro Bayón
acordó que el escudo de armas de la
villa o blasón municipal consistía en una torre almenada, colocada sobre una
restinga marítima y rematada de un farol, llevando un cañón y un ancla a cada
lado.
Desde esa temprana fecha fueron
muchos los autores que consideraron que el nombre de Ferrol podía proceder bien
del Faro existente en uno de los montes que dominan
la entrada del puerto ferrolano o quizás del Farol o
linterna que estaba colocado en una torre del muelle de la villa.
El Farol en el primer escudo municipal de Ferrol
Precisamente los tres más
prestigiosos historiadores ferrolanos del siglo XIX, Alonso López el año 1820,
Montero Aróstegui el año 1858 y Baamonde y Ortega el año 1867, apuntan e
incluso defienden la posibilidad de que cualquiera de esos dos instrumentos de
señalización o situación fuese el origen del nombre de la localidad. Otros
autores como Sebastián Miñano y Pascual Madoz en sus respectivos Diccionarios
Geográficos de los años 1826 y 1845 insisten igualmente en esta posible
procedencia.
FERROL COMO DERIVADO DE LA
PALABRA HIERRO (RAÍZ LATINA FERRUM)
Han sido muchos los autores que
han estudiado la posibilidad de que alguna palabra relacionada con el nombre
gallego o latino del mineral de hierro, como es el caso de Ferralii o
sus diferentes variantes Ferreolis, Ferrollum, Ferrolae, Ferroeli,
Ferrollium, etc, pudiera ser el origen del nombre de Ferrol, debido
a la presencia de este mineral en la comarca.
Entre los seguidores
de esta teoría destaca Domingo Díaz de Robles que hace notar que el genitivo
latino FERRALII que aparece en la inscripción grabada en la cara oriental
del obelisco erigido en honor a Churruca, monumento que hoy podemos ver en los
Jardines de San Francisco, se lee: INMORTALITATI CHURRUCA INCLITI FERRALII
DECORIS. Sin embargo, de forma contradictoria a lo anterior, dicho nombre aparece
escrito de forma diferente, FERROELI, en la reproducción
de esa misma inscripción que hacen tanto Montero Aróstegui como Baamonde y
Ortega en sus respectivas obras del siglo XIX.
El nombre de Ferralii. Inscripción del Obelisco
de Churruca
Siguiendo con el tema, en
escritos referentes a Ferrol aparece la palabra del castellano antiguo aferradero (aferradoiro en gallego), vocablo que ya empleó el
siglo XVI el licenciado Sagrario Molina, como zona de amarre o lugar donde pueden fondear o dar fondo los buques
y embarcaciones, para los cuales la ría ferrolana era un lugar “excelente y
seguro”. Para algunos autores la palabra aferradoiro pudo ser el origen del
nombre de Ferrol. Incluso se cita el antiguo nombre de ferrón, utilizado en
puertos pesqueros como nombre dado al ancla.
Descripción del Reino de Galicia. Los aferraderos de Ferrol
OTRAS TEORÍAS DE LA PROCEDENCIA
DEL NOMBRE DE FERROL
Muchas otras son las teorías
de diferentes investigadores sobre las
diversas procedencias del nombre de Ferrol que se podrían citar. Mientras que
Benito Vicetto y Manuel Murguía, sin aportar mayores
razones, consideran como celta la procedencia del nombre de Ferrol, otros
investigadores como García de la Riega y Amor Meilán apuntan a un posible
origen griego del topónimo.
Finalmente,
otros estudiosos como Emiliano Balás, Carré Aldao y más recientemente Vázquez
Rey indican que el nombre de Ferrol pudiera provenir o derivarse de Portus Farralium (puerto de los
granos), aludiendo a la producción y abastecimiento de cereales desde el puerto
ferrolano.
(EL) FERROL COMO NOMBRE DE LA
CIUDAD
Un tema que ha merecido la
atención de los estudiosos del nombre de Ferrol fue la anteposición del
artículo (El) a su nombre durante los últimos tiempos. Tras la estabilización del
topónimo Ferrol (sin artículo previo) durante los siglos anteriores, a
partir del año 1733 en que Ferrol es incorporado a la Corona, empieza a
aparecer el topónimo El Ferrol (con el artículo delante), especialmente
en la documentación oficial gubernativa referida a las numerosas obras de la
nueva ciudad e instalaciones navales, en las que se cita “Villa del
Ferrol”,
“Arsenal de Ferrol” y “Puerto de Ferrol”.
Por su parte la administración
municipal conservó el topónimo Ferrol sin artículo en diversos documentos, citando la “Villa de Ferrol”. La sesión
municipal de 22 de Junio de 1778 definió el escudo de armas de la ciudad a base
de una torre coronada por un farol, adornada con banderas, anclas y cañones,
“por ser Ferrol capital de Departamento Marítimo”. Sin embargo, conocidos escritores
gallegos de la Ilustración usaron el artículo El al referirse a la villa
ferrolana. El coruñés Cornide Savedra cita a la “villa del Ferrol” y “ría del
Ferrol”. El ferrolano Lucas Labrada utiliza también el topónimo El Ferrol
cuando trata del puerto y la urbe ferrolana.
Posteriormente se alternó el
empleo de Ferrol con y sin el artículo previo. De esta manera, un Real Decreto
de 21 de Abril de 1834 fija la división de Galicia en las cuatro provincias
actuales, incorporando el “Partido Judicial de Ferrol” a la provincia
coruñesa. Más tarde un Real Decreto firmado por la reina Isabel II el 13 de
Octubre de 1858, concede a la “villa del Ferrol” el título de Ciudad
con tratamiento de Señoría Ilustrísima. Otro Real Decreto datado el 9 de Junio
de 1881 concede a la “ciudad del Ferrol” el tratamiento de
Excelencia.
Durante los siglos XIX y XX
se utilizó normalmente el nombre de El Ferrol (con artículo previo), usado
siempre en la documentación oficial con preferencia al tradicional topónimo
Ferrol, pese a las razones históricas, y los usos y costumbres de la propia
ciudad. En este aspecto es curioso
recordar el conocido romance que Luis de Góngora ya publicó el año 1595 con el
título de “Despuntado he mil agujas”. En el romance se refiere a El Ferrol, con el artículo en
mayúscula:
A las armas, mozalbitos,
que un navío filipote
os espera en El
Ferrol
¡Plegad a Dios que
derrote¡
Entrado el siglo XX, una Orden
Ministerial de 30 de Septiembre de 1938 convirtió oficialmente el nombre de la
ciudad en El Ferrol del Caudillo. Finalmente, un acuerdo municipal de 28 de Diciembre de 1982, fijó de
forma definitiva el nombre actual de Ferrol, con el que la
ciudad entró en el siglo XXI. Estamos ante otra historia.
Año 1958. El Ferrol del Caudillo
No hay comentarios:
Publicar un comentario