5 DISCUTIBLES VARIANTES DEL ESCUDO DE FERROL DE LA ILUSTRACIÓN

 

ESCUDOS EN EDIFICIOS Y MONUMENTOS

En diversos lugares de Ferrol se conservan diferentes representaciones del blasón municipal. Un ejemplar de elegante diseño es el tallado en piedra el siglo XVIII en la Fuente de la Fama, colocada hoy en la entrada de la Puerta del Parque, una obra costeada por el Concello. De hermosa factura neoclásica es el ejemplar en bronce que adorna una de las caras del pedestal del monumento a Jorge Juan en los Jardines de Herrera.

                                         

                                                      Fuente de la Fama  y Monumento de Jorge Juan

Se ha perdido para el Patrimonio Cultural de Ferrol el escudo que estuvo colocado en la antigua cárcel del partido judicial, situada cerca de Caranza. La obra, rodeada de una cadena a modo de orla,se encuentra hoy depositada en una propiedad particular. Otro ejemplar de formas tradicionales y dediseño ajustadoes el elaborado de madera que se encuentra tallado en uno de los terminales de la sillería de coro de  la Concatedral de San Julián


Antigua Cárcel y Catedral de San Julián

Un escudo diferente adorna el frontón del nuevo edificio del Ayuntamiento de Ferrol, siendo una obra heterodoxa, de formas originales y con grandes licencias en su concepción. Sobre un campo jaquelado que recuerda la bandera de Ferrol, el escudo es soportado por dos sirenas aladas a modo de tenantes. Por el contrario, de formas ortodoxas y de concepción sencilla es el escudo de Ferrol colocado sobre la puerta principal del edificio de la Cruz Roja de la calle del Sol, ejemplar deteriorado y hoy malamente pintado de un blanco monocromático. 

 

Edificio del Concello y Edificio de la Cruz Roja

Un curioso ejemplar combinando los blasones de Ferrol y Mondoñedo, tallado en piedra con ciertas libertades formales de ejecución, es el situado en el frontón de la fachada lateral derecho del edificio de la Domus Ecclesiae, en el barrio de Canido.  En el antiguo Banco de la Coruña en la calle Real, hoy establecimiento de hostelería, el escudo de Ferrol de su fachada lateral, un bajorrelieve de cuerpo hexagonal muestra los elementos clásicos del blasón. Rodeado de un marco de rocalla con adornos vegetales y florones, carece de corona de remate.

 

Edificio de la Domus Ecclesiae y Antiguo Banco de La Coruña

ESCUDOS EN VIDRIERAS Y PLACAS

Otras dos representaciones del escudo municipal son las que aparecen colocadas en las vidrieras del edificio del Concello y del Palacio de Justicia, careciendo ambos blasones de timbre de remate. La primera de ellas muestra el nombre de Ferrol siendo, de clásica factura ovalada y rodeada de un marco vegetal, apareciendo la torre con anclas y cañones, y el farol colocado en la parte derecha de la pértiga. La segunda, de factura rectangular y rodeada de un marco tipo pergamino, muestra la torre desnuda, con el farol a la izquierda de la pértiga, careciendo del nombre de Ferrol.             

 

Vidrieras del Concello y Palacio de Justicia

De las placas metálicas de señalización de las calles, alamedas y plazas de la ciudad, que se colocaron durante los años 1940, apenas quedan hoy unas pocas de ellas, habiendo sido recuperada últimamente la perteneciente a la remodelada Plaza de Armas. Estas placas muestran en su parte superior el escudo de la ciudad, en una sencilla representación de forma ovalada con guirnalda vegetal y remate de corona marquesal.

        

                                                       Placas de calle, plazas y alamedas

 REPRESENTACIONES IMPRESAS Y DECORATIVAS

Entre las representaciones impresas del blasón de la ciudad destaca por su diseño elegante e interés artístico el escudo que aparece en la portada de la inconclusa Historia de Ferrol, obra de Victorino Novo del año 1883. Con una tradicional forma de pergamino se remata con una espectacular corona mural de tres torreones, más representación de una plaza fuerte que símbolo de una república. Como contraste con la representación anterior, una sencilla y de lo más escueta representación del escudo de Ferrol, mostrando simplemente la torre almenada con su farol, careciendo de los atributos propios del blasón, aparece en la Enciclopedia Espasa como símbolo de la ciudad.

                              Historia de Ferrol. V. Novo. Enciclopedia Espasa 

A continuación se muestran dos representaciones gráficas del escudo de Ferrol, muy separadas en el tiempo. La primera es un sello del año 1812 que conmemora la proclamación de la Constitución, mostrando una disposición tradicional de los elementos del escudo. La segunda, un logotipo de época reciente, año 1987, trata de respetar el criterio de sencillez, pero realmente adolece de falta de gracilidad, además de haber eliminado las piezas artilleras y de timbrarlo con una esbozada corona.

 

 

Sello constitucional y Logotipo actual

Por  último, se reproduce una ilustración de la metopa del remolcador de altura de la Armada “Ferrol”, botado el año 1964, donde aparece un escudo de la ciudad de formas tradicionales, en esta ocasión rematado de una corona real cerrada. Como contraste, se muestra una artística visión del blasón ferrolano, carente de timbre, en una reciente pieza de cerámica de la fábrica de Sargadelos.

                                                 

                                                Metopa del remolcador “Ferrol” y Cerámica de Sargadelos

 

4 EL ESCUDO DE FERROL DE LA ILUSTRACIÓN. UNA COMPLEJA EVOLUCIÓN

 

ORIGEN DEL ESCUDO DE FERROL

Según informa Montero Aróstegui en su Historia de Ferrol, durante la sesión municipal celebrada el 22 de Junio de 1778, el Concello de Ferrol, presidido por el alcalde Pedro Bayón acordó abrir el timbre heráldico de la villa, declarando que su escudo de armas o blasón municipal consistía en una torre almenada, colocada sobre una restinga marítima y rematada de un farol, llevando un cañón y un ancla a cada lado.  

 Dentro de la simbología de los elementos heráldicos, la torre con farol representa la ciudad portuaria, las piezas artilleras son el símbolo de la plaza fuerte o ciudad militar y las anclas recuerdan a la ciudad naval. El escudo más antiguo, bien conservado y que está considerado el más genuino, ajustado y representativo de las armas de la ciudad de Ferrol, es el que aparece en el frontal de la antigua Fuente de San Roque, tallado el año 1784.

          

 

Fuente de San Roque 

EL ABANDONO DEL ANTIGUO ESCUDO MUNICIPAL

El año 1787 Dionisio Sánchez de Aguilera construyó en el Paseo de las Delicias, hoy Cantón de Molíns, el amplio edificio clasicista de la Escuela de Gramática, que más tarde se convertiría en la Casa Consistorial de Ferrol, coronándose su frontis con el escudo de la ciudad, timbrado de corona marquesal y rodeado de una guirnalda vegetal. 

Al ser derribado este edificio en los años 1970, el antiguo escudo municipal sufrió diversas vicisitudes y traslados, incluso estuvo varios años abandonado en los jardines del Centro Cultural Municipal de la calle del Hospital. Posteriormente el  antiguo blasón municipal fue colocado de forma negligente, a modo de florero de adorno, sin realce alguno como pudiera ser una adecuada peana, a la entrada del Centro Cultural.         

                                           

 Antiguo Concello de Ferrol y su correspondiente escudo municipal

Al escudo municipal se le desposeyó de forma poco cuidadosa de su remate de corona de marqués, picando la piedra y dejando el blasón municipal sin timbre, siendo varias las sucesivas corporaciones municipales que han consentido la vergüenza cultural de su descuidada exposición pública en el lugar en que todavía hoy sigue colocado.      

Tras la amplia reforma realizada en la Plaza de Armas, fuentes del Concello insinuaron la posibilidad de colocar el antiguo escudo del siglo XVIII a la vista pública en algún lugar de la plaza. En todo caso su sitio adecuado, protegido y visible, debería ser dentro del edificio del Concello, al inicio de la escalinata principal, colocado sobre la adecuada peana. 

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL ESCUDO DE FERROL 

El escudo de Ferrol de la Ilustración, de tradicional forma ovalada, a partir del siglo XIX fue rodeado de una guirnalda vegetal y se le añadieron las banderas de España y de la ciudad, duplicadas en sendos mástiles a cada lado de la torre. La bandera de Ferrol, ajedrezada en blanco y azul, se adoptó a partir del año 1845, siendo de origen la bandera que izaban los buques de la provincia marítima de Ferrol.

                              

Escudo con corona, guirnalda y banderas

A pesar que desde el 21 de Septiembre de 1733 Ferrol era villa de realengo, su escudo de armas se había diseñado sin timbre alguno de remate. Posteriormente se le colocó de forma inadecuada una corona marquesal, herencia del señorío de la Casa de Andrade, así como una guirnalda vegetal, y desde entonces, en un absurdo mimetismo, apareció así en muchos lugares. Se pueden ver ejemplos de este remate erróneo e inadecuado en diversos blasones, desde las vidrieras del  edificio del Concello a las placas de varias calles de la ciudad.

      

                     

    Escudos con corona marquesal. Vidriera del Concello y calle Dolores

No se conoce si la Comisión de Heráldica de la Xunta de Galicia ha llegado a diseñar un escudo oficial de la ciudad. Mientras tanto se puede ver otro repetido error en el escudo de Ferrol, al aparecer muchas veces rematado con el timbre de una corona real cerrada, que tampoco le correspondía en el momento de su adopción. Ejemplos de ello se ven tanto en alguna publicación no siempre bien documentada, caso de la Gran Enciclopedia Gallega, como en las placas de algunas plazas de la ciudad.          

Escudos con corona real. Enciclopedia Gallega y Plaza de la Paz

También la segunda República alteró el escudo de Ferrol, como puede verse en la fachada del edificio de Correos, levantado  el año 1935 en la plaza de Galicia. Se trata de un blasón de piedra con un marco vegetal, completo y de buena factura, que lleva como remate una inapropiada corona mural republicana, aunque es de agradecer y digno de reseñar la conservación histórica de este escudo en una urbe de abundantes iconoclastas.                

                                                                 

Escudo con corona mural.  Edificio de Correos

Como ya se ha indicado, al paso del tiempo diferentes representaciones fueron deturpando el diseño original del escudo, siendo un error el hecho de rematarlo con una corona marquesal, un símbolo del poco estimado señorío de Andrade, que quedó extinguido al ser Ferrol nombrada villa de realengo el año 1733. De la misma forma tampoco hay razón documental para timbrarlo con una corona real, ni rodearlo de un marco vegetal. Lo que debe quedar claro es que el auténtico escudo de la ciudad se diseñó con su característica forma ovalada, sin guirnalda, ni remate de corona o timbre alguno.

 

 

 

 

3 ASÍ NACIÓ FERROL. UNA LECCIÓN DE HISTORIA


LA INCORPORACIÓN DE FERROL A LA CORONA

Cuando se iniciaron las obras del Arsenal y de la nueva población de Ferrol, mediado el siglo XVIII, estaba vigente en la Galicia del Antiguo Régimen la figura legal del Foro, un sistema de propiedad al que estaban sometidos la mayoría de terrenos situados en la Magdalena y Esteiro, lugares en donde se preveía efectuar estas obras. Los principales propietarios de los terrenos eran el conde de Lemos, la familia Bermúdez de Mandiá y el priorato de San Martín de Jubia, así como  el Cabildo de Mondoñedo, que era dueño del monte de Esteiro.

El Teniente General de la Armada Francisco Cornejo fue el primer Comandante General del Departamento de Ferrol, ejerciendo el cargo entre los años 1732 y 1737. Su mandato tuvo una gran importancia en la historia de Ferrol dado que, gracias a su decisión e iniciativa, el año 1733  tuvo lugar la incorporación a la Corona de las villas de Ferrol y A Graña.

 

Real Decreto de 21 de Septiembre de 1733

Incorporación de las villas de Ferrol y la Graña a la Corona

 

Viendo que la dependencia señorial que Ferrol tenía de la Casa de Lemos era un importante obstáculo para las obras del Arsenal y de la nueva ciudad, Francisco Cornejo logró que el 21 de Septiembre de 1733, el rey Felipe V firmase en San Ildefonso-La Granja un Real Decreto, conservado en el Archivo General de Simancas, ordenando la incorporación a la Corona de las villas de Ferrol y A Graña, hasta entonces de propiedad señorial, mediante el pago de una indemnización de 33.000 reales de vellón al Conde de Lemos.  De esa forma Ferrol iniciaba sin obstáculos su nacimiento como ciudad ilustrada.


BARRIO DE LA MAGDALENA. EL FORO DE JUBIA

Una vez que se incorporaron a la Corona las villas de Ferrol y La Graña por su compra al Conde de Lemos, las Autoridades de Marina obligaron a los propietarios de los terrenos considerados urbanos a su venta, caso de que ellos no estuviesen interesados en construir directamente en dichos terrenos. Sería una Real Orden promulgada el año 1751 la que aprobó el plan general de edificación a llevar a cabo en Ferrol.

Para que los administradores de San Martín de Jubia, uno de los propietarios de terrenos interesados en la construcción, pudiesen controlar sus propiedades, se mandó grabar las iniciales F.D.J. (Foro de Jubia) en los dinteles de las puertas de las nuevas casas que estaban obligadas a pagar dicho foro. Hoy quedan en las calles del barrio ferrolano de la Magdalena escasamente media docena de dinteles de piedras que conservan grabada la inscripción del Foro de Jubia (F.D.J.)

 

 

Antigua inscripción del Foro de Jubia (F.D.J.)

Calle del Carmen. Ferrol

 

La documentación relativa a las propiedades que poseía el Priorato de Jubia en Ferrol se conserva en 45 libros del Archivo Histórico Nacional, bajo el enunciado de Clero Regular. Benedictinos. San Martín de Jubia. El Libro de signatura 3158, titulado “Arriendos, aforos y títulos de hacienda y propiedades en El Ferrol”, registra la lista de los inmuebles aforados el año 1781 en Ferrol: un total de hasta 140 casas, las mayoría en el barrio de la Magdalena, especialmente en las calles de la Iglesia, Magdalena, Real y Tierra, y el resto en los barrios de Esteiro y Canido.


EL ASTILLERO DE ESTEIRO

Por otra parte, el antiguo Monasterio de Pedroso era el propietario desde época medieval de una amplia zona de Esteiro, lugar donde se tenía previsto instalar los Reales Arsenales, el Cuadro y el barrio de Esteiro. Estos bienes pasaron el año 1534 a ser propiedad del Cabildo de la Catedral de Mondoñedo. A mediados del siglo XVIII estos terrenos fueron donados a la Corona por el citado Cabildo mindoniense para la construcción del Astillero Real y el barrio de Esteiro, como muestra en su leyenda un plano del año 1785 de las obras de Esteiro, que se guarda en el Archivo de la Catedral de Mondoñedo.

De esta forma, la existencia de un objetivo único como era la planificación y construcción de un arsenal militar y una ciudad moderna, así como las ideas claras y la  unidad de dirección llevada a cabo por el entonces Comandante General del Departamento Marítimo de Ferrol, el  santanderino Francisco Cornejo, fueron la clara demostración de cómo conseguir plenamente ese objetivo. 

 

Plano del Barrio y Astillero de Esteiro. Año 1785.

Archivo de la Catedral de Mondoñedo

 

Como contraste con estos casos ejemplares de Ferrol dieciochesco, hoy contemplamos a donde puede llevar la existencia de una pluralidad de administraciones (Estado, Autonomías, Diputaciones, Municipios), entre ellas mal avenidas y peor coordinadas. Cumple recordar que la ciudad de Ferrol se creó en pleno Antiguo Régimen gracias a una decidida acción de los poderes públicos con unidad de criterio, lo que constituye una lección del pasado de la que deberían tomar nota los actuales políticos. Ya lo dijo alguien que conoce bien Ferrol: “quien olvida de donde viene, no sabe a dónde va”.


2 FERROL. CIUDAD DE LA CORONA


FERROL, CAPITAL DEL DEPARTAMENTO MARÍTIMO DEL NORTE

Entrado el siglo XVIII con la dinastía borbónica en el trono de España, el rey Felipe V tuvo como uno de sus principales objetivos la creación de una potente y  equilibrada marina militar para proteger los variados intereses y territorios de la Corona, incluyendo sus colonias ultramarinas. Para ello el 21 de Febrero de 1714 una Real Cédula creaba la Real Armada, una única marina real sustituyendo las diferentes Armadas existentes con la dinastía de los Austrias.

 José Patiño y Rosales en mayo de 1726 fue nombrado Secretario de Estado de Marina e Indias, siendo sus ejes de actuación el fortalecimiento de la Armada y el incremento de la construcción de buques de guerra. Por Real Orden de 29 de Agosto de ese año se creaban los Departamentos Marítimos de Ferrol, Cartagena e Cádiz. De esta forma se transformó al puerto de Ferrol en una importante base naval como capital del Departamento Marítimo del Norte, abarcando la amplia zona marítima comprendida entre los ríos Miño y Bidasoa, y en el mayor centro de construcción de buques de la Real Armada, con un notable crecimiento urbanístico que hizo de la ciudad de Ferrol la más poblada de Galicia en el último tercio del siglo XVIII.

 

 

José Patiño. Museo Naval de Madrid


Con un intervalo de veinticuatro años se promulgaron dos Reales Órdenes que enmarcan el proceso de formación de Ferrol de la Ilustración en lo que se refiere a la creación de las infraestructuras necesarias dentro de la ría de Ferrol para la proyección naval del recién creado Departamento Marítimo del Norte: la primera de fecha 5 de Diciembre de 1726, creando un primer astillero y arsenal en la villa de la Graña y la segunda del 14 de Enero de 1750, aprobando la construcción del nuevo astillero y arsenal de Ferrol.

 


EL ARSENAL Y ASTILLERO DE LA GRAÑA 

Por una Real Orden de fecha 5 de Diciembre de 1726, se creaba un pequeño astillero con una única grada de construcción en la reducida ensenada de la Graña ocupando un terreno que cedió gratuitamente a la Corona su propietario Alfonso Fernández de Suanzes en la protegida zona de la Casería, que añadía a sus buenas condiciones de seguro fondeadero y ventajoso abrigo en todo tiempo la abundancia de canteras y madera en sus proximidades

A pesar de proseguir las obras según los planos de Francisco Montaigú y la dirección del intendente Bernardino Freire, con la construcción de un discreto arsenal de apoyo mientras se botaban al agua los navíos Galicia y León, la fragata Ermione y otros buques auxiliares, el poco espacio disponible para las instalaciones navales, la excesiva profundidad de las aguas y la imposibilidad de construir una ciudad adecuada a las necesidades de la base naval sobre los terrenos montuosos que la rodeaban, hicieron que entrada la década de 1730 prácticamente se paralizase el proyecto, construyéndose solamente algunos almacenes y la teneduría.

 

Base y Arsenal de la Graña (Año 1731)

 

El nombramiento de Zenón de Somadevilla, futuro marqués de la Ensenada, como comisario del arsenal de Ferrol desde octubre de 1730 hasta entrado el año 1733, aceleró la búsqueda de un lugar más amplio y adecuado dentro de la ría ferrolana para llevar a cabo los ambiciosos planes reales de construir un astillero y un arsenal de mayor porte para la armada real. Se encontró el lugar apropiado en el monte de Esteiro, en la ribera de la ensenada de Caranza, desembocadura del río del Tronco, prácticamente a la distancia de un kilómetro de la villa de Ferrol, encontrándose en el medio las aldeas y lugares de Recimil, Esteiro y San Amaro.

 


INCORPORACIÓN DE FERROL A LA CORONA

Estas circunstancias aceleraron la decisión de incorporar a Ferrol a la Corona, dado que un proyecto de la entidad del arsenal y astillero de Ferrol precisaba una unidad de gestión y dirección, evitando el trato con unas autoridades delegadas de la jurisdicción señorial (en este caso la Casa de Lemos), centradas en los problemas locales y poco proclives a una franca colaboración con la Corona.   

Desde el año 1730 el Comandante General de Ferrol, Francisco Cornejo, en sucesivos informes elevados al Secretario de Marina, José Patiño, insistió en la necesidad de considerar a Ferrol villa de realengo, dado que su pertenencia señorial a la Casa de Lemos le impedía atender la creciente llegada de los navíos de la Escuadra Real y del personal que venía destinado, así como ejecutar las Reales Obras del nuevo Arsenal de Esteiro y de la nueva ciudad.

De esta forma se inició un expediente para incorporar las villas de Ferrol y la Graña a la Corona,  que de esa forma dejaron de tener dependencia señorial. El 21 de Septiembre de 1733, el rey Felipe V firmó en San Ildefonso-La Granja un Real Decreto, conservado en el Archivo General de Simancas, ordenando la incorporación a la Corona de ambas villas, mediante  el pago de una indemnización de 33.000 reales de vellón al Conde de Lemos.

 

Portada del Expediente (Archivo General de Simancas)

Incorporación de las villas de Ferrol y la Graña


1 FERROL DE LA ILUSTRACIÓN


PROPUESTA DE PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD


La Real Academia Gallega de Bellas Artes celebró en la ciudad de Ferrol el día 24 de febrero del año 2001 una reunión extraordinaria para sentar las bases de una propuesta para que el conjunto del Arsenal y Castillos de la Ría de Ferrol fuese declarado Patrimonio de la Humanidad.

Esta petición de declaración de Patrimonio de la Humanidad se hizo en base a cuatro consideraciones:
1 El gran valor de las construcciones del Arsenal y los Castillos, elementos representativos de la Base Naval creada el siglo XVIII en la Ría de Ferrol.
2 La idea de un conjunto histórico-artístico que incluye el Arsenal de la Armada, las construcciones defensivas y la ciudad residencial de nueva planta.
3 El reconocimiento conseguido de la Administración de los diferentes bienes que componen el conjunto, tanto del Arsenal, Castillos y Defensas como de la propia ciudad.
4 La buena conservación general de este Patrimonio Histórico, que no presenta modificaciones esenciales, ni ha estado sometido a episodios bélicos que le afectasen.
 

Ferrol: Ciudad, Arsenal y Defensas de la Ría


Ferrol, localidad nacida como castro costero en su abrigada ría, feligresía de San Julián desde el año 1087, villa medieval perteneciente al señorío de Andrade desde el año 1371, puerto naval y villa de realengo a partir del año 1733 y nombrada ciudad el 13 de octubre de 1858, desde el siglo XVIII tiene una larga historia de períodos cíclicos de crisis y prosperidad.

En este sentido,  tal como la conocemos hoy, la ciudad arranca de la época  de la Ilustración, conjugando en su territorio el casco urbano, los astilleros, el puerto militar y las construcciones defensivas. Al paso del tiempo Ferrol ha desarrollado una marcada cultura naval y ha adquirido un importante patrimonio en torno a sus astilleros, creados a mediados del siglo XVIII para construir la flota que la Corona de España precisaba para defender los intereses nacionales.



 

FERROL DE LA ILUSTRACIÓN

 

La antigua Fundación Ferrol Metrópoli, entre sus diferentes objetivos y líneas de trabajo, desde el primer momento apoyó la propuesta de Patrimonio de la Humanidad para la ciudad y los astilleros nacidos el siglo XVIII. Entre otras acciones llevadas a cabo solicitó del Ministerio de Ciencia y Tecnología (Oficina de Patentes y Marcas) en junio del año 2002 el registro de la marca nacional “Ferrol de la Ilustración”, aplicable a una ciudad nacida en plena época de la Ilustración, con las características propias de la misma.

 

Ferrol de la Ilustración 

Ministerio de Ciencia y Tecnología


Además del apoyo constante, no siempre reconocido, que se suministró al Ayuntamiento de Ferrol y a las entidades implicadas en la gestión de Patrimonio de la Humanidad, la Fundación Ferrol Metrópoli, mediante la utilización de esta marca nacional de Ferrol de la Ilustración, dio a conocer y difundió en diversos Foros nacionales e internacionales, caso de la AICEI (Asociación Internacional de Ciudades y Entidades de la Ilustración), creada el año 2007, los valores ilustrados de una ciudad como Ferrol, nacida el siglo XVIII por decisión de la Corona.
 


FERROL, CIUDAD LÓGICA

El diseño urbano de una ciudad nacida en la Ilustración aparece perfectamente reflejado en una frase del escritor ferrolano Gonzalo Torrente Ballester. Reconociendo además el importante patrimonio natural de Ferrol, tanto el referido a su abrigada ría como a sus amplias playas abiertas al océano Atlántico, escribe en su publicación “Cuadernos de la Romana” la mejor definición aplicable a la ciudad: “Ferrol es una ciudad lógica enclavada en una tierra mágica”.

Placa de Ferrol

Gonzalo Torrente Ballester